BENITO MUSSOLINI
“clases medias nos
señalan y acusan de temerarios, y temen que el proletariado, una vez armado con
bayonetas, las utilicen a su antojo”
DISCURSO EN LA
ASAMBLEA DEL PARTIDO SOCIALISTA QUE RESUELVE LA EXPULSION, REALIZADA EN EL
TEATRO DEL PUEBLO EN MILAN, 25 de Noviembre de 1914
“Me odiáis porque todavía me amáis
Ustedes son más rigurosos que los jueces burgueses que admiten el
derecho a la defensa;… una defensa más amplia, más completa, incluso, donde
después de la sentencia admiten diez días para fundar un recurso. Si lo
deciden, si creen que soy indigno de militar entre ustedes... directamente expúlsenme,
pero tengo el derecho a reclamarles un acto de acusación formal y completa. Sin
embargo, en esta asamblea, el acusador todavía no ha establecido si es un
asunto político o una cuestión moral. Así es que voy a ser guillotinado con una
orden del día que no dice nada de lo que tenía que decir: «Usted es indigno por
estas y estas razones», entonces yo habría aceptado mi destino. Pero de esto
nada se ha dicho, y muchos de ustedes, si no todos, saldrán de aquí con una conciencia
perturbada.
En cuanto a la cuestión moral, repito una vez más que estoy dispuesto a
someterme a cualquier comisión investigadora, investigación e informes.
En cuanto a la cuestión disciplinaria diré que esta no ha sido planteada
porque no hay un ejemplo anterior, no obstante, que yo no invoque, porque me
siento seguro, porque tengo la conciencia tranquila. Ustedes creen que están
firmando mi partida de defunción pero están muy equivocados. Hoy me odian,
porque en el fondo de sus corazones, todavía me aman.
Pero todavía les falta ver mucho de mí. Doce años
de vida en mi partido es garantía suficiente de mi fe en el socialismo. El
socialismo es algo que está arraigado a mi corazón. Lo que me separa de ustedes
hoy no es una pequeña disputa, es una cuestión muy importante que divide en
realidad a todo el socialismo.
Amilcare Cipriani, sobre cuyo nombre hemos hecho una maravillosa lucha
al sexto colegio, (¿recuerdan aquella gran lucha?),… Amilcare Cipriani ya no
podrá ser su candidato porque él ha dicho, verbalmente por escrito, que si sus
setenta y cinco años se lo permitieran, él estaría en las trincheras de lucha
contra la reacción militar europea, que sofoca la revolución.
El tiempo probará quien estaba en lo cierto, y quién estaba equivocado
en este formidable dilema que hoy provoca una confrontación tal en el
socialismo, que nunca antes había ocurrido en la historia de la humanidad, como
tampoco antes había habido una conflagración tal en el cual millones de
proletarios se encuentran enfrentados los unos contra los otros.
Esta guerra, que tiene muchos puntos de contacto con las del período
Napoleónico, no es algo que suceda todos los días, Waterloo ocurrió en 1814;
tal vez 1914 vea rodar otros principios, y tal vez sea testigo de la salvación
de la libertad y el comienzo de una nueva era en la historia del mundo,
especialmente en la historia del proletariado que en los momentos críticos, me
ha encontrado aquí, con ustedes, del mismo lado.
Pero les digo que desde ahora, jamás ordenaré ni tendré piedad alguna
para quienes se muestren reticentes, para los cobardes los hipócritas. Y yo
seguiré de este lado. No tienen que creer que las clases medias apoyan nuestra
intervención. Ellos nos señalan y acusan de temerarios, y temen que el
proletariado, una vez armado con bayonetas, las utilicen a su antojo.
No crean que porque me quitan el carnet de miembro del partido también
van a quitarme la fe en la causa, o que van a impedir que siga trabajando por
el socialismo y por la revolución.
Milán, 25 de Noviembre de 1914
BENITO MUSSOLINI
Este premonitorio discurso
corresponde a la época en que Mussolini integraba al Partido Socialista, como
uno de sus principales dirigentes y, además, era redactor de la revista
“AVANTI” del partido, pero es expulsado del mismo por cuanto, contra la opinión
generalizada del partido, él alentaba (edición del 18 de octubre de 1914) la
intervención de Italia en la guerra.
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