NAPOLEÓN BONAPARTE "NO LAMENTÉIS MI DESTINO"
Discurso de despedida de Napoleón en Fontainebleau , 20.04.1814.
"Soldados de
mi Vieja Guardia: me despido de todos vosotros. Durante los veinte años os he
acompañado sin cesar en el camino del honor y la gloria.
Todas las potencias de Europa se han combinado en armas contra mí.
Algunos de mis generales han demostrado ser infieles a su deber y a Francia. En estos últimos tiempos, del mismo modo que en los días de prosperidad, vosotros habéis sido modelos de coraje y fidelidad. Con hombres así nuestra causa no puede estar perdida; pero la guerra hubiera sido interminable; hubiera sido una guerra civil, y eso hubiera acarreado desgracias más tremendas para Francia.
He sacrificado todos mis intereses personales por aquellos del país.
Me voy, pero vosotros mis amigos, continuaréis sirviendo a Francia. Su felicidad era mi único pensamiento. Y continuará siendo el objeto de mis deseos. No lamentéis mi destino; si he consentido en sobrevivir es para honrar vuestra gloria. Tengo intenciones de escribir la historia de los grandes logros que hemos conseguido juntos.
Adieu, mis amigos. No puedo abrazaros a todos, pero me abrazo a vuestro general. Vamos, General Petit, que puede presionar a mi corazón! Tráeme el águila, que quiero abrazarla también! ¡Ah! Estimada águila, que con este beso que te doy encuentre un eco a la posteridad! ¡Adiós, mis hijos, los mejores deseos de mi corazón estarán siempre con vosotros, no me olvidéis!"
Todas las potencias de Europa se han combinado en armas contra mí.
Algunos de mis generales han demostrado ser infieles a su deber y a Francia. En estos últimos tiempos, del mismo modo que en los días de prosperidad, vosotros habéis sido modelos de coraje y fidelidad. Con hombres así nuestra causa no puede estar perdida; pero la guerra hubiera sido interminable; hubiera sido una guerra civil, y eso hubiera acarreado desgracias más tremendas para Francia.
He sacrificado todos mis intereses personales por aquellos del país.
Me voy, pero vosotros mis amigos, continuaréis sirviendo a Francia. Su felicidad era mi único pensamiento. Y continuará siendo el objeto de mis deseos. No lamentéis mi destino; si he consentido en sobrevivir es para honrar vuestra gloria. Tengo intenciones de escribir la historia de los grandes logros que hemos conseguido juntos.
Adieu, mis amigos. No puedo abrazaros a todos, pero me abrazo a vuestro general. Vamos, General Petit, que puede presionar a mi corazón! Tráeme el águila, que quiero abrazarla también! ¡Ah! Estimada águila, que con este beso que te doy encuentre un eco a la posteridad! ¡Adiós, mis hijos, los mejores deseos de mi corazón estarán siempre con vosotros, no me olvidéis!"
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