jueves, 10 de noviembre de 2016

ARTURO UMBERTO ILLIA “Es urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de cosas que, por injustas, son inhumanas, e instaurar un orden social fundado en la justicia”

ARTURO UMBERTO ILLIA Es urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de cosas que, por injustas, son inhumanas, e instaurar un orden social fundado en la justicia”


  
ARTURO UMBERTO ILLIA “Es urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de cosas que, por injustas, son inhumanas, e instaurar un orden social fundado en la justicia”

Discurso al asumir la presidencia de la República, 12 de octubre de 1963

Iniciamos hoy una nueva etapa en la larga lucha por afianzar definitivamente en la Argentina los principios de la democracia y de la libertad. La Constitución Argentina es, sin duda alguna, una de las más libérrimas, humanistas y generosas de la tierra. «Es cosa de no poner en duda -ha podido decirse- que aquellos que dieron una Constitución a la Argentina fueron guiados por un sentimiento que tiene algo de milagroso.» Pero la democracia que la Constitución ha escogido como forma de vida nacional, y que resulta maravillosamente enunciada en su Preámbulo y declaración de derechos, libertades y garantías, estamos muy lejos de haberla realizado a satisfacción. Sólo admitiendo esta realidad adquiriremos la aptitud espiritual indispensable para emprender la ardua empresa de apreciar exactamente la realidad política, económica y social que estamos viviendo, las causas que han dado origen a las desvirtuaciones institucionales y desencuentros de un pasado próximo y forjar la democracia orgánica y progresista que debemos ser, la que nuestros antepasados presintieron y las jóvenes generaciones argentinas reclaman como prenda de paz y de progreso. La democracia argentina necesita perfeccionamiento; pero, que quede bien establecido, perfeccionamiento no es sustitución totalitaria. Lo que nuestra democracia necesita es ser auténtica expresión de su verdadera esencia. Es que «la esencia de la democracia no queda debidamente expresada por estructuras meramente jurídicas o por líricas afirmaciones de dignidad humana o de igualdad de los hombres ante la ley. Todo eso, si sólo eso fuera, Únicamente resultaría un espejismo pernicioso para calmar las ansias que el pueblo vive, en medio de un desierto de duras realidades económicas». Ese propósito de perfeccionamiento de nuestra democracia, como forma de vida, no podrá lograrse a no ser que estemos resueltos a aceptar modificaciones sustanciales en las actuales estructuras económico-sociales de nuestro país (Aplausos), que devuelvan al pueblo argentino la fe en sus instituciones y gobernantes, y lo alienten para hacer todos los esfuerzos y soportar todos los sacrificios necesarios para afianzar el orden jurídico y materializar el progreso en todos los órdenes de la vida nacional. Es urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de cosas que, por injustas, son inhumanas, e instaurar un orden social fundado en la justicia. (Aplausos) «El mundo sufre un mal profundo -advierte la profesión de fe doctrinaria de la Unión Cívica Radical-, proveniente de no adecuar las posibilidades materiales modernas a los fines de la emancipación del hombre. El radicalismo cree que sólo una cruzada de honda pulsación humana, por la liberación del hombre contra todas las formas degradantes del imperialismo y del absolutismo, en todos sus aspectos (Aplausos), podrá salvar al mundo de su grave crisis.» El concepto social de la democracia no es nuevo, ni es sólo nuestro; se nutre en la filosofía social contemporánea. Este concepto de la democracia, justo es reconocerlo, es también compartido por la mayoría de los partidos políticos argentinos. Más lo importante no es que el sentido social de la democracia esté en nuestras declaraciones políticas o estatutos partidarios, sino que los argentinos tengamos la decisión y la valentía de llevarlo a la práctica. (Aplausos.) Las estadísticas nos colocan ante una dolorosa realidad, pues ellas demuestran en forma irrefutable que durante los últimos años se ha ido paulatinamente disminuyendo la participación del sector laboral en el producto nacional, lo que no sólo ha importado una evidente injusticia social, sino que ha repercutido perjudicialmente en nuestro proceso de desarrollo nacional. Sólo será justo nuestro orden social cuando se logre que los recursos humanos y los materiales, unidos al avance técnico del país, permitan asegurar al hombre argentino la satisfacción de sus necesidades físicas y espirituales.
Pero deseamos desde ya alertar a quienes conciban la democracia social como un simple proceso de distribución. Para que pueda existir justicia de la sociedad para con el hombre es necesario que éste, a su vez, sea justo para con la sociedad y que no le niegue o retacee su esfuerzo. (Aplausos.) El país no solucionará los graves problemas económicos, sociales, culturales, ni la transformación social que proponemos se podrá concretar si cada hombre y cada mujer que habita en esta tierra, a la que Dios ha bendecido con tantos dones naturales, no aporta su esfuerzo para que el país pueda incrementar su producción, de manera que nos permitan satisfacer las necesidades de la familia argentina, afianzar su intercambio comercial con los otros países del mundo y cumplir acabadamente los fines del Estado. Para esa gran tarea, que importa no sólo derechos, sino también obligaciones para el Estado y para todos los sectores que integran la vida nacional, desde el más modesto hombre de trabajo hasta los más poderosos sectores del capital, sin dejar de lado a los intelectuales, profesionales y militares, convocamos a nuestros ciudadanos. Esta es la hora de la reparación nacional, a la que todos tenemos algo que aportar. Esta es la hora de la gran revolución democrática, la única que el pueblo quiere y espera; pacífica sí, pero profunda, ética y vivificante, que al restaurar las fuerzas morales de la nacionalidad nos permita afrontar un destino promisorio con fe y esperanza. (¡Muy bien! Aplausos prolongados.) Esta es la hora de las grandes responsabilidades. La transformación nacional que nuestro concepto de democracia, así como las necesidades del desarrollo y el propio índice de crecimiento demográfico nos imponen inexcusablemente a los argentinos, no podrá ser afrontada sólo por una parcialidad política, sino que demanda el esfuerzo conjunto y la responsabilidad de toda la Nación. (Aplausos.) Esta es la hora de los grandes renunciamientos de los hombres y de los grupos sociales en aras del bienestar de la comunidad; quien así no lo entienda está lesionando al país y se está frustrando a sí mismo. (Aplausos.) Nunca, en las últimas décadas, la Argentina ofreció un panorama con mayores vivencias democráticas que este que hoy queda perfilado en todo el país. Nunca el Congreso Nacional tuvo mayor representatividad, a través de sus diversos matices de opinión. Nunca hubo tantos gobiernos provinciales con expresiones diferentes en cuanto a su origen partidario. Ni nunca fue mayor la diversidad de fuerzas que hoy se instalan en cientos de comunas que han de constituir tonificante manifestación de auténtica democracia. Todas las fuerzas políticas argentinas participan desde hoy, en mayor o en menor medida, según haya sido su circunstancia electoral en el gobierno de la cosa pública. Este hecho, de suyo significativo, compromete la responsabilidad del conjunto. En este proceso de recuperación y transformación social argentina, el Poder Ejecutivo cumplirá su parte. Resguardaremos celosamente la división de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, creados por la Constitución Nacional. El país ha dado una prueba de madurez política en el proceso del cual hemos surgido los actuales gobernantes, que podemos los argentinos exhibir con orgullo, después de tantos desencuentros, ante todos los países del mundo. Esa misma sensatez ha de permitir que cualquier emergencia que pueda producirse acerca de la conveniencia, oportunidad o justicia de toda iniciativa o acto de gobierno del Poder Ejecutivo no sea un motivo de discordia política, sino que, descontamos, ha de determinar la leal colaboración y preocupación del Poder Legislativo. La crucial situación económica por que atraviesa el país; la legitimidad de las aspiraciones y esperanzas puestas en evidencia por nuestro pueblo; la necesidad de recuperar y poner al servicio de la colectividad nuestras riquezas naturales, de encauzar nuestra economía y nuestra cultura con sentido social, no pueden frustrarse; sería antipatriótico hacerlo, ya sea por mera hostilidad política o por desconfianza en los fines. Para la tarea que aguarda, mucho espera la República de nosotros. Por nuestra parte pondremos al servicio de la empresa, que acometemos con humildad y sin alardes, la más obstinada voluntad. De vuestra honorabilidad descontamos el patriótico empeño en el difícil cometido de legislar sabiamente, porque consideramos al Parlamento como institución fundamental de la democracia. Respetaremos al Poder Judicial, cuya jurisdicción e independencia aseguraremos con todos los recursos. a nuestro alcance. Así como entendemos que para salvaguardar el destino de nuestro régimen democrático, republicano, contra todas las desvirtuaciones de los grupos totalitarios, es necesario prestigiar al Parlamento, afirmo que la libertad de juicio e imparcialidad de la justicia constituyen la última y fundamental garantía de nuestro orden institucional. (Aplausos.) La existencia y la duración de las formas republicanas en el nuevo mundo dependen de la existencia y duración del sistema federativo. Gran parte de las deformaciones que nuestra forma republicana de gobierno ha venido sufriendo coinciden y son consecuencia de un proceso sistemático de desconocimiento del régimen federal de nuestra organización institucional. El avance de la Nación sobre la esfera de los derechos que oportunamente se reservaran las provincias no solamente ha importado la delegación o cercenamiento de facultades que han contribuido a crear un poder central tan fuerte, que lo hace proclive a caer en lo dictatorial, sino que al convertir a los Estados provinciales en dependientes en lo económico, en lo cultural, en lo político, en lo social, ha ido poco a poco aniquilando las posibilidades de armónico desarrollo nacional. (Aplausos.) Es necesario restablecer en su verdadera esencia nuestro federalismo si queremos afianzar la forma republicana de gobierno. Muchos de los problemas institucionales que hemos tenido, necesario es decirlo, se habrían evitado si las provincias argentinas hubieran mantenido, sin desmedro para el poder central, sus posibilidades económicas y hubieran sido lo suficientemente fuertes para impedir los excesos o desvaríos del poder central. Por ello confesamos nuestra vocación federalista, consecuencia de las convicciones republicanas del pueblo argentino, con las que nos encontramos profundamente consustanciados. (Aplausos.) La economía argentina atraviesa por una de las épocas más difíciles de su historia. Resulta incomprensible haber llegado al punto en que nos hallamos, si tenemos en cuenta que esta tierra ha sido dotada de excelentes recursos naturales y cuenta con una población excepcionalmente apta para el trabajo y las empresas del espíritu. Un desaprensivo manejo de la cosa pública ha venido a acentuar un proceso que arranca desde hace muchos años y contra el cual no se ha actuado con energía e inteligencia, lo que ha provocado los resultados que están a la vista. No afirmamos nada nuevo al señalar que atravesamos una situación coyuntural de paralización económica y desequilibrio financiero, independiente de la crisis estructural que es menester superar por medio de la adecuación de los procesos productivos, de cambio y distributivos. Pero debemos afirmar que estamos dispuestos a contribuir con nuestra acción a crear las condiciones que permitan la transformación de la realidad actual, y para eso contamos con la colaboración de nuestro pueblo, cuya capacidad y actividad creadora son sobresalientes. La acción a desarrollar tiene por meta final alcanzar en el más breve plazo dos objetivos básicos e íntimamente ligados: la posibilitación y mantenimiento de un proceso continuo de crecimiento económico y la participación activa del pueblo trabajador en una más justa distribución de la riqueza, que le permita su completo desarrollo cultural y espiritual. (Aplausos.) A estas metas no se llegará con fórmulas sorpresivas ni acciones providenciales. Nadie conoce nada que pueda superar al trabajo cotidiano y ordenado de la población. Para el aprovechamiento más eficaz de los factores es fundamental establecer el método de la programación económica, como forma de canalizar ordenada, organizada y previsoramente el trabajo y las ideas, que tendrán un marco de elevado nivel científico, trazando planes de gobierno con la colaboración de los sectores empresarios y trabajadores y la debida intervención del Poder Legislativo. Para el lapso que cubre hasta octubre de 1964, ya hemos concertado las medidas para eliminar la desocupación obrera y lograr el aprovechamiento pleno de todos los factores productivos, sumados a la defensa del valor de nuestra moneda. La programación que propugnamos será concretada en un plan de varios años que ha de ser puesto en marcha a partir del primero de noviembre de 1964 y será revisado anualmente para adecuarlo a las etapas de realización.
