DOLORES IBARRURI “la pasionaria” “no se ha
extinguido la tradición heroica de las mujeres españolas, que en todos los
momentos en que estuvo amenazada la integridad de la patria estuvieron junto a
sus hombres y con ellos supieron luchar y morir”
Desde
el Madrid inconquistable 1936-11-08
Trabajadores,
camaradas de Madrid:
Cuando
los obuses del enemigo comienzan a batir las casas de nuestra ciudad; cuando
sobre el cielo de la capital de la República vuelan los aviones facciosos,
vertiendo metralla mortífera sobre mujeres y niños indefensos, parece increíble
venir a celebrar un acto de esta naturaleza. Y esto no es necesario para
levantar vuestro espíritu, que bien templado lo tenéis a través de días de
lucha inenarrables, sino para deciros que estamos aquí y que nos hemos ido. Que
estamos aquí junto a vosotros, como hemos estado siempre, y dispuestos también
a cumplir con el deber de agradecer desde aquí, desde el Madrid inconquistable,
a la Unión Soviética, al entrañable País Soviético, su solidaridad para con
nuestro pueblo y su defensa de la República en Ginebra.
Desde
aquel país nos dice el heroico pueblo soviético --que supo vencer no sólo al
enemigo interior, sino también al enemigo exterior-- y nos gritan mujeres:
¡Hermanos españoles, estamos con vosotros!
Gracias
a esta solidaridad nos sentimos más seguros; no nos sentimos solos y podemos
decirle al enemigo que ¡no pasará!
Es
preciso que el mundo conozca el alto nivel moral de nuestro pueblo, que no se
deja abatir por la superioridad enemiga.
Hemos
dicho muchas veces que Madrid no se defiende sólo desde dentro, sino también
desde fuera. Y no hace muchos días que el Partido Comunista publicó un
llamamiento a todos los trabajadores, y principalmente a los comunistas, en
este sentido. «Es necesario que el comunista --decía ese manifiesto-- sea un
soldado que organice, un comisario político que eduque y prepare a los
combatientes; que sea el primero en la lucha y en el sacrificio.» Cumpliendo
las decisiones de nuestro Comité Central, nos hemos desplazado a provincias, y
no más tarde que ayer hemos recorrido las regiones de Levante, para demandar a
los campesinos y trabajadores levantinos ayuda para Madrid, y ellos nos la han
prometido, y han comenzado ya la organización del envío de víveres.
El
hecho de que haya tantas mujeres en este mitin nos permite, sin temor a
equivocarnos, proclamar con orgullo que no se ha extinguido la tradición
heroica de las mujeres españolas, que en todos los momentos en que estuvo
amenazada la integridad de la patria estuvieron junto a sus hombres y con ellos
supieron luchar y morir. Y por ello nos sentimos profundamente orgullosos y
seguros de la victoria. Porque una causa que defienden las mujeres y las
madres, a pesar de los avatares de la lucha, será siempre una lucha
victoriosa.
Desde
esta misma tribuna dije que teníamos lo necesario para comenzar la ofensiva.
Después, un día, os dije: Camaradas, hay que resistir los embates del enemigo,
dos, tres, cuatro, ocho días, los que sean preciso. Habéis resistido, resistís
y Madrid se ha hecho inconquistable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario