ARTURO UMBERTO ILLIA “Es
urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de cosas que, por
injustas, son inhumanas, e instaurar un orden social fundado en la justicia”
Discurso al asumir la presidencia de la República, 12 de octubre de 1963
Iniciamos hoy una nueva etapa
en la larga lucha por afianzar definitivamente en la Argentina los principios
de la democracia y de la libertad. La Constitución Argentina es, sin duda
alguna, una de las más libérrimas, humanistas y generosas de la tierra. «Es
cosa de no poner en duda -ha podido decirse- que aquellos que dieron una
Constitución a la Argentina fueron guiados por un sentimiento que tiene algo de
milagroso.» Pero la democracia que la Constitución ha escogido como forma de
vida nacional, y que resulta maravillosamente enunciada en su Preámbulo y
declaración de derechos, libertades y garantías, estamos muy lejos de haberla
realizado a satisfacción. Sólo admitiendo esta realidad adquiriremos la aptitud
espiritual indispensable para emprender la ardua empresa de apreciar
exactamente la realidad política, económica y social que estamos viviendo, las
causas que han dado origen a las desvirtuaciones institucionales y
desencuentros de un pasado próximo y forjar la democracia orgánica y
progresista que debemos ser, la que nuestros antepasados presintieron y las
jóvenes generaciones argentinas reclaman como prenda de paz y de progreso. La
democracia argentina necesita perfeccionamiento; pero, que quede bien
establecido, perfeccionamiento no es sustitución totalitaria. Lo que nuestra
democracia necesita es ser auténtica expresión de su verdadera esencia. Es que
«la esencia de la democracia no queda debidamente expresada por estructuras
meramente jurídicas o por líricas afirmaciones de dignidad humana o de igualdad
de los hombres ante la ley. Todo eso, si sólo eso fuera, Únicamente resultaría
un espejismo pernicioso para calmar las ansias que el pueblo vive, en medio de
un desierto de duras realidades económicas». Ese propósito de perfeccionamiento
de nuestra democracia, como forma de vida, no podrá lograrse a no ser que
estemos resueltos a aceptar modificaciones sustanciales en las actuales
estructuras económico-sociales de nuestro país (Aplausos), que devuelvan al
pueblo argentino la fe en sus instituciones y gobernantes, y lo alienten para
hacer todos los esfuerzos y soportar todos los sacrificios necesarios para
afianzar el orden jurídico y materializar el progreso en todos los órdenes de
la vida nacional. Es urgente proceder a modificar y reestructurar un estado de
cosas que, por injustas, son inhumanas, e instaurar un orden social fundado en
la justicia. (Aplausos) «El mundo sufre un mal profundo -advierte la profesión
de fe doctrinaria de la Unión Cívica Radical-, proveniente de no adecuar las
posibilidades materiales modernas a los fines de la emancipación del hombre. El
radicalismo cree que sólo una cruzada de honda pulsación humana, por la
liberación del hombre contra todas las formas degradantes del imperialismo y
del absolutismo, en todos sus aspectos (Aplausos), podrá salvar al mundo de su
grave crisis.» El concepto social de la democracia no es nuevo, ni es sólo
nuestro; se nutre en la filosofía social contemporánea. Este concepto de la
democracia, justo es reconocerlo, es también compartido por la mayoría de los
partidos políticos argentinos. Más lo importante no es que el sentido social de
la democracia esté en nuestras declaraciones políticas o estatutos partidarios,
sino que los argentinos tengamos la decisión y la valentía de llevarlo a la
práctica. (Aplausos.) Las estadísticas nos colocan ante una dolorosa realidad,
pues ellas demuestran en forma irrefutable que durante los últimos años se ha
ido paulatinamente disminuyendo la participación del sector laboral en el
producto nacional, lo que no sólo ha importado una evidente injusticia social,
sino que ha repercutido perjudicialmente en nuestro proceso de desarrollo
nacional. Sólo será justo nuestro orden social cuando se logre que los recursos
humanos y los materiales, unidos al avance técnico del país, permitan asegurar
al hombre argentino la satisfacción de sus necesidades físicas y espirituales.
Pero deseamos desde ya alertar a quienes conciban la democracia
social como un simple proceso de distribución. Para que pueda existir justicia
de la sociedad para con el hombre es necesario que éste, a su vez, sea justo
para con la sociedad y que no le niegue o retacee su esfuerzo. (Aplausos.) El
país no solucionará los graves problemas económicos, sociales, culturales, ni
la transformación social que proponemos se podrá concretar si cada hombre y
cada mujer que habita en esta tierra, a la que Dios ha bendecido con tantos
dones naturales, no aporta su esfuerzo para que el país pueda incrementar su
producción, de manera que nos permitan satisfacer las necesidades de la familia
argentina, afianzar su intercambio comercial con los otros países del mundo y
cumplir acabadamente los fines del Estado. Para esa gran tarea, que importa no
sólo derechos, sino también obligaciones para el Estado y para todos los
sectores que integran la vida nacional, desde el más modesto hombre de trabajo
hasta los más poderosos sectores del capital, sin dejar de lado a los
intelectuales, profesionales y militares, convocamos a nuestros ciudadanos.