En el plan de largo plazo se fijarán las prioridades de inversión en el sector público y las medidas a tomar para el aliento de la actividad privada. Nuestra acción tenderá a afirmar las posibilidades del país, dueño de su presente y con plena capacidad para trazar su destino; mejoraremos, con plena autonomía, los resortes fundamentales de nuestra política económica tal como reiteradamente lo hemos expresado. Petróleo, energía eléctrica, transportes, siderurgia y servicios públicos son actividades en las cuales el Gobierno ha de jugar un papel fundamental a través de la inversión y de su explotación (Aplausos), y hemos de ser persistentes en la obtención de altos niveles de eficiencia por parte de los organismos estatales. A cada empresa del Estado corresponderá cumplir con los planes de producción fijados por anticipado ya los costos adecuados, y serán responsables de su cumplimiento los dirigentes de las mismas. Bregaremos para que los niveles actuales de producción de energía, que son incompatibles con el grado de desarrollo a que aspiramos, sean sensiblemente aumentados. Para superar este estado de cosas comenzaremos por aprovechar al máximo la actual potencia instalada, interconectando las redes del interior y del litoral, mejorándolas y complementándolas, y utilizando las soluciones que ofrece el progreso tecnológico para salvar las dificultades que prevemos en la expansión de la economía argentina, en cuanto tengan efectividad las medidas que propugnamos. Los transportes y comunicaciones serán estructurados de manera que estén al servicio del conjunto económico. Se evitarán las superposiciones para mejorar la utilización de los factores, y desarrollaremos un esfuerzo persistente para eliminar el déficit económico y financiero. En materia de política de petróleo cumpliremos lo prometido reiteradamente. (Aplausos prolongados.) Los contratos que fueron suscritos a espaldas de la ley y de los intereses económicos del país serán anulados. (¡Muy bien! Aplausos prolongados.) Yacimientos Petrolíferos Fiscales será -de acuerdo con la mejor tradición argentina- la entidad rectora de nuestro desarrollo energético. Completa el cuadro de nuestros propósitos en materia de infraestructura básica la idea del abastecimiento siderúrgico. Sierra Grande, San Nicolás, Zapla, son nombres que cimentarán la grandeza futura de nuestro país. Los Yacimientos de Río Turbio, como todos nuestros vastos recursos de minerales, serán activados para que cumplan la alta finalidad que fundamentó los ingentes esfuerzos que la Nación ha comprometido y comprometerá en su desarrollo. Alentaremos e impulsaremos por todos los medios los más altos niveles de producción industrial, con el consiguiente aumento de la demanda efectiva de la población. Un vigoroso desarrollo industrial constituye un imperativo de alto contenido social toda vez que, además de permitir la plena ocupación, facilite una mayor productividad de la mano de obra y demás factores de la producción, la afluencia de productos al mercado y la disminución de sus costos con el consiguiente mejoramiento del nivel de vida. Facilitará, así mismo, una adecuada política de sustitución de importaciones, promoverá la exportación de productos manufacturados y, adicionalmente, asegurará el equipamiento y la tecnificación agraria. El mantenimiento de un ritmo de crecimiento económico compatible con las posibilidades nacionales, compromete el impulso armónico de la producción en el agro y la industria. El agro debe entrar en una etapa acelerada de su productividad, para lo cual será necesario mejorar el nivel tecnológico actual y modificar el régimen de la tierra de modo de facilitar el acceso a la propiedad por parte de los auténticos productores (Aplausos), que gozarán de una adecuada ayuda crediticia que asegure este objetivo. La mecanización agraria, la utilización de abonos, herbicidas, vacunas, pasturas artificiales y modernos mecanismos de intermediación serán -entre otras- las herramientas para esta tarea. Por ello necesitamos realizar una acción continua en el agro, que no escatime esfuerzos por parte del gobierno y los productores, para que sea notablemente incrementada la oferta a fin de satisfacer las crecientes necesidades del mercado interno y la obtención de mayores saldos exportables que nos permitan obtener las divisas necesarias para completar nuestro desarrollo industrial. Los estímulos a la producción serán complementados por la adecuación de los mecanismos comerciales internos, a fin de permitir a los productores la captación de los frutos de sus esfuerzos por la eliminación de etapas innecesarias. El gobierno ha de orientar para ello su política crediticia, cambiaria, comercial y fiscal, de manera tal que apoye la actividad de los productores particulares en el esfuerzo que demandamos.
Se atenderá al sector privado por medio del mecanismo bancario, destinando el crédito a la atención de las actividades productivas. Consideramos conveniente la inmediata implantación del redescuento selectivo dentro de un estricto orden de prioridades, absorbiendo posteriormente el aumento de medios de pagos redundantes, conforme a coeficientes que periódicamente fije el Banco Central. Dada la actual situación de nuestra balanza de comercio externo y la tendencia de la balanza de pagos internacionales, estimamos conveniente continuar con el actual sistema de mercado único, libre y fluctuante. Las autoridades monetarias observarán muy atentamente los movimientos en el valor de las divisas para evitar distorsiones que provengan de acciones especulativas, cuya repercusión sobre el esfuerzo creador de la Nación es siempre negativa. (Aplausos.) Se halla prácticamente colmada nuestra capacidad de endeudamiento en el exterior, y gran parte de esa masa de deudas es de corto plazo. Afortunadamente, la situación de nuestra balanza comercial es favorable y la coyuntura actual del mercado internacional permite conjeturar el mantenimiento de nuestra corriente exportadora. Confiamos en que una prudente política en el manejo de nuestras divisas y un adecuado trato en nuestras relaciones financieras permitirán sortear esta situación, restableciendo el prestigio internacional en las plazas exteriores. Al mismo tiempo, se colocarán las estructuras de nuestra representación exterior al servicio de la ampliación constante de nuestros mercados, y en esta tarea no excluiremos las relaciones comerciales con ningún país que ofrezca condiciones ventajosas de intercambio (Aplausos), sin perjuicio del esfuerzo que debe dedicarse a nuestros mercados tradicionales para acrecentar y diversificar nuestras exportaciones, defendiendo el valor y la calidad de las mismas. En especial, impulsaremos decididamente la integración del mercado latinoamericano, para lo cual es fundamental propender a un mayor grado de complementación regional a través de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. La aparición de importantes mercados potenciales en el mundo afroasiáticos abre promisorias perspectivas de intercambio que han de ser debidamente consideradas en el futuro. El sector público ha sido actor constante de perturbación en el proceso económico nacional, ya sea por la aplicación de un sistema impositivo deficiente o por las distorsiones provocadas por una inadecuada aplicación del gasto público. Pondremos orden en las finanzas del país y para ello se procederá a la inmediata revisión del régimen de impuestos que ha entrado en deterioro. Se han de ordenar los entes administrativos de percepción con vistas a evitar la evasión fiscal y posibilitar la baja de las cargas que gravitan en la actualidad sobre los contribuyentes de buen cumplimiento. La más grave dificultad que afrontará el país en el primer año de nuestro gobierno es el desequilibrio presupuestario, que tiene un déficit potencial que aún no conoce la opinión pública pero que seguramente no será menor de setenta mil millones de pesos. Comprometemos nuestro más riguroso esfuerzo para reducirlo a límites compatibles con la estructuración de la política de expansión económica que propiciamos. En este sentido, la mayor recaudación fiscal proveniente del ordenamiento impositivo y de la reactivación económica, permitirá una atenuación de dicho desequilibrio, que será complementada por la disminución de los gastos e inversiones prescindibles y la reducción del déficit de explotación de las empresas del Estado mediante una administración eficiente de las mismas. Por otra parte, el citado déficit de explotación, considerablemente agravado por la disminución de los servicios, se reducirá a consecuencia de la reactivación del mercado interno. La aplicación del plan de corto plazo que, como hemos afirmado hace un momento, reactivará la economía hasta llevarla a los niveles de ocupación plena de los factores, cuidará de no afectar la estabilidad del signo monetario y la alteración del nivel de precios. El salario real de los trabajadores será defendido tenazmente por el gobierno, ya que la reactivación económica está basada en el aumento de la demanda efectiva de bienes y servicios, y cualquier alza de precios que se produzca por la deficiencia de la oferta, neutralizaría la política que se ha de emprender. (Aplausos.) El aumento del volumen de la demanda efectiva tiene que ser traducido en un aumento continuo de la producción y la consecuente baja de los costos unitarios por una menor incidencia de los gastos fijos. En este sentido, el gobierno desea contar con la comprensión y colaboración activa de los empresarios, a efectos de evitar la acción que será necesaria en caso de distorsionarse el proceso. Pero toda esa política económica poseerá el enfoque de la nueva actitud que desde hoy estableceremos en el país, poniendo el énfasis en el desarrollo y la integración equilibrada de todas sus regiones, en las cuales dormitan insospechadas posibilidades de riqueza y de progreso. (Aplausos.) El nuevo estilo social, la correlativa estabilidad política y el respeto a las normas jurídicas que estableceremos, serán estímulo suficiente para promover una corriente de inversiones del exterior, que, complementando al ahorro nacional, reanudarán vinculaciones que históricamente ha tenido la República con las demás naciones del mundo en esta materia. Estos aportes fortalecerán sin distorsiones la acción creadora de la inventiva y del genio nacional, cuyas potencias impulsaremos como un imperativo fundamental de esta hora. Es nuestra intención sistematizar la legislación laboral y previsional mediante la sanción de un código de trabajo y seguridad social (Aplausos) que afirme la participación activa de los trabajadores en todos los niveles, asegure su integridad moral y material, y contemple un sistema previsional justo. Desarrollaremos una política gremial que posibilite la unidad del sindicalismo argentino y lo preserve de la intromisión del Estado y de su instrumentación política. Comprendemos que la sola formulación técnica de planes económicos no es suficiente para la solución de los problemas argentinos. Es imprescindible comprometer el esfuerzo común de los factores decisivos de la producción, trabajadores y empresarios, en lo que llamamos el pacto social, mediante el cual deben articularse bases compromisorias para que en este campo tan delicado de la actividad no se produzcan fricciones ni desencuentros estériles. Creemos que se ha hecho ya bastante camino para lograr el entendimiento de estos sectores, y estamos convencidos de que el país cuenta con una mano de obra altamente capacitada, con cuadros de dirección sindical inteligentes y responsables, y con una clase empresaria moderna e informada, los que constituyen elementos suficientes para encarar seriamente esta apasionante tarea de estructurar una sociedad moderna, donde esté asegurada la familia y se excluyan toda clase de privilegios. (¡Muy bien! Aplausos.) Obreros y empresarios han de aceptar el compromiso que tienen frente a la Nación de resolver pacíficamente sus diferencias y ser uno de los sostenes principales de un orgulloso sentimiento nacional de suficiencia para vencer las dificultades que la República enfrenta. Cuidaremos a nuestras madres y a nuestros niños; defenderemos la salud del ser humano en todos los ciclos de su existencia, con suficiente y sana alimentación, erradicando endemias y previniendo epidemias, aplicando científica y moderna medicina social, sanitaria y asistencial. Será una de nuestras máximas preocupaciones arbitrar personal técnico y recursos sin limitaciones para atender en forma total este irrenunciable deber del Estado. (Aplausos.) Es principio fundamental que “el desarrollo económico debe ir acompañado y proporcionado con el progreso social”. Coincidimos con el papa Juan XXIII cuando afirma en su ya histórica encíclica que «la riqueza económica de un pueblo no consiste solamente en la abundancia total de los bienes, sino también, y más aún, en la real y eficaz distribución según justicia, para garantía del desarrollo personal de los miembros de la sociedad, en lo que consiste el verdadero fin de la economía nacional”. Tengamos siempre presente que mientras no se acorten las diferencias, las desigualdades de hecho serán mucho más efectivas que las ilusorias igualdades de derecho. (Aplausos.) Salarios justos, con real valor adquisitivo; vivienda digna y techo para todos; derecho a la salud, mediante un eficaz sistema asistencial que cubra a toda la población; sistema previsional eficiente.
He ahí sintetizado el más ambicioso de los programas. Cumplirlo será nuestro gran objetivo. «La clase obrera -recordamos a Crisólogo Larralde- (Aplausos prolongados), la única clase, porque de su carne y de su sangre nacieron el sabio, el descubridor, el estadista, el sacerdote, el guerrero, el pacifista, el revolucionario y el verdugo, el poeta y el santo, y hasta el rico, esa clase única está marchando, y si no se demora en tratos venales, ni en la faena mercantil de su propio destino, llegará al campo abierto de la vida en libertad, con derechos totales, con seguridad y fuerza para afirmar el bienestar humano. Entonces todos seremos obreros de alguna cosa:” (Aplausos.) Nuestra era asiste al desarrollo de la ciencia en términos inéditos pocas décadas atrás. La facultad de producir y controlar nuevas energías califica la época contemporánea, pero no es menos importante lo que se ha logrado en la lucha contra las enfermedades o en la tarea de comunicar íntimamente al género humano. Esos esquemas nuevos para la nueva coyuntura nacional se cruzan con los esquemas del mundo. La segunda parte del siglo XX nos ofrece una ciencia enriquecida, y debemos por ello, junto a nuestra conciencia nacional, aprovechar los resultados modernos del progreso, y por medio del esfuerzo, dejar nuestra demorada realidad superando el deterioro físico y moral, económico y social, científico, técnico e intelectual que la inercia ha provocado y recuperar tanto tiempo perdido. Nadie podrá ignorar que una gran causa nacional argentina nos espera, y una fuerte voluntad no exenta de suavidad y diálogo será el método por utilizar. La aplicación de la ciencia y la tecnología supone la necesidad de dar constante impulso a la enseñanza, haciéndola accesible a cantidades crecientes de habitantes y promoviendo la especialización técnica de éstos. El pleno desarrollo de la personalidad moral, cultural y física de nuestro pueblo supone una reforma de la educación que garantice idénticas posibilidades a las nuevas generaciones, capacitándolas para el cumplimiento de la responsabilidad nacional y humana que les compete. Debemos acrecer el número de nuestros técnicos, procurar su estabilidad y evitar su éxodo; estimular sus afanes de progreso, su imaginación creadora, su responsabilidad ante el desafío que les lanza la angustia y la esperanza de los hombres. El gobierno, como ha sido señalado antes, ha de remover los obstáculos presentes y promoverá la necesaria infraestructura económica y social, preservando el precioso bien de la libertad, sin el cual la ciencia no florece ni cumple su destino trascendente. La vastedad de la tarea a cumplir en el ámbito educativo compromete por sí sola un programa de realizaciones que obligará a volcar en esta materia todos los recursos necesarios.  Nos pondremos así a crear sin miedo la nueva cultura, como meta larga y vieja aspiración, jerarquizando al país ante nuestros descendientes, dando lugar a la juventud para que ella se pueda realizar y componer una sociedad dinámica y moderna, con un bien perfilado rumbo moral. Signos contradictorios se advierten en América y el mundo. Mientras el alivio que ha creado el reciente pacto para la desnuclearización afirma la idea de que la paz se abre camino en la Tierra, recientes episodios de fuerza ensombrecen el panorama de nuestra América. Es muy sensible que esto último ocurra, por cuanto afecta de manera notable las posibilidades de Latinoamérica. Deben comprender las fuerzas gravitantes en estos pueblos que cada uno de estos episodios constituye un paso atrás en el camino del progreso de nuestras naciones, que sólo se podrá lograr cabalmente el día que tengan consolidada democráticamente su paz interior. No puede ignorarse que hay causas profundas que generan estos efectos perniciosos. Removerlos tiene que constituir una de las grandes metas de nuestro tiempo y de nuestro continente, que debe integrarse armoniosamente en la efectiva vigencia de la democracia, Debemos tener en cuenta que la paz ya no consiste sólo en el equilibrio del poder de las grandes potencias, sino tambIén en dar a las naciones sin desarrollo las oportunidades y los medios para hacer desaparecer la tremenda humillación de su desigualdad y de la miseria en que viven sus habitantes Para universalizar la paz hay que universalizar el progreso y el bienestar (¡Muy bien! ¡Muy bien! Aplausos.) América no puede ser únicamente una nomenclatura geográfica, sino que tiene que ser una unidad activa orientada y orientadora, complementaria de un orden universal. Volvemos, pues, a la preocupación de Hipólito Yrigoyen (Aplausos) para afirmar «la emancipación de nuestros gobiernos en cuanto a su política exterior» y para que «esta parte del mundo pueda hacer sentir que, si se toma una decisión es por su propia voluntad libre». (¡Muy bien! Aplausos. ) Debemos hablar con claridad de los motivos para encontrar prontamente las soluciones. La OEA no se hizo para hacer el desarrollo hacia adentro, sino para crear una defensa hacia afuera. Había peligros evidentes que justificaron esa preocupación. Pero frente al problema de América latina como existencia y crecimiento la Organización sufre la heterogeneidad de su composición. En efecto, en ella se han reunido dos mundos: un mundo hecho otro mundo por hacerse. Un mundo tiene la lógica preocupación de su defensa; el otro tiene la perentoria necesidad de su crecimiento. (Aplausos)
El desarrollo, de esa manera conseguido en etapas tan diferenciadas, posterga la solución que cada uno procura para su caso. No es fácil comprenderse, aun existiendo la mejor buena voluntad de ambos mundos. Consideramos que es la hora de que la dirección y ejecución del desarrollo en América latina se latinicen. Nosotros creemos, con profunda fe, en los fines de la Alianza para el Progreso. Podemos decir que el programa de la Alianza es el programa que piensa realizar nacionalmente el gobierno que hoy se inicia. Estamos totalmente dispuestos a hacer el esfuerzo propio. Por eso mismo consideramos que si no se latiniza la dirección del desarrollo continental, seguiremos dependiendo de un esfuerzo ajeno para llevar a cabo nuestro desarrollo. (¡Muy bien! Aplausos prolongados.) No habrá, para nosotros, países grandes que debamos seguir ni países chicos que debamos dirigir. (Aplausos.) Habrá solamente pueblos y seres humanos igualmente respetables, a cada uno de los cuales ofrecemos una amistad sin prevenciones. Pacífica, pero incansablemente, seguiremos procurando la integración del territorio patrio. Queremos que la geografía nacional sea efectiva en las Malvinas y en la Antártida Argentina (Aplausos prolongados.) La soberanía nacional tiene que quedar afirmada como un imperativo irrenunciable. No puede escapar a nuestra preocupación de gobernantes, la importante función que corresponde a las fuerzas armadas en el proceso de la recuperación nacional. Custodias de la soberanía argentina, son las depositarias de una tradición que compromete con sentido trascendente su tarea, que no ha sido solamente la de llevar sus armas para la hazaña de ganar medio continente a la causa de la libertad, sino que han cumplido, en todos los tiempos, fecunda acción civilizadora. En este aspecto de su quehacer, no menos importante que el considerado como específico de las fuerzas armadas, siempre estuvieron identificadas con los grandes objetivos del progreso nacional. Ayer consolidaron nuestras fronteras, yen los lejanos lugares y mares del Sur cumplieron y cumplen una encomiable labor de afirmación argentina, complementada con manifestaciones de alto valor científico Defendieron el patrimonio de la Nación afirmando una política emancipadora que vincula el nombre de uno de sus más ilustres jefes a la gesta del petróleo argentino. Otro ilustre militar promovió el desarrollo siderúrgico elaborando un plan, cuya concreción definitiva sigue constituyendo una gran aspiración para impulsar nuestra industria pesada. En la actualidad, las fuerzas armadas cumplen tareas que representan un positivo aporte a las más diversas manifestaciones de la vida nacional, acción que deben intensificar y que debe conocerse para un mejor esclarecimiento de la opinión pública. (Aplausos.)
En los últimos años, el desencuentro argentino las llevó a enfrentamientos dolorosos y a desenvolver una tarea que no era la propia y que, en nuestro ordenamiento institucional, no es la prevista para las fuerzas armadas. Pero ellas comprenden al igual que los civiles que es necesario volver a la normalidad, al área de la Constitución; porque hay demasiado por hacer en la Argentina, para que esta institución fundamental se comprometa en episodios que están reservados al poder civil. (Aplausos prolongados.) En este proceso de reparación nacional, las fuerzas armadas incorporadas naturalmente a la tarea común, deben armonizar esfuerzos para consolidar la paz interior y contribuir al bienestar general de la patria. Este Poder Ejecutivo tiene confianza en el pueblo argentino todo y fe en el porvenir. Participan de esa confianza y de esa fe las fuerzas armadas. Ellas también podrán sentirse confiadas y seguras, porque todas sus dificultades serán superadas con gran espíritu de imparcialidad y justicia, que permanentemente alentará el nuevo gobierno. (Aplausos.) Implantaremos en la administración pública un sentido moral y normas de austeridad que restablezcan la fe y la confianza del pueblo en sus gobernantes. Proyectaremos, colaborando con vuestra honorabilidad, una legislación que castigue severamente el enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos (Aplausos prolongados) ya quienes sean instigador es o cómplices de tales hechos. Señores: el odio y la violencia son vacíos por sí mismos, porque los que se lanzan a la violencia o a la inescrupulosidad, no tienen que vencer nada, ni en su corazón, ni en su inteligencia. Debemos luchar por el hombre mismo, porque es la evidencia humana la que hace bambolear los tiranos y falsos dioses y si no sabemos con seguridad que nuestra verdad es la verdad, sabemos bien, en cambio, dónde está la mentira. Si nos esforzamos en formar una conciencia nacional, con justo sentido moral, no nos desesperaremos nunca, ni nos agotará cualquier encarnizada adversidad, porque sabemos también las razones fundamentales de por qué luchamos, y desterraremos el temor y será superada cualquier acción psicológica que pretenda desnaturalizar nuestras rectas intenciones. En este obstinado combate para lograr una justa convivencia nacional, no asumimos el poder para dominar nuestro país, sino para servir a su grandeza, no apartándonos jamás de la Constitución y de la ley, asegurando a todos nuestros conciudadanos iguales derechos y responsabilidades. (Aplausos prolongados.) Nos moderaremos constantemente para no ceder a los agravios contra las virtudes republicanas, y acompañaremos y comprenderemos a nuestro pueblo para que todos cumplamos con nuestro deber: sentir la patria, y servirla en profundidad y con sencillez. (Aplausos.) Somos conscientes de la responsabilidad que importa el honor con que el pueblo y los partidos políticos generosamente nos han honrado, así como también de la multiplicidad y complejidad de los problemas que deberemos afrontar; pero tenemos la firme convicción de que con la ayuda de la divina Providencia y de todos los sectores de la nacionalidad, el país podrá ver concretado un porvenir venturoso de paz y justicia. Señores embajadores: agradecemos vuestra presencia en esta Asamblea y os rogamos llevéis a vuestros países las seguridades de nuestra vocación democrática y nuestros deseos de poder ser útiles, en alguna medida, a la causa de la humanidad. Dicha concepción tiene valor universal, y al afanarnos por concretarla, estamos trabajando no sólo para la Argentina o América, sino para el mundo. Señores legisladores: es tiempo nuevo el que empieza. Levantemos bien alto las divisas precursoras, congregando a todos para la hazañosa faena, como en las horas liminares. El país retomará su puesto de prestigio entre los pueblos libres del mundo. Hay una meta fijada que debemos alcanzar: la felicidad de la patria. (Aplausos prolongados. Los señores legisladores y el público, puestos de pie, aclaman al excelentísimo señor presidente de la Nación.)
Mensaje al Congreso Nacional, del 1 de mayo de 1965. 
Señores senadores, señores diputados: la prescripción constitucional que me impone declarar inauguradas las deliberaciones de vuestra honorabilidad, me ofrece la tribuna de este recinto para el mensaje al pueblo de mi país, representado por los señores legisladores. La Nación trabaja en paz y vive en el orden propio y natural de una comunidad evolucionada y culta. Es la normalidad bajo el imperio de la norma jurídica común, sin regímenes de excepción que la violenten. Toda idea puede expresarse. Por primera vez, en mucho tiempo, en la instancia soberana del sufragio, sin desigualdades, el pueblo de la Nación se ha encontrado en la cita libre de las urnas, y después de 35 años los actos precomicial, comicial y poscomicial fueron normales. Es la ciudadanía votando la que marca los rumbos, reflejando en los matices de la opinión nacional las consignas por las cuales está dispuesta a bregar. y nadie puede reemplazar, cualquiera sea el método que se emplee, el mandato de un pueblo, consagrado por el sufragio libre. Hombres y mujeres expresaron sus preferencias sin hesitaciones, y estas últimas, que han demostrado una evidente madurez política, madre, hija, esposa, lo hicieron con la serena tranquilidad de quienes saben que Ia paz es la suprema conquista que propicia el progreso cierto. El texto constitucional por el cual la Nación garantiza a las provincias el goce y ejercicio de sus propias instituciones, tiene una larga y cruenta historia de raíces profundas en nuestro pasado. Las experiencias vividas en la aplicación -y muchas veces en la desnaturalización- de este instituto, imponían la necesidad de refirmar su vigencia y su auténtico sentido para volver a un efectivo federalismo político y económico. El Poder Ejecutivo, que lo vive y lo siente con profunda vocación, puso su más decidido empeño en restaurarlo. Los poderes nacionales, provinciales y municipales ejercitan libremente sus facultades, en equilibrio armonioso, en recíproco respeto y en mutua comprensión que facilita la complementación y coordinación de jurisdicciones encaminadas al bien común y en los conflictos que pudieron suscitarse, el gobierno procuró su solución dentro del libre juego de las instituciones locales. No se hace el progreso sumando negaciones, sino bajo el signo positivo de las coincidencias, y éstas se producen cuando el quehacer político tiene el cauce de organizaciones vigorosas, responsables y representativas de la opinión pública que son intérpretes leales de su sentir y de su necesidad. El fortalecimiento de los partidos políticos es requisito indispensable para la integración de la democracia. La ley de los partidos políticos, aprobada por el Honorable Congreso, es una contribución lógica. La elaboración de este instrumento vital resultó del estudio de los antecedentes doctrinarios, jurisprudenciales y legislativos y de la necesaria consulta a los diversos organismos políticos, para que fuera un aporte con sentido permanente con el interés de la República como único destinatario, que se tutela afirmando las instituciones y afianzando a los partidos políticos que le dan vida, en la elaboración y análisis de ideas y doctrinas. La República tuvo así un estatuto honesto, bajo cuyas normas se realizaron las elecciones del 14 de marzo, y el pueblo refirmó su vocación democrática en el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos. La consecuencia natural será la intervención de sus representantes en las deliberaciones y decisiones para afianzar el régimen republicano, representativo y federal.
La Defensa Nacional
Vuestra honorabilidad tiene a estudio el proyecto de la nueva ley de Defensa Nacional. No dudo habrá de merecer la urgente preocupación le los señores legisladores. Necesitamos de este instrumento legal, porque él nos posibilitará la incorporación de nuevos conceptos que en esta materia imperan en el mundo y la modificación de las estructuras que constituyen el basamento en la defensa nacional. Se posibilitará la acción conjunta del pueblo en la defensa y la acción armónica y eficiente de las fuerzas armadas de la Nación, sin superposiciones que esterilizan esfuerzos. Destacamos en nuestro anterior mensaje la falta de material con que deben desenvolver su acción Ejército, Marina y Aeronáutica, y dijimos que era propósito del gobierno facilitar, dentro de los constreñidos límites a que nos obliga la situación económica y financiera del país, el reequipamiento, incluyendo los adelantos técnicos científicos que la modernización de las fuerzas exige. Puedo anunciar a vuestra honorabilidad la concertación de un acuerdo de ayuda reciproca con los Estados Unidos de Norte América, que ha permitido la obtención de valiosos equipos para las fuerzas armadas, sin que implique desembolso alguno para el país ni que la República asuma compromisos adicionales ni decline de los derechos que posee como nación soberana. Complementaremos el equipamiento de las fuerzas armadas mediante un plan coherente y racional de adquisiciones, valorando en conjunto las necesidades de las tres fuerzas con las sumas incluidas en los actuales presupuestos y con un marcado ahorro. De esta manera, sin sacrificios para la economía nacional y sin angustias para nuestras finanzas, contaremos con el material indispensable para el adiestramiento y capacitación de nuestras fuerzas, al par que afianzaremos la indispensable seguridad en la defensa del país. El Ejército Argentino ha programado su reestructuración general para adecuarlo a las nuevas técnicas y conceptos. El plan de reestructuración ha sido estudiado por las autoridades militares competentes. La capacidad y eficiencia de los jefes y oficiales que lo han concebido ha llevado al Poder Ejecutivo a prestarle su aprobación y apoyo. Me complace destacar que esta reestructuración, que tiene por objetivo alcanzar una mayor perfección en la organización de nuestro Ejército, importa trabajo e incomodidades que él mismo se ha impuesto. Es más relevante el esfuerzo realizado si se advierte que para su ejecución no se demandan mayores sacrificios al erario público, pues se financia con sus propias economías. ……………………………………………………………………………………………………………….
Este ha sido el año de la Siderurgia Argentina.
Desde el 12 de octubre de 1964 hasta el 31 de marzo próximo pasado la producción de acero crudo llegó a alrededor de 1.300.000 toneladas, y la de laminados terminados a 1.275.000 toneladas. En octubre del mismo año inauguramos la ampliación de los Altos Hornos Zapla, con lo cual quedó completada la primera unidad siderúrgica integrada del país que cumple un objetivo de desarrollo regional de indudable importancia. La Sociedad Mixta Siderurgia Argentina, prosiguiendo su plan de expansión, obtuvo un crédito del Banco de Importación y Exportación que le permitirá elevar su capacidad de producción anual de acero a 1.100.000 toneladas, y está terminando las especificaciones del proyecto correspondiente a la segunda etapa que le permitirá alcanzar una capacidad de producción de 2 millones de toneladas Se ha dado aprobación definitiva a importantes proyectos del sector.
privado que han recibido apreciables financiaciones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y del Banco Interamericano de Desarrollo lo que permitirá ampliar sustancialmente la’ capacidad productiva de los establecimientos favorecidos. Tanto la producción alcanzada como la materialización de sus importantes proyectos justifican la afirmación de que éste ha sido el año de la siderurgia argentina.  Bajo la responsabilidad de Fabricaciones Militares se encuentran en sus últimas fases las tareas de prospección minera del plan cordillerano, debiendo destacarse que, como consecuencia de estas labores, ha sido establecida en la provincia de Mendoza la existencia de condiciones geológicas que típicamente corresponden a las que constituyen las acumulaciones minerales llamadas de cobre diseminadas. Este hecho reviste especial significación, por cuanto abre favorables perspectivas para la eventual localización de importantes yacimientos comerciales. Bajo la supervisión de Fabricaciones Militares, se ha cumplido la primera etapa de los estudios de los planes de explotación de Sierra Grande. La Fábrica Nacional de Aviones de la Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas ha pasado por momentos difíciles de evolución, pero se han tomado todas las medidas necesarias para su afianzamiento económico y financiero, a fin de que sus esfuerzos se vuelquen, fundamentalmente, en la industria aeronáutica, que es la razón de su existencia. En el sector de la industria naval, Astilleros y Fábricas Navales del Estado ha continuado sus tareas de promoción y actividades productivas, entregándose diversas unidades que han de proseguir a ritmo creciente en el plan de construcciones navales. Contrataciones en trámite aseguran una actividad permanente y el progreso de la industria naval, que mi gobierno está dispuesto a alentar. Las fuerzas armadas no sólo han cumplido con eficiencia y vocación sus funciones castrenses, sino que también han puesto particular empeño en la acción civil, cooperando con numerosas obras. Así, han incorporado nuevos tramos de caminos y líneas de comunicaciones alámbricas e inalámbricas; han cooperado con servicios de sanidad en beneficio de la población civil; construido nuevos aeródromos; perfeccionado los medios de apoyo a la navegación aérea comercial; contribuido con rápida y eficaz colaboración en !os casos de catástrofes, incendios e inundaciones; y continúan resolviendo el problema del transporte y de las comunicaciones en las lejanas zonas de la Patagonia. La cooperación de las fuerzas armadas en las actividades de la educación, la cultura, las artes, etcétera, es elocuente muestra de preocupación en pro de la difusión de todas las manifestaciones del espíritu. Las experiencias en lanzamientos de cohetes han excedido el campo de la experimentación estrictamente militar, para canalizarse, en colaboración con la Universidad de Tucumán y otros centros científicos del país, en el estudio de la atmósfera mediante lanzamientos de exploración, coordinados con centros científicos de los Estados Unidos y de Francia. Estas manifestaciones de alta tecnología constituyen una auténtica expresión del nivel de un país que aspira a ocupar un lugar destacado en las disciplinas científicas y en la investigación como instrumento de paz y de colaboración entre los pueblos.
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Afirmar nuestra personalidad internacional
La política cumplida ha procurado afirmar nuestra personalidad en el campo internacional favorecer la presencia del país en el exterior. ajustándose a sus formas tradicionales de conducta, de respeto por todas las naciones, igualdad de trato y no intervención en los problemas internos y autodeterminación de los pueblos, contribuyendo a la seguridad mundial, mediante una política apta para mantener la paz y defender y promover su concepción de vida, sin pretensión de imponerla a país alguno.  Dentro del ámbito regional actuamos fraternalmente con los demás pueblos de América, a cuya unidad aspiramos, y hemos defendido la Organización de los Estados Americanos como instrumento regional indispensable; contribuiremos al mejoramiento de su mecanismo con iniciativas recomendadas por la experiencia. En la Primera Conferencia Interamericana Extraordinaria se aprobó la iniciativa argentina de admisión de nuevos Estados miembros para que ella se enriqueciera con el aporte racial, cultural y político de nuevas nacionalidades surgidas en nuestro continente, a condición de que fueran países realmente libres e independientes y no comprendieran territorios disputados por algún Estado miembro a un país extracontinental. En la Segunda Reunión Extraordinaria, a realizarse en el mes de mayo en Río de Janeiro, es nuestra intención proponer una reunión anual de cancilleres para que América cuente con un cuerpo permanente y oportuno para la dilucidación de todos sus problemas. Este consejo sería complementado por una organización americana del trabajo en la que, sin perjuicio de las facultades asignadas y eficientemente cumplidas por la Organización Internacional del Trabajo, se ponga en contacto a los trabajadores americanos para igualar y mejorar las condiciones de existencia sobre la base firme de la unidad de los pueblos de América. Hemos dado nuestro apoyo a la aplicación del contrato americano de asistencia recíproca, pero pensamos que si la asistencia merece darse en todos los casos de agresión o amenaza de agresión, también debe darse para corregir los males económicos y sociales que afligen a nuestros pueblos. Por eso es que la Carta de Alta Gracia y la Alianza para el Progreso deberán integrarse en un tratado de asistencia recíproca.  En las relaciones extracontinentales ofrecimos nuestra buena voluntad para todos los pueblos, convencidos de que la convivencia pacífica no sólo es una imposición de este proceso de acortamiento de las distancias en el mundo que nos ha vuelto vecinos a todos, sino también una actitud indispensable para asegurar la paz y el bienestar. Tenemos una preocupación permanente por la paz. Estamos dispuestos a contribuir para la eliminación de todo tipo de guerra atómica convencional o revolucionaria. También llamamos la atención sobre la existencia de un factor provocador permanente de la guerra, cual es la agresión subversiva o la guerra revolucionaria. Es que, evidentemente, disfrazada de revolución o de mera actividad política, desde el exterior puede llevarse a cabo una agresión que, aunque no armada o propiamente militar, es políticamente subversiva. La Cancillería argentina presentó en la IX Reunión de Consulta realizada en 1964 la fórmula por la cual deben considerarse como ataque armado, que da derecho a la legítima defensa propia o colectiva, los casos de agresión subversiva. Con esta fórmula, aceptada ya por los países americanos, se ha dado al derecho de no intervención un eficiente mecanismo defensivo. Con ese realista sentido de que la intervención que debemos impedir no sólo está en los hechos evidentes, sino también en los hechos ocultos o causantes, juzgará nuestro representante ante la Organización de Estados Americanos los dolorosos sucesos en Santo Domingo. Señalará la responsabilidad correspondiente, sea quien fuere, a quien deba atribuirla y hará todos los esfuerzos para la paz entre los hermanos dominicanos, y en defensa de sus derechos a darse las instituciones, los sistemas y los gobernantes que libremente elijan. (Aplausos prolongados.)
Malvinas: nuestro deseo reivindicatorio se ha internacionalizado.
En celosa custodia de nuestra soberanía, ponemos especial empeño en la defensa de nuestra integridad territorial. Es por eso que la recuperación de Las Malvinas ha tenido, en el proceso ininterrumpido de la vocación argentina, una característica trascendente y nueva. La cuestión de Las Malvinas ha dejado de ser un planteamiento entre el país ocupado y el país ocupante. Nuestro anhelo reivindicatorio se ha internacionalizado, y gracias a la justicia de nuestra causa, al respeto de los pueblos hermanos, al esfuerzo universal de nuestra defensa y al mérito de los antecedentes históricos y jurídicos que han servido para formularla, hemos encontrado una acogida decidida y completa de los gobiernos representados en la Organización de los Estados Americanos. y hemos logrado que la Comisión de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas, por unanimidad, aconseje a la Asamblea General se resuelva que habiendo un conflicto entre el país ocupante y el país ocupado, ambos deben entrar en conversaciones para resolverlo. Por primera vez, el Reino Unido, al expresar los fundamentos de su actitud, pone de manifiesto la injusticia de su causa y las razones morales y jurídicas para una pronta rectificación. Fundado en razones científicas, jurídicas y políticas de universal acogimiento, hemos promovido ante vuestra honorabilidad el propósito argentino de declarar, categórica y definitivamente, que corresponde en forma plena y absoluta a la soberanía territorial argentina la plataforma continental y el mar epicontinental hasta la isobata de 200 metros. (Aplausos.) No podemos consentir indiferencia ante una Patagonia sumergida y en la cual la expresión de nuestra soberanía no se hubiese hecho presente. Hemos declarado que, aun consecuentes y cumplidores de las obligaciones internacionales contraídas por la Nación, no nos sentimos cómodos dentro del Tratado Antártico, salvo en lo referente al fomento de una comunidad científica. Mientras tanto, sigue el esfuerzo y el sacrificio argentino en el territorio antártico. Siempre habíamos ejercido soberanía en el espacio aéreo; porque consideramos como formando parte del territorio nacional, no sólo el espacio plano, sino también el espacio volumen. Pero la utilización del espacio ultraterrestre con fines científicos, ha ido creando un criterio jurídico internacional que puede resultar peligroso para la seguridad y los derechos de nuestras naciones. Hemos llamado la atención a ese respecto en la última asamblea de las Naciones Unidas.
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Educación, 100% mas presupuesto
Desde el comienzo de nuestra existencia institucional ha sido tradición argentina el afianzamiento de la educación. Esta responsabilidad no admite atenuaciones ni desfallecimientos. La preocupación conjunta del Poder Ejecutivo y de vuestra honorabilidad determinó que para 1965 se incrementara más del ciento por ciento el presupuesto total de la rama de educación. Fue así posible actualizar el nivel salarial de los educadores y ello se realizó en dos oportunidades desde que hace un año declarara inaugurado el anterior período legislativo. Este núcleo tan numeroso de servidores públicos, así como millones de alumnos de todo el país, desarrollan sus actividades en edificios que en escasa proporción son propiedad del Estado y sólo en reducida cantidad pueden ser considerados funcionales y adecuados. Para la enseñanza media se incluyeron en el presupuesto mil cien millones de pesos con destino a construcciones y reparaciones, estructurándose un plan para la construcción de nuevos establecimientos por cinco mil millones de pesos. Con este mismo fin se remitió a vuestra honorabilidad un proyecto de fondo escolar permanente, que cuenta con la sanción del Honorable Senado y que admite también la cooperación de esfuerzos con los poderes provinciales, municipales y entidades de bien público. Varias universidades nacionales, mediante convenios, recibieron fondos para invertir en obras, sin perjuicio del refuerzo de sus presupuestos en mil doscientos sesenta y cuatro millones de pesos para atender gastos generales y planes de reequipamientos. Para la consecución de todos estos fines se ha contado también con el aporte de la enseñanza privada. Su presencia en el país y su contribución se han evidenciado en una labor efectiva, realizada en común con la educación pública. En resguardo de los intereses de los destinatarios de la enseñanza privada, el Poder Ejecutivo ha dictado este año normas sobre nuevas exigencias de incorporación al sistema oficial. El constante crecimiento de la población estudiantil en los distintos niveles ha requerido, no obstante el ya señalado déficit edilicio, la creación de nuevos colegios y de cursos, grados y divisiones. En la rama primaria se habilitaron nuevos edificios escolares, casi en su totalidad en el interior del país, y se crearon nuevas escuelas. Lo que preocupó, esencialmente, fue asegurar la asistencialidad escolar, para lo cual se instalaron 1.431 comedores escolares y se dotó a 50.000 niños con equipos de vestimenta ya 500.000 con equipos de útiles y ropa, y se habilitaron sólo en los alrededores de la Capital Federal doce nuevos centros médico-odontológicos y se atendió a la preservación de la sanidad del alumnado. Así como se ha alentado el incremento de la concurrencia escolar, se ha promovido el perfeccionamiento docente. En distintos niveles se ha logrado un creciente interés en el magisterio y el profesorado, por la actualización de métodos y conocimientos. Una estrecha relación con la UNESCO ha sido detalle destacable en este campo. El país ha sido lanzado a un intensivo programa de alfabetización. Sobre la base de los organismos encargados de la educación y las Fuerzas Armadas trabajando de consuno, se ha dado iniciación a una labor que se extenderá durante los próximos años, para erradicar el analfabetismo y el semianalfabetismo. El firme propósito de estimular la educación técnica ofrece sus primeros frutos. Sus talleres, laboratorios y material escolar recibieron en 1964 inversiones que incrementaron en el 620 por ciento las del año anterior, proporción que superará el mil por ciento, de acuerdo a las previsiones para 1965. Se crearon y organizaron nuevos establecimientos y se aumentó en el 320 por ciento respecto de 1963 lo invertido en comedores escolares e internados para estudiantes técnicos del medio rural. El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas ha continuado desarrollando sus tareas de promoción, orientación y coordinación científica, con la cooperación de sus comisiones asesoras y regionales que le permiten desenvolver su obra en todo el país. Uno de sus principales objetivos fue ayudar a la formación de investigadores, para lo cual se acordaron 130 becas en el país y 78 en el extranjero, para que perfeccionaran sus conocimientos bajo la dirección de maestros acreditados. Los que demuestren capacidad creadora y realicen obra original tienen la posibilidad de ingresar a la carrera del investigador científico, en la que pueden permanecer mientras persista su actividad. El Consejo contribuye, así mismo, a la realización de investigaciones mediante subsidios, con los que también apoya congresos, publicaciones y otras actividades científicas. Ha establecido varios institutos propios y promovido diversas medidas favorables al progreso de la ciencia en el país. Todo ello ha significado un cambio importante en las condiciones para el trabajo de investigación en la Argentina. La reciente creación de la Subsecretaría de Cultura ha permitido reunir orgánicamente la actividad cultural a cargo del Estado. Esas manifestaciones se difunden en amplios sectores populares. Si bien la Capital de la República, por su cosmopolitismo y vastedad, constituye su caja de resonancia, ha sido preocupación del Poder Ejecutivo que todo el territorio de la Nación alcance sus beneficios. Consideramos tan demostrativo como auspicioso, en ese orden, el hecho de haber establecido en la Antártida Argentina una biblioteca pública, avanzada cultural primera en su género y al inmediato servicio del personal científico y armado allí destacado. ……………………………………………………………………………………………………………….
Justa retribución del trabajo y pleno empleo
Asegurar la paz social y crear un clima de colaboración en el campo del trabajo, constituyen el objetivo más importante de nuestra política laboral. Para servirlo se declinaron todas las impaciencias, con la íntima esperanza de que la sensatez y los anhelos de tranquilidad de los trabajadores habrían de superar en definitiva consignas espectaculares, que no tienen en cuenta casi nunca que sólo el trabajo ordenado y eficaz es capaz de acrecentar el bienestar en forma permanente. La determinación del gobierno de forjar un instrumento legal que, reglando con honestidad la vida de los partidos permitiera la integración del cuerpo electoral de la Nación, asegurando a todos los bienes de la libertad política, estuvo también presente en la recta aplicación de las leyes que reglan la vida de los sindicatos para que estas asociaciones, que asumen tanta responsabilidad en el Estado moderno estuvieran al margen de las luchas partidistas. Debe entenderse definitivamente que el sindicato es instrumento de todos los trabajadores, que tampoco allí debe haber proscripciones y que no es lícito utilizarlo en beneficio de las parcialidades, sobre todo cuando está expedito el camino de los partidos políticos y aseguradas las libertades (Aplausos prolongados.) Hemos dicho, y lo reiteramos, que mantendremos y aplicaremos la ley de asociaciones profesionales (Aplausos), en tanto sea un instrumento de progreso y de concordia, y hasta tanto no encontremos, a través de la controversia fecunda, los mecanismos que la perfeccionen. Su reglamentación, que concluirá a la brevedad, ha de servir para precisar sus alcances y garantizar el ejercicio más amplio posible de la libertad sindical. No puede perderse de vista que nuestra legislación establece privilegios especiales para las entidades con personería gremial reconocidas por la ley, tanto que las otras que no la poseen, no pueden ejercer prácticamente representación sindical alguna. Y esto exige que el sindicato que goza de esos privilegios, sea el órgano representativo de los intereses de todos los trabajadores de la respectiva actividad, para lo que no podrán hacerse discriminaciones filosóficas, políticas, raciales o religiosas y mucho menos instrumentaciones para que sirvan al Estado, a las empresas o a las facciones. Esto está en la letra y en el espíritu de la ley; está, además, en nuestra filosofía de gobierno, y como las leyes deben ser cumplidas por todos, advertimos que quien viole sus obligaciones no podrá esperar sus beneficios. (Aplausos prolongados.) De este modo y con esta claridad, refirmamos lo que dijimos a vuestra honorabilidad el 12 de octubre dc 1963 “Desarrollaremos una política gremial que posibilite la unidad del sindicalismo argentino y la preserve de la intromisión política.” La política laboral cumplida ha mantenido la necesaria coherencia con el manejo de las cues tiones económicas, cuyos objetivos no pueden desentenderse de las cuestiones sociales. Los grandes lineamientos en esta materia, han sido: una mejor distribución de la riqueza, basada en una justa retribución del trabajo, política de pleno empleo, respeto de la libertad sindical y de la independencia y autonomía de las asociaciones profesionales de trabajo, participación de las mismas en el planeamiento del desarrollo económico. La ley 16.459 de salario mínimo vital y móvil, sancionada por el Honorable Congreso de la Nación -que concretó una justa aspiración de los trabajadores-, puso en funcionamiento el Consejo Nacional de Salarios en el que representantes de los trabajadores, de los empresarios y del Estado, en diálogo permanente, echaron las bases fundamentales de esta nueva institución. La experiencia recogida en este consejo ha de permitir su extensión a otros organismos de la vida económica y social donde resulte indispensable idéntica conformación. El Consejo Nacional del Salario Vital Mínimo y Móvil ha fijado recientemente por segunda vez el nivel que corresponde al salario mínimo en 16.500 pesos para la familia tipo. Ha jugado en la oportunidad debida el mecanismo de la ley para compensar la elevación del costo de la vida, lo que al par que restituye el salario al nivel fijado con anterioridad, prueba que las previsiones de vuestra honorabilidad han sido cumplidas sin demora, lo que despertará la confianza de los trabajadores en una ley tan trascendente. Como consecuencia de la ley de salario vital mínimo y móvil y de los aumentos establecidos por el régimen de convenciones colectivas. el nivel general de salarios en el año 1964 creció con relación al periodo anterior en un 28,9 %, mientras que el índice de costo de vida lo hizo en menor medida, con el 22,1%. Esta diferencia de crecimiento determinó que el salario real en el año 1964 alcanzara un incremento positivo del 6,8 % con respecto al año anterior. Proteger a la familia en todas las circunstancias ha sido y será preocupación primordial y constante de mi gobierno. Defender la familia de todas las asechanzas es el modo más eficaz de preservar al ser nacional. Esto no ha sido solamente una actitud espiritual, sino que se ha resuelto en actos concretos de mi gobierno, procurando complementar el sueldo del trabajador para ponerlo en mejores condiciones de solventar las necesidades del núcleo familiar. Prueba de mis afirmaciones es la evolución del salario real en los últimos quince años, considerando agregada la asignación familiar, que en el caso del peón industrial decrece en el quinquenio 1950-1954 en 4,5 %. en el período 1955-1959 en 5,7 %, para aumentar en el comprendido entre los años 1960-1964 en 4,5 %, crecimiento éste determinado por el aumento del 16,8 % del año 1964. y que para los cinco primeros meses de este año alcanza al 30,5 %. En el caso de los trabajadores agropecuarios el progreso realizado es aún más significativo y me place señalarlo a vuestra honorabilidad, pues recién a partir de la sanción de la ley de salario vital, mínimo y móvil llegan estas prestaciones a los trabajadores del campo en un acto de justicia indudable. Así, el salario real para el trabajador agropecuario integrante de la familia tipo se incrementa en el 81,5% en el año 1964 y en un 80 % para los cinco primeros meses de este año comparados con igual período del año anterior. Me place señalar también a vuestra honorabilidad que con la reciente creación de la Caja de Asignaciones Familiares para el personal de la estiba se incorpora en forma efectiva a los trabajadores portuarios hasta ahora al margen de esta protección por la modalidad de su trabajo. Un adecuado nivel de relaciones entre trabajadores y empresas se puso de manifiesto a través de la celebración de 397 convenciones colectivas desde el 19 de mayo del año pasado a la fecha. Cabe destacar que más de un 60 % de las mismas fueron formalizadas antes o durante el mes inicial de su vencimiento, como así también que salvo en muy contadas oportunidades durante su tramitación no se recurrió a medidas de acción directa. Todo ello no solamente creó una relación favorable entre las partes, sino que también evitó perjuicios a la economía del país y de los trabajadores. Cuando no fue posible que las partes se pusieran directamente de acuerdo se logró que sometieran sus diferencias al arbitraje, por cuyo medio se alcanzaron adecuadas soluciones a través de laudos en las siguientes actividades: textiles, bancarios, petroleros privados, seguro, fibrocemento y laboratorios. Así no sólo se puso fin a disputas sobre salarios, sino que se dio nacimiento a instituciones de avanzada en el derecho laboral. El laudo que benefició a los trabajadores textiles creó un sistema asistencial que dará, cuando se establezca definitivamente, asistencia médica a todos los trabajadores de la actividad, con la participación responsable del sector empresario. Consecuentemente, se formó una comisión integrada por representantes sindicales, empresarios y del gobierno encargada de estudiar la coordinación del organismo asistencial textil con los demás existentes, públicos y privados, para evitar superposiciones onerosas que, además, resienten su eficacia. El Banco Sindical Mercantil, surgido del laudo ministerial de febrero de 1964, es ya una realidad. Funcionará en forma similar a cualquier entidad bancaria del país, otorgando ayuda a los trabajadores y crédito a los pequeños y medianos empresarios mercantiles. La reactivación industrial operada en el país contribuyó a una disminución notable en la tasa de desocupación. De las encuestas realizadas conjuntamente por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Consejo Nacional de Desarrollo para el área de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, surge una disminución de la tasa de desempleo del 8,8 % en julio de 1963 al 5, 7 % en octubre de 1964, pudiendo destacarse a título de ejemplo, que en las industrias metalúrgica y textil las tasas de desocupación descendieron del 10,9 % al 3,2 %.. y del 13, 7 % al 7,2 %, respectivamente. Estos resultados confirman el proceso de recuperación económica que está viviendo el país con más elevados índices de empleo y una mayor producción reflejada en el crecimiento del producto bruto nacional. Dentro de la organización política, basada en el sistema representativo republicano y en el que está garantizada la libertad de asociarse con fines útiles, las organizaciones sindicales libres y democráticas, interesadas por derecho propio en los grandes objetivos políticos nacionales, pero alejadas e independientes de las banderas partidistas, tienen un importante papel que cumplir en la elaboración y confección de los planes de desarrollo económico-social.
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Crecimiento económico y distribución de riqueza: la planificación del desarrollo.
Hacia fines del primer decenio después de la guerra había empezado a producirse una industrialización en profundidad más sólida, especialmente en los campos del papel y celulosa, del laminado de acero y de la industria de producción de maquinarias. En 1956 se puso la piedra angular a una nueva etapa de la industrialización argentina al dar comienzo al montaje de la planta de Sociedad Mixta Siderurgia Argentina. Más tarde se pretendió incentivar la inversión mediante una política de desgravaciones impositivas indiscriminadas que favoreció un sobreequipamiento en algunos sectores e hizo difícil la determinación del impuesto, creando de hecho un debilitamiento de las finanzas públicas. Si en el primer decenio (1945-1955) se consumieron las reservas de divisas, en el segundo a partir de 1955, se estimuló el endeudamiento externo, sin consideración a nuestra capacidad futura de pago. Ya hacia el fin de este segundo decenio después de la guerra, en 1963, mi gobierno debió afrontar las consecuencias económicas, sociales y políticas determinadas por una profunda recesión, una inflación persistente y tensiones sociales que ponían en peligro nuestras instituciones democráticas. Dije que la acción a desarrollar tenía por meta final alcanzar en un más corto plazo dos objetivos básicos: el mantenimiento de un proceso continuo de crecimiento económico y la participación activa del pueblo trabajador en una más justa distribución de la riqueza, que le permitiera su completo desarrollo material y espiritual. Fue menester emprender una doble tarea: la recuperación de la economía a corto plazo con la eliminación de la desocupación, mientras se preparaba un plan de gobierno. En mi anterior mensaje manifesté a vuestra honorabilidad que «el proceso de recuperación de la economía permitía prever un crecimiento de un 6 por ciento en valores reales». Hoy podemos señalar que el mismo ha sido de 8,4 por ciento. La desocupación se redujo considerablemente y continúa disminuyendo, y se ha dado fin a la preparación del plan de gobierno. Podemos afirmar también que hemos avanzado firmemente por todos los caminos que señalamos.
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La transformación agraria: tecnología y modificación de las relaciones de tenencia de la tierra.
En el sector agrario, para movilizar nuestros recursos naturales de una manera más completa y eficiente, se ha desarrollado un esfuerzo para mejorar la productividad rural a cargo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, de institutos de investigaciones, estaciones experimentales y agencias que han completado una proficua tarea y aportado nuevas técnicas. Mejores praderas y sembrados, así como la intensa labor experimental en problemas de ganadería bovina emprendidas en las principales regiones del país han dado nuevas oportunidades a los productores para mejorar sus explotaciones El Banco de la Nación Argentina, en colaboración con la Secretaria de Estado de Agricultura y Ganadería y en cumplimiento de una de la metas del plan de gobierno, puso en ejecución un programa especial de créditos para praderas perennes que encontró la respuesta más positiva de parte de nuestros productores” Este programa se continuará hasta cubrir cinco millones de hectáreas en la zona pampeana. Las investigaciones sobre administración rural que facilitan un mejor y racional uso de los recursos dieron motivo a un programa de créditos orientados a través de la Comisión Nacional de Promoción Agropecuaria para facilitar el logro de un mejor rendimiento del crédito agrario. Toda esta tarea comienza a dar sus frutos, ya que el año 1964 se ha caracterizado por una notable expansión de la producción agropecuaria, habiéndose llegado a una cifra de exportación de 9.100.000 toneladas de granos, no alcanzada desde hace veinticinco años” Mirando retrospectivamente se comprueba un aumento en la producción de cereales, especialmente trigo y maíz. En 1945 se lograron cuatro millones de toneladas de trigo; en 1955, 7.700.000, y en 1965, más de nueve millones” En maíz se produjeron 2.9650.00 toneladas en1945; en 1955. 2.546.000, y se espera mejorar sustancialmente esta cosecha en 1965. Los precios compensatorios asegurados al agricultor y la baja de los precios internacionales demandó un gran esfuerzo financiero del Estado en apoyo de los productores y de la economía del país A pesar del volumen alcanzado por estas cosechas excepcionales, se obtuvo la ordenada colocación de los productos, tanto en el mercado interno como en el externo, mediante la eficaz labor de la Junta Nacional de Granos. Desafiando pronósticos más bien pesimistas, se vendieron los saldos de la cosecha 1963/64 y en estos momentos se realiza una acción vigorosa para la venta de la cosecha 1964/1965. La producción pecuaria, particularmente de carne bovina, ya superadas las dificultades derivadas de la intensa sequía que obligó a la liquidación de haciendas en 1963, entró en un franco proceso de recuperación. A ello condujo la política de desarrollo del gobierno a través de la Junta Nacional de Carnes, el ordenamiento de las exportaciones, lo que significó que con volúmenes más restringidos se alcanzaran valores no registrados hasta ahora en ingreso de divisas” En 1964 se exportó carne refrigerada por 240 millones de dólares contra 207 millones de 1963″ Los precios promedios, que fueron de 387 dólares en 1963, llegaron a 570 en 1964, con tendencia a ser superiores en el corriente año, en el que es muy probable se concrete una exportación de carne refrigerada de 392.000 toneladas, cifras que demuestran un sensible progreso. Mi gobierno no ha sido insensible ante el esfuerzo que debió realizar la población por la disminución de las existencias ganaderas, y así prestó su mayor respaldo técnico y crediticio para expandir la producción avícola, pesquera y porcina para sustituir la ausencia de carnes rojas en cantidades suficientes para abastecer a todo el mercado interno y externo. La producción avícola avanza en forma extraordinaria y su expansión en el último año ha sido continua y dinámica, estimándose que ya se producen alrededor de 60 mil toneladas de carnes blancas, sin tener en cuenta las provenientes de otros tipos de aves. La producción porcina ha adquirido también un gran incremento debido a la utilización de razas recientemente importadas ya la aplicación de nuevas técnicas de alimentación y manejo de las piaras. La producción pesquera experimentó un aumento del 30 por ciento. que ha de crecer a un ritmo superior aún, apenas entren en actividad numerosas embarcaciones que se están construyendo en astilleros navales nacionales. Además. durante este año se realizará. con la colaboración de organismos de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, un estudio muy completo de las posibilidades productivas del mar argentino, apoyado financieramente por el Fondo Especial de las Naciones Unidas. Esta vasta labor, que ha de continuarse con intensidad durante el corriente año, se completa con el proyecto de ley de arrendamientos que hemos sometido al juicio de vuestra honorabilidad. con el objeto de producir un régimen que transforme las relaciones de tenencia de ]a tierra e incremente la productividad.
