EVO MORALES AYMA PALABRAS DEL PRESIDENTE ELECTO DE BOLIVIA
Tiahuanacu, 21 de enero de
2006
Muchísimas gracias por todo el apoyo que me dieron en la campaña, hermanas y hermanos, los aymaras, los quechuas, los mojeños.
Muchísimas gracias por todo el apoyo que me dieron en la campaña, hermanas y hermanos, los aymaras, los quechuas, los mojeños.
Les decía, hermanas y
hermanos de las provincias del departamento de La Paz, de los departamentos de
Bolivia, de los países de Latinoamérica y de todo el mundo, hoy día empieza un
nuevo año para los pueblos originarios del mundo, una nueva vida en que
buscamos igualdad y justicia, una nueva era, un nuevo milenio para todos los
pueblos del mundo, desde acá Tiahuanacu, desde acá La Paz, Bolivia.
Muy emocionado, convencido
que sólo con la fuerza del pueblo, con la unidad del pueblo vamos a acabar con
el estado colonial y con el modelo neoliberal.
Este compromiso, en lo más
sagrado de Tiahuanacu, este compromiso para defender a los bolivianos, para
defender al pueblo indígena originaria, no solamente de Bolivia, como anoche
nos dieron la tarea, defender a los pueblos indígenas de América, antes llamada
Abayala.
Pero los resultados, el apoyo
de todos ustedes, quiero decirles un compromiso serio y responsable, no de Evo
Morales, sino por todos los bolivianos, por todos los latinoamericanos,
necesitamos la fuerza del pueblo para doblar la mano al imperio.
Pero también quiero decirles,
con mucho respeto a nuestras autoridades originarias, a nuestras
organizaciones, a nuestros amautas, a controlarme, si no puedo avanzar
empújenme ustedes, hermanas y hermanos.
A corregirme permanentemente,
es posible que pueda equivocarme, puedo equivocarme, podemos equivocarnos, pero
jamás traicionar la lucha del pueblo boliviano y la lucha de la liberación de
los pueblos de Latinoamérica.
El triunfo del 18 de
diciembre no es el triunfo de Evo Morales, es el triunfo de todos los
bolivianos, es el triunfo de la democracia, es el triunfo, como una excepción,
de una revolución democrática y cultural en Bolivia.
Pero también quiero decirles,
muchos hermanos profesionales, intelectuales, clase media, se incorporaron al
instrumento político de la liberación, hoy instrumento político del pueblo.
Quiero decirles que yo, de
esa gente, de esos profesionales intelectuales de la clase media me siento
orgulloso como aymara, pero también les pido a los hermanos de la clase media,
de la clase profesional, intelectual, empresarial, que ustedes también deben
sentirse orgullosos de estos pueblos indígenas originarios.
Buscar una unidad de todos
los sectores, respetando la diversidad, respetando lo diferente que somos,
todos tenemos derecho a la vida, pero si hablamos de Bolivia los pueblos
aymaras, quechuas, mojeños, chapacos, vallunos, chiquitanos, yuracarés,
chipayas, muratos son dueños absolutos de esta enorme tierra, y a sus dueños,
las promesas hay que recordarlas para recordar el problema económico social de
nuestra Bolivia.
Hermanas y hermanos,
sorprendido de esta gran concentración tan voluntaria, tan espontánea. Ni Evo
ni Alvaro no han puesto ni un boliviano para que la gente pueda concentrarse, y
ésta es la conciencia del pueblo boliviano.
Y las prebendas en Bolivia ya
no van, acá el instrumento político ha puesto en balanza dos poderes: el poder
de la prebenda, el poder económico y el poder de la conciencia. Felizmente y
gracias a la madre tierra, gracias a nuestro Dios, decir gracias a mis padres,
la conciencia ganó las elecciones, y ahora la conciencia del pueblo va a
cambiar nuestra historia, hermanas y hermanos.
Por eso, por invitación de
ustedes, por iniciativa de nuestras autoridades originarias, un saludo especial
revolucionario a los ponchos rojos, a los hermanos jilakatas, a los mallkus, a
los jiliri mallkus, a las mamatallas, muchas gracias autoridades originarias
por realizar este acto tan originario nuestro, que me invitan a comprometerme
para gobernar bien.
Sólo quiero decirles desde
este lugar sagrado, con ayuda de ustedes hermanos y hermanas, quechuas,
aymaras, guaraníes, queremos enseñar a gobernar con honestidad, con
responsabilidad para cambiar la situación económica del pueblo boliviano.
Tenemos ya una
responsabilidad cerca, que es la Asamblea Constituyente. Para la prensa
internacional, para los invitados de la comunidad internacional, el año 1825
cuando se fundó Bolivia, después de que muchos, o miles o millones de aymaras,
de quechuas, de guaraníes participaron en la lucha por la independencia, ellos
no participaron en la fundación de Bolivia; se marginó la participación de los
pueblos indígenas originarios en la fundación de Bolivia en el año 1825, por
eso los pueblos indígenas originarios reclaman refundar Bolivia mediante la
Asamblea Constituyente.
Quiero pedirle al nuevo
Parlamento Nacional, que hasta los días febrero o marzo debe aprobarse la ley
de convocatoria para la Asamblea Constituyente.
Una ley de convocatoria para
la Asamblea Constituyente para garantizar la elección de Constituyente el 2 de
julio de este año, y el día 6 de agosto en la capital histórica de fundación de
Bolivia, Sucre Chuquisaca, instalaremos la Asamblea Constituyente para acabar
con el Estado colonial.
Quiero pedirles hermanas y
hermanos, unidad, unidad sobre todas las cosas. Ustedes han visto anoche el
movimiento indígena de toda América concentrado en Bolivia, saludándonos,
emitiendo resoluciones de apoyo, de fortaleza a este movimiento político que
quiere cambiar nuestra historia, y no solamente los movimientos sociales de
América, o de Europa, o del Asia. Ustedes han visto hermanas y hermanos, este
movimiento político levantó en alto a Bolivia, a nuestro país en toda la
comunidad internacional.
Han visto también ustedes
hermanas y hermanos, no estamos solos a nivel mundial, gobiernos, presidentes
apoyan a Bolivia y a este gobierno apoyan. Compañeras y compañeros, no debemos
sentirnos solos.
Estamos en tiempos de triunfos,
estamos en tiempos de cambio, y por eso reclamo nuevamente, queremos unidad.
Quiero decir con mucho
respeto, a los dirigentes, ex dirigentes, al hermano Felipe Quispe, convoco a
unirnos todos para seguir avanzando hacia adelante, hermanas y hermanos.
A todos los dirigentes, ex
dirigentes, a nombre de nuestros antepasados, comportarnos, unirnos porque
llegó la hora de cambiar esa mala historia de saqueo a nuestros recursos
naturales, de discriminación, de humillación, de odio, de desprecio. Los
aymaras y quechuas no somos rencorosos, y si hemos ganado ahora, no es para
vengarse con nadie, no es para someter a alguien, sólo reclamamos unidad,
igualdad, hermanas y hermanos.
Hermanas y hermanos,
nuevamente quiero decir acá, que esa campaña internacional que empezaron
nuestros dirigentes de América, la campaña llamada 500 años de resistencia
indígena y popular, el ’88, ’89, espero no equivocarme, el ’92, acaba los 500
años de resistencia de los pueblos indígenas de América contra políticas,
contra el colonialismo interno.
Después de reflexionar y
escuchar a los hermanos indígenas que se reunieron ayer, y están acá
seguramente muchos, a esos hermanos indígenas de América que están presentes,
que están allá, un saludo, saludemos con un voto de aplauso a los hermanos
indígenas de toda América, que están presentes acá.
Y quiero decirles a ellos, a
ustedes hermanas y hermanos: de la resistencia a la toma del poder. Se acabó
sólo resistir por resistir. Hemos visto que organizados y unidos con los
movimientos sociales de las ciudades, del campo, combinando la conciencia
social, con la capacidad intelectual es posible derrotar democráticamente los
intereses externos. Eso pasó en Bolivia.
Por eso quiero decirles a los
hermanos de América, de todo el mundo: unidos y organizados cambiaremos
políticas económicas que no resuelven la situación económica de las mayorías
nacionales. A esta altura nos hemos convencido que concentrar el capital en pocas
manos no es ninguna solución para la humanidad; el concentrar el capital en
pocas manos no es la solución para los pobres del mundo.
Por eso tenemos la obligación
de cambiar esos problemas económicos de privatización, de subasta. Eso tiene
que terminar, y estamos empezando acá juntos. Todos de América, movimientos
sociales, queremos seguir avanzando, avanzando para liberar nuestra Bolivia,
liberar nuestra América, esa lucha que nos dejó Túpac Katari sigue, hermanas y
hermanos, y continuaremos hasta recuperar el territorio, la lucha que dejó Che
Guevara, vamos a cumplir nosotros, hermanas y hermanos, así que podemos
recordar de muchos líderes indígenas de la clase media que se organizaron para
recuperar los recursos naturales.
Hermanas y hermanos, una emoción,
nunca hemos estado acostumbrados a estar en esta clase de concentraciones. Ese
momento cuando salí allá entendí que realmente el pueblo va organizándose y va
movilizándose.
Esta gran concentración, este
lugar, compararía con la Plaza de la Revolución de Cuba. Cuando salí de allá
miles de compañeros concentrados; en Bolivia nunca había visto, una cosa son
las concentraciones de campaña, otra cosa son actos de apoyo de fortaleza. Esta
concentración es totalmente diferente, por eso agradecer, primero, a nombre del
Movimiento Al Socialismo, segundo, a nombre de la bancada del MAS, y sobre todo
a nombre de los pueblos indígenas originarios.
Muchas gracias hermanas y
hermanos; esta lucha no se para, esta lucha no termina, en el mundo gobiernan
los ricos o gobiernan los pobres. Tenemos la obligación y la tarea de crear
conciencia en el mundo entero para que las mayoría nacionales, los pobres del
mundo, conduzcan su país para cambiar la situación económica de su país, y
desde acá impulsaremos que los pobres también tenemos derecho a gobernarnos, y
en Bolivia los pueblos indígenas también tenemos derecho a ser presidentes.
Por eso, hermanas y hermanos,
gracias al voto de ustedes, primeros en la historia boliviana, aymaras,
quechuas, mojeños, somos presidentes, no solamente Evo es el presidente,
hermanas y hermanos.
Muchísimas gracias.
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