Esta es la hora de la reparación nacional, a la que todos tenemos algo que
aportar. Esta es la hora de la gran revolución democrática, la única que el
pueblo quiere y espera; pacífica sí, pero profunda, ética y vivificante, que al
restaurar las fuerzas morales de la nacionalidad nos permita afrontar un
destino promisorio con fe y esperanza. (¡Muy bien! Aplausos prolongados.) Esta
es la hora de las grandes responsabilidades. La transformación nacional que
nuestro concepto de democracia, así como las necesidades del desarrollo y el
propio índice de crecimiento demográfico nos imponen inexcusablemente a los
argentinos, no podrá ser afrontada sólo por una parcialidad política, sino que
demanda el esfuerzo conjunto y la responsabilidad de toda la Nación.
(Aplausos.) Esta es la hora de los grandes renunciamientos de los hombres y de
los grupos sociales en aras del bienestar de la comunidad; quien así no lo
entienda está lesionando al país y se está frustrando a sí mismo. (Aplausos.)
Nunca, en las últimas décadas, la Argentina ofreció un panorama con mayores
vivencias democráticas que este que hoy queda perfilado en todo el país. Nunca
el Congreso Nacional tuvo mayor representatividad, a través de sus diversos
matices de opinión. Nunca hubo tantos gobiernos provinciales con expresiones
diferentes en cuanto a su origen partidario. Ni nunca fue mayor la diversidad
de fuerzas que hoy se instalan en cientos de comunas que han de constituir
tonificante manifestación de auténtica democracia. Todas las fuerzas políticas
argentinas participan desde hoy, en mayor o en menor medida, según haya sido su
circunstancia electoral en el gobierno de la cosa pública. Este hecho, de suyo
significativo, compromete la responsabilidad del conjunto. En este proceso de
recuperación y transformación social argentina, el Poder Ejecutivo cumplirá su
parte. Resguardaremos celosamente la división de los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, creados por la Constitución Nacional. El país ha dado
una prueba de madurez política en el proceso del cual hemos surgido los
actuales gobernantes, que podemos los argentinos exhibir con orgullo, después
de tantos desencuentros, ante todos los países del mundo. Esa misma sensatez ha
de permitir que cualquier emergencia que pueda producirse acerca de la
conveniencia, oportunidad o justicia de toda iniciativa o acto de gobierno del
Poder Ejecutivo no sea un motivo de discordia política, sino que, descontamos,
ha de determinar la leal colaboración y preocupación del Poder Legislativo. La
crucial situación económica por que atraviesa el país; la legitimidad de las
aspiraciones y esperanzas puestas en evidencia por nuestro pueblo; la necesidad
de recuperar y poner al servicio de la colectividad nuestras riquezas
naturales, de encauzar nuestra economía y nuestra cultura con sentido social,
no pueden frustrarse; sería antipatriótico hacerlo, ya sea por mera hostilidad
política o por desconfianza en los fines. Para la tarea que aguarda, mucho
espera la República de nosotros. Por nuestra parte pondremos al servicio de la
empresa, que acometemos con humildad y sin alardes, la más obstinada voluntad.
De vuestra honorabilidad descontamos el patriótico empeño en el difícil
cometido de legislar sabiamente, porque consideramos al Parlamento como
institución fundamental de la democracia. Respetaremos al Poder Judicial, cuya
jurisdicción e independencia aseguraremos con todos los recursos. a nuestro
alcance. Así como entendemos que para salvaguardar el destino de nuestro
régimen democrático, republicano, contra todas las desvirtuaciones de los
grupos totalitarios, es necesario prestigiar al Parlamento, afirmo que la
libertad de juicio e imparcialidad de la justicia constituyen la última y
fundamental garantía de nuestro orden institucional. (Aplausos.) La existencia
y la duración de las formas republicanas en el nuevo mundo dependen de la
existencia y duración del sistema federativo. Gran parte de las deformaciones
que nuestra forma republicana de gobierno ha venido sufriendo coinciden y son
consecuencia de un proceso sistemático de desconocimiento del régimen federal de
nuestra organización institucional. El avance de la Nación sobre la esfera de
los derechos que oportunamente se reservaran las provincias no solamente ha
importado la delegación o cercenamiento de facultades que han contribuido a
crear un poder central tan fuerte, que lo hace proclive a caer en lo
dictatorial, sino que al convertir a los Estados provinciales en dependientes
en lo económico, en lo cultural, en lo político, en lo social, ha ido poco a
poco aniquilando las posibilidades de armónico desarrollo nacional. (Aplausos.)