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Energía, un vigoroso impulso en todos los órdenes
En el orden energético hemos seguido la orientación anunciada ante vuestra honorabilidad, de otorgar prioridad a la terminación de obras empezadas, a fin de asegurar un máximo rendimiento en la inversión. Durante el año 1964 se dio un vigoroso impulso al plan de obras de Agua y Energía, y se incorporó al servicio a las centrales térmicas de Mar del Plata, con 30.000 kilovatios, la de Godoy Cruz, en Mendoza, con 31.500 kilovatios, y la estación transformad ora de San Lorenzo, de 15.000 kilovatios. En materia de obras hidráulicas se aceleró la construcción del dique compensador del Valle Grande, sobre el río Atuel, que será inaugurado en julio próximo, y que permitirá lograr el me jor aprovechamiento de la central eléctrica de El Nihuil, con 85.000 kilovatios, que será completada con una segunda etapa que se espera terminar en 24 meses. El dique frontal de Río Hondo ha sido también objeto de un gran impulso, y será concluido en e] primer semestre de 1966. Se prevé terminar para dentro de 12 meses la central hidroeléctrica Florentino Ameghino, de Chubut. La construcción de canales de riego para completar obras existentes mereció preferente atención, destacándose las del dique Las Pirquitas, en Catamarca, que permitirán aprovechar 10.000 hectáreas de tierra; las redes de desagüe y riego de Conesa y Choele Choel, en Río Negro, que beneficiarán a 3.500 y 22.000 hectáreas, respectivamente; el canal Ajume-Esquina, de Santiago del Estero, que comunicará los sistemas de riego del río Dulce y río Salado. Durante este periodo se reinició la construcción de la red de riego del río Colorado, que permitirá un aprovechamiento integral de 16.500 hectáreas. Dentro del progresivo avance de la energía nuclear, el año 1964 señala la culminación de una etapa iniciada en 1961 cuya resultante permite emprender ahora una acción efectiva, basada en realizaciones de interés nacional, tales como la comprobación de la existencia de una reserva de uranio que asegura la independencia energética en este campo; capacidad para producir combustibles nucleares y para reactores; capacidad científica y tecnológica para resolver en cuanto al aprovechamiento de la energía nuclear se refiere, respaldada por realizaciones ya experimentadas, y también posibilidad para actuar en salvaguardia de la población respecto de peligros por radiaciones. Culminado así el periodo de obtención de la propia experiencia, podemos este año comenzar un programa de objetivos definidos. Mediante los recursos de competencia de la Comisión Nacional de Energía Atómica se estará en condiciones de incorporar la energía nuclear al desarrollo energético nacional. La comisión de referencia se halla trabajando con un grupo de expertos argentinos en el estudio para la instalación de un reactor nuclear afectado al suministro de energía eléctrica a la zona del gran Buenos Aires-Litoral. En Ezeiza se construye un centro atómico integrado por el reactor RA-3 y los laboratorios y anexos correspondientes, que permitirán satisfacer la demanda nacional y del cono Sur del continente, en materia de radioisótopos, y a la vez desarrollar un programa tendiente a solucionar problemas en el campo de la esterilización, conservación de alimentos, eliminación de plagas, etcétera. Los progresos en ]a investigación sobre energía atómica permiten ubicar a la Argentina entre los países más evolucionados en el aprovechamiento de la energía nuclear con fines pacíficos. Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha dado pasos positivos hacia su recuperación definitiva. Después de la nulidad de los contratos petroleros, sometida la cuestión a la justicia, constituyó nuestra preocupación llegar a acuerdos extrajudiciales con las compañías afectadas, para determinar el monto de sus inversiones y liquidar sus cuentas dentro de los conceptos de equidad y respeto a las normas legales vigentes. Ya se ha llegado a perfeccionar acuerdos con algunas compañías, y estamos tratando en estos momentos de dar solución definitiva a este problema, para que, eliminados los obstáculos del pasado, proyectemos una política petrolera tendiente a una creciente producción y consumo dirigida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales y con el aporte del capital privado nacional y extranjero en auténticos contratos de locación de obras y servicios obtenidos por licitación pública local e internacional. Si bien las compañías contratistas cesaron prácticamente en sus actividades de desarrollo, la producción de las respectivas áreas registró un aumento de 278.710 metros cúbicos -6 por ciento- con respecto al periodo anterior, pues totalizó 4.944.790 metros cúbicos. Durante el periodo mayo 1964-abril 1965, mediante la utilización de 50 equipos, Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha terminado en las distintas zonas de explotación 431 pozos con 758.105 metros perforados, de los cuales 100 fueron realizados en las áreas de los contratos anulados por decreto 744/63. Las cifras consignadas constituyen de por si una elocuente demostración de la importante tarea cumplida. La producción de petróleo en dicho lapso ascendió a 15.375.500 metros cúbicos, de los cuales corresponden 4.944.790 metros cúbicos a las áreas recuperadas. Con respecto a ]as perspectivas inmediatas relativas a la elevación de estos valores, cabe destacar que se hallan en plena ejecución importantes obras de almacenaje y transporte de petróleo en Río Negro, las que permitirán iniciar la explotación de los yacimientos de esa provincia en el segundo semestre del corriente año, con lo que se logrará incrementar la producción total actual en más de un 10 por ciento. En cuanto al gas natural la producción total de ese fluido aumentó en 6.075.370.000 metros cúbicos, superando en 115.575.000 metros cúbicos a la registrada en el período anterior. Las entregas de gas natural a Gas del Estado han sido de 2.890 millones de metros cúbicos, cifra también mayor en 287.000.000 de metros cúbicos a la obtenida anteriormente en el mismo lapso. Las destilerías de Yacimientos Petrolíferos Fiscales procesaron en total 10.542.600 metros cúbicos de petróleo crudo, lo que representa un 5 por ciento de aumento con respecto al período anterior. Dicho aumento ha permitido incrementar proporcionalmente la elaboración de los distintos subproductos para satisfacer la creciente demanda del mercado. Se ha completado la planificación de los proyectos que en materia de elaboración deberá llevar a cabo Yacimientos Petrolíferos Fiscales dentro del plan de gobierno que comprende la remodelación y ampliación de las destilerías de La Plata y Luján de Cuyo y la construcción de una nueva destilería de gran capacidad en la zona Sur del país. Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha suministrado durante dicho período a las empresas privadas que operan en el mercado 5.748.715 metros cúbicos de petróleo crudo, cifra ésta superior en 223.490 metros cúbicos a lo entregado en igual lapso anterior. La flota petrolera de Yacimientos Petrolíferos Fiscales transportó 8.900.000 metros cúbicos de crudo y subproductos. El transporte aludido ha significado para el Estado una economía en concepto de fletes del orden de los 400 millones de pesos moneda nacional. Se encuentra en pleno desarrollo el programa de expansión de la flota, previéndose la próxima terminación de un buque-tanque y de un remolcador, estando contratada la construcción de otro buque-tanque en astilleros nacionales, continuando la construcción de tres buquestanques en astilleros españoles. La evolución comercial operada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales a partir de mayo de 1964, denota una firme y paulatina consolidación de la empresa petrolera estatal, como demuestran los volúmenes de venta realizados, que ascienden a un total del orden de los 9.148.000 metros cúbicos, volumen éste superior en más de un 14 por ciento al del período anterior. En el orden laboral se ha desarrollado una adecuada política de conducción, consolidando las buenas relaciones con el personal, pudiendo decirse que están dadas las condiciones para que la empresa pueda desenvolverse sin los inconvenientes propios de los conflictos de trabajo. Finalmente, debe destacarse que Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha experimentado en su último ejercicio una firme consolidación económica y financiera. Su balance general da una utilidad de 8.117 millones contra 3.068 millones del ejercicio anterior y afianzando la liquidez de la empresa sus deudas han disminuido en 9.310 millones de pesos. En el período comprendido entre el 19 de mayo de 1964 y la fecha, debe destacarse por su significado y trascendencia, la inauguración del nuevo gasoducto del Sur que vincula los yacimientos en explo tación de la provincia de Santa Cruz con los centros de consumo de Bahía Blanca, Olavarría y parte de la ciudad de Buenos Aires, que en estos momentos está transportando dos millones de metros cúbicos por día, que se elevarán a cinco millones una vez cumplida la primera etapa del plan de terminación de las instalaciones auxiliares de la red de captación y de la planta de bombeo de cabecera. Cabe también una mención especial a las obras de refuerzo y de captación de la red de Buenos Aires, destinada fundamentalmente a asegurar la prestación correcta del servicio.  Además de la expansión que se lleva a cabo en la red de distribución existente se habilitarán otras nuevas, con lo que durante el año se incorporarán al servicio 350 kilómetros de cañerías. En lo referente a gas licuado, Se hicieron ampliaciones de los conductos para su transporte, así como también ampliaciones en la planta de almacenaje, a lo que deben agregarse las obras civiles complementarias, Actualmente están en ejecución el tendido del gasoducto de captación, transporte y distribución de varias zonas del país, así como el de acceso a Buenos Aires, que representa más de 100 kilómetros de cañerías terminadas ya en un 95 por ciento, y dos gasoductos dentro de la Capital Federal, que forman parte de una remodelación de la redistribución. Prosiguen también los trabajos de instalación, renovación y ampliación de redes en diversos lugares del país, Con un plan general de 1.400 kilómetros. La expansión de las instalaciones aumentó el número de usuarios atendidos dando también un mayor volumen de gas vendido. En el período comprendido entre el 1º de mayo de 1964 y el 30 de abril de 1965, se estima un volumen vendido de 2.700 millones de metros cúbicos de gas, de 9.300 calorías, que representa un incremento del 10 por ciento con respecto a igual período del año anterior, y 410 millones de kilos de gas licuado, con un incremento del 40 por ciento. La cantidad de usuarios es estimada al 30 de abril de 1965 en 1.010.000, conectados a las redes para el Consumo de gas de 9.300 calorías, y 650 mil consumidores de gas licuado atendidos directamente por la empresa, cifras que deben compararse con 984.173 y 646.626, respectivamente, del ejercicio anterior. El plan de acción cumplido por Yacimientos Carboníferos Fiscales, fundado como en las otras empresas y reparticiones, en la continuidad de los trabajos iniciados y en la aceleración de su terminación, se concreta con la habilitación de la nueva planta depuradora de Río Turbio, habiéndose llevado la extracción del carbón a una cifra de 462 mil toneladas brutas, superior a todos los períodos anteriores. Se ha procedido a una política de aumentar el consumo de carbón nacional, a fin de que se pueda alcanzar un nivel de explotación económica que compense los costos. Algunos de los grandes consumidores han realizado en sus instalaciones las transformaciones necesarias para el uso más eficiente del carbón argentino. Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires duplicará, con las modificaciones hechas, el consumo de nuestro mineral. Empresa Ferrocarriles del Estado Argentino está transformando calderas para utilizar este carbón, y se ha formalizado un convenio con Agua y Energía para modificar una de las calderas de la superusina de San Nicolás, con la posibilidad de transformar después otras. Se ha firmado un contrato Con la Sociedad Mixta Siderurgja Argentina para la provisión de 65 toneladas anuales para la planta siderúrgica General Savio. Debe destacarse el hecho auspicioso de que en noviembre del año pasado se efectuó la primera exportación del carbón argentino a una empresa de la ciudad de Montevideo, exportación que si bien fue de pequeña magnitud, fue seguida de nuevos pedidos y gestiones de otros interesados en exportar carbón a la República Oriental del Uruguay.


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