BARBARA JORDAN
“Existe algo especial acerca de esta noche. ¿Qué es diferente? ¿Qué es especial? Yo, Barbara Jordan, soy su orador principal”
DISCURSO
DE APERTURA EN LA CONVENCION NACIONAL DEL PARTIDO DEMOCRATA 12 Julio de 1976
Hace
ciento cuarenta y cuatro años, miembros del Partido Demócrata se reunieron por
primera vez en una convención para seleccionar un candidato a la Presidencia.
Desde entonces, los Demócratas han seguido convocando una vez cada cuatro años,
conformando una plataforma de partido y nominando un candidato Presidencial. Y
nuestra reunión de esta semana es una continuación de esta tradición.
Pero
hay algo diferente en esta noche. Existe algo especial acerca de esta noche.
¿Qué es diferente? ¿Qué es especial? Yo, Barbara Jordan, soy su orador
principal-.
Muchos
años han pasado desde 1832, y durante ese tiempo habría sido más inusual para
cualquier partido político nacional el pedirle a una Barbara Jordan que ofrezca
un discurso de apertura…pero esta noche estoy aquí. Y siento que, a pesar del
pasado, mi presencia aquí constituye una pequeña evidencia adicional de que el
Sueño Americano no necesita ser pospuesto por más tiempo.
Ahora
que tengo esta gran distinción, ¿Qué diablos se supone que voy a decir? Podría
fácilmente gastar este tiempo recitando los logros de este partido y atacando a
los Republicanos pero escogí no hacer eso.
Podría
mencionar los múltiples problemas que los Americanos tienen, podría enumerar
los problemas que causan que la gente se sienta cínica, enojada, frustrada:
problemas que incluyen falta de integridad en el gobierno; el sentimiento de
que el individuo no cuenta más; la realidad de la pobreza material y
espiritual; el sentimiento de que el gran experimento Americano está fallando o
ha fallado. Podría recitar estos problemas y entonces podría sentarme y no
ofrecer soluciones.
Los
ciudadanos de América esperan más Ellos merecen y ellos quieren más que un
recital de problemas. Somos un pueblo en un dilema sobre el presente. Somos un
pueblo en búsqueda de nuestro futuro. Somos un pueblo en búsqueda de una
comunidad nacional. Somos un pueblo tratando no solo de resolver los problemas
del presente: desempleo, inflación… sino también estamos tratando a una escala mayor
de cumplir con la promesa de América. Estamos tratando de cumplir con nuestro
propósito nacional; el crear y sostener una sociedad en la cual todos nosotros
seamos iguales.
A lo
largo de la historia, cuando la gente ha buscado nuevas formas de resolver sus
problemas, y de defender los principios de esta nación, en muchas ocasiones han
recurrido a los partidos políticos. A menudo han recurrido al Partido
Demócrata.
¿Qué
es, que tiene el Partido Demócrata que lo convierte en el instrumento que las
personas usan cuando buscan maneras de dar formas a su futuro? Bueno, creo que
la respuesta a esta pregunta se encuentra en nuestro concepto de gobierno.
Nuestro concepto de gobierno es derivado de nuestra visión de la gente. Es un
concepto profundamente enraizado en un conjunto de creencias firmemente
grabadas en la conciencia nacional de todos nosotros.
Ahora,
¿cuáles son estas creencias?
Primero,
nosotros creemos en la igualdad para todos y privilegios para ninguno. Esta es
una creencia de que cada Americano, independientemente de su origen, tiene la
misma importancia en el foro público, todos nosotros. Debido a que creemos en
esta idea tan firmemente, nosotros somos inclusivos más que un partido
exclusivo.
Dejen
que todos vengan
Pienso
que no es accidental que la mayoría de aquellos que emigraron a América en el
siglo XIX se identifican con el Partido Demócrata. Nosotros somos un partido
heterogéneo formado por Americanos de diversos orígenes. Nosotros creemos que
la gente es la fuente de todo el poder gubernamental; que la autoridad de la
gente debe ser extendida, no restringida. Esto puede ser conseguido únicamente
proporcionando a cada ciudadano con todas las oportunidades para participar en
la gestión del gobierno. Ellos deben tener esto.
Nosotros
creemos que el gobierno, el cual representa la autoridad de todas las personas,
no únicamente de un grupo de interés, sino de toda la gente, tiene la
obligación de poner de relieve activamente, buscar remover activamente aquellos
obstáculos que podrían bloquear los logros individuales…obstáculos producto de
condiciones raciales, sexuales y económicas. El gobierno debe tratar de
eliminarlos.
Nosotros
somos un partido de innovación. Nosotros no rechazamos nuestras tradiciones,
pero estamos dispuestos a adaptarnos a circunstancias cambiantes, cuando el
cambio debe ocurrir. Nosotros estamos dispuestos a sufrir la incomodidad del
cambio para lograr un futuro mejor. Tenemos una visión positiva del futuro
basada en la creencia de que la brecha entre la promesa y la realidad de
América puede algún día ser cerrada. Creemos eso.
Esto
mis amigos, es la base de nuestro concepto de gobierno. Esta es una parte del
motivo del porque los Americanos han recurrido al Partido Demócrata. Estos son
los cimientos sobre los que una comunidad nacional puede ser construida.
Entendamos
todos que estos principios rectores no pueden ser descartados para obtener
beneficios políticos a corto plazo. Representan lo que es este país. Ellos son
propios de la idea de América. Y estos son principios que no son negociables.
En otros tiempos, podría estar aquí y dar este tipo de exposición sobre las
creencias del Partido Demócrata y eso sería suficiente. Pero, hoy en día eso no
es suficiente. La gente quiere más. Esa no es una razón suficiente para la mayoría
de las personas de este país para que voten por los Demócratas. Hemos cometido
errores. En nuestra prisa por hacer todas las cosas para todas las personas, no
previmos las consecuencias de nuestras acciones. Y cuando las personas alzaron
sus voces, no las escuchamos. Pero nuestra sordera fue solo una condición
temporal, y no una condición irreversible.
A pesar
de que estoy aquí y admito que hemos cometido errores, todavía creo que a
medida que las personas de America juzgan a cada partido, ellos van a reconocer
que nuestros errores fueron errores del corazón. Ellos reconocerán esto.
Y ahora
debemos mirar al futuro. Escuchemos la voz del pueblo y reconozcamos su sentido
común. Si no lo hacemos, no sólo blasfemamos de nuestra herencia política,
dejamos de lado los lazos comunes que unen a todos los estadounidenses.
Muchos
temen al futuro, muchos desconfían de sus líderes, y creen que sus voces nunca
son escuchadas. Muchos buscan únicamente satisfacer lo que sus negocios
privados requieren. Para satisfacer intereses privados.
Pero
este es el gran peligro que enfrenta América. Que dejemos de ser una nación y nos
convirtamos en una colección de grupos de interés: ciudad contra suburbio,
región contra región, individuo contra individuo. Cada uno tratando de
satisfacer sus propios deseos.
Si esto
ocurre, quién entonces hablará por América?
Esta es
la pregunta que debe ser contestada en 1976.
¿Vamos
a ser un solo pueblo unido por un espíritu común compartido en un esfuerzo
común o nos vamos a convertir en una nación dividida?
A pesar
de toda su incertidumbre, no podemos huir del futuro. No debemos convertirnos
en los nuevos puritanos y rechazar nuestra sociedad. Debemos hacer frente y
manejar el futuro juntos. Esto se puede hacer si restauramos la creencia de que
compartimos un sentido de comunidad nacional, que compartimos un esfuerzo
nacional común. Se puede hacer.
No
existe orden ejecutiva; no existe ley que pueda exigir al pueblo Americano que
forme una comunidad nacional. Esto lo debemos hacer como individuos y si lo
hacemos como individuos, no hay Presidente de los Estados Unidos, que puede
vetar esa decisión. Como primer paso, debemos recuperar nuestra creencia en
nosotros mismos. Somos un pueblo generoso, por lo tanto ¿por qué no podemos ser
generosos con los demás? Tenemos que poner en nuestro corazón las palabras
pronunciadas por Thomas Jefferson:
Vamos a
restaurar a las relaciones sociales la armonía y ese afecto sin el cual, la
libertad e incluso la vida no son más que cosas tristes.
Una
nación está formada por la voluntad de cada uno de nosotros para compartir la
responsabilidad de defender el bien común. Un gobierno se vigoriza cuando cada
uno de nosotros está dispuesto a participar en la conformación del futuro de
esta nación.
En este
año de elecciones debemos definir el bien común y comenzar de nuevo a moldear
un bien común y comenzar nuevamente a dar forma a un futuro común. Dejemos que
cada persona, hombre o mujer haga su parte. Si un ciudadano no está dispuesto a
participar, todos nosotros vamos a sufrir. La idea de América, a pesar de que
es compartida por todos nosotros, se realiza en cada uno de nosotros.
Y
ahora, ¿qué se supone que deben hacer aquellos de nosotros que son electos
funcionarios públicos? Nos llamamos a nosotros mismos servidores públicos pero
les diré esto: nosotros como servidores públicos debemos establecer un ejemplo
para el resto de la nación. Es hipócrita que el funcionario público amoneste y
exhorte al pueblo a defender el bien común. Se requiere más de los funcionarios
públicos que consignas, apretones de manos y comunicados de prensa. Se requiere
más. Debemos apegarnos estrictamente a la rendición de cuentas. Debemos ofrecer
a la gente una visión del futuro.
Si
nosotros como funcionarios públicos prometemos, debemos cumplir. Si nosotros
como funcionarios públicos proponemos, debemos producir. Si le decimos al
pueblo Americano que ha llegado el momento para que se sacrifique; debemos
sacrificar. Si el funcionario público dice eso, nosotros (los funcionarios
públicos) debemos ser los primeros en dar. Tenemos que ser. Y de nuevo, si
cometemos errores, debemos estar dispuestos a admitirlos. Tenemos que hacerlo.
Lo que tenemos que hacer es encontrar un equilibrio entre la idea, la creencia,
de que el gobierno no debe hacer nada. Establecer un equilibrio
No
debemos hacernos ilusiones acerca de la dificultad de formar este tipo de
comunidad nacional. Es duro, difícil, no es fácil. Pero un espíritu de armonía
sobrevivirá en América solo si cada uno de nosotros recuerda que compartimos un
destino común.
Tengo
confianza de que podamos formar este tipo de comunidad nacional.
Tengo
confianza de que el Partido Demócrata puede abrir el camino. Tengo confianza.
No podemos mejorar el sistema de gobierno que nos legaron los fundadores de la
República, no hay manera de mejorar en este aspecto. Pero lo que podemos hacer
es encontrar nuevas formas para aplicar dicho sistema y realizar nuestro
destino.
Ahora,
comencé este discurso comentándoles acerca de la singularidad de Barbara Jordan
haciendo el discurso de apertura. Bueno, voy a cerrar mi discurso citando a un
presidente republicano y les pido que al escuchar estas palabras de Abraham
Lincoln, las relacionen con el concepto de comunidad nacional en el que cada
uno de nosotros participa:
Como yo
no sería un esclavo, entonces no sería un amo. Esto expresa mi idea de
democracia. Lo que sea que difiera de esto, en la medida de la diferencia, no
es democracia.
Nueva
York, Julio 12 de 1976
BARBARA
JORDAN
[1] Primer discurso pronunciado por una mujer afroamericana en la Convención Nacional de los Demácratas.
[2] Barbara Charline Jordan (21 feb.
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