Es necesario restablecer en su verdadera esencia nuestro federalismo si
queremos afianzar la forma republicana de gobierno. Muchos de los problemas
institucionales que hemos tenido, necesario es decirlo, se habrían evitado si
las provincias argentinas hubieran mantenido, sin desmedro para el poder
central, sus posibilidades económicas y hubieran sido lo suficientemente
fuertes para impedir los excesos o desvaríos del poder central. Por ello
confesamos nuestra vocación federalista, consecuencia de las convicciones
republicanas del pueblo argentino, con las que nos encontramos profundamente
consustanciados. (Aplausos.) La economía argentina atraviesa por una de las
épocas más difíciles de su historia. Resulta incomprensible haber llegado al
punto en que nos hallamos, si tenemos en cuenta que esta tierra ha sido dotada
de excelentes recursos naturales y cuenta con una población excepcionalmente
apta para el trabajo y las empresas del espíritu. Un desaprensivo manejo de la
cosa pública ha venido a acentuar un proceso que arranca desde hace muchos años
y contra el cual no se ha actuado con energía e inteligencia, lo que ha
provocado los resultados que están a la vista. No afirmamos nada nuevo al
señalar que atravesamos una situación coyuntural de paralización económica y
desequilibrio financiero, independiente de la crisis estructural que es
menester superar por medio de la adecuación de los procesos productivos, de
cambio y distributivos. Pero debemos afirmar que estamos dispuestos a contribuir
con nuestra acción a crear las condiciones que permitan la transformación de la
realidad actual, y para eso contamos con la colaboración de nuestro pueblo,
cuya capacidad y actividad creadora son sobresalientes. La acción a desarrollar
tiene por meta final alcanzar en el más breve plazo dos objetivos básicos e
íntimamente ligados: la posibilitación y mantenimiento de un proceso continuo
de crecimiento económico y la participación activa del pueblo trabajador en una
más justa distribución de la riqueza, que le permita su completo desarrollo
cultural y espiritual. (Aplausos.) A estas metas no se llegará con fórmulas
sorpresivas ni acciones providenciales. Nadie conoce nada que pueda superar al
trabajo cotidiano y ordenado de la población. Para el aprovechamiento más
eficaz de los factores es fundamental establecer el método de la programación
económica, como forma de canalizar ordenada, organizada y previsoramente el
trabajo y las ideas, que tendrán un marco de elevado nivel científico, trazando
planes de gobierno con la colaboración de los sectores empresarios y
trabajadores y la debida intervención del Poder Legislativo. Para el lapso que
cubre hasta octubre de 1964, ya hemos concertado las medidas para eliminar la
desocupación obrera y lograr el aprovechamiento pleno de todos los factores
productivos, sumados a la defensa del valor de nuestra moneda. La programación
que propugnamos será concretada en un plan de varios años que ha de ser puesto
en marcha a partir del primero de noviembre de 1964 y será revisado anualmente
para adecuarlo a las etapas de realización.
En el plan de largo plazo se fijarán las prioridades de
inversión en el sector público y las medidas a tomar para el aliento de la
actividad privada. Nuestra acción tenderá a afirmar las posibilidades del país,
dueño de su presente y con plena capacidad para trazar su destino; mejoraremos,
con plena autonomía, los resortes fundamentales de nuestra política económica
tal como reiteradamente lo hemos expresado. Petróleo, energía eléctrica,
transportes, siderurgia y servicios públicos son actividades en las cuales el
Gobierno ha de jugar un papel fundamental a través de la inversión y de su
explotación (Aplausos), y hemos de ser persistentes en la obtención de altos
niveles de eficiencia por parte de los organismos estatales. A cada empresa del
Estado corresponderá cumplir con los planes de producción fijados por
anticipado ya los costos adecuados, y serán responsables de su cumplimiento los
dirigentes de las mismas. Bregaremos para que los niveles actuales de
producción de energía, que son incompatibles con el grado de desarrollo a que
aspiramos, sean sensiblemente aumentados. Para superar este estado de cosas
comenzaremos por aprovechar al máximo la actual potencia instalada,
interconectando las redes del interior y del litoral, mejorándolas y
complementándolas, y utilizando las soluciones que ofrece el progreso
tecnológico para salvar las dificultades que prevemos en la expansión de la
economía argentina, en cuanto tengan efectividad las medidas que propugnamos.
Los transportes y comunicaciones serán estructurados de manera que estén al
servicio del conjunto económico. Se evitarán las superposiciones para mejorar
la utilización de los factores, y desarrollaremos un esfuerzo persistente para
eliminar el déficit económico y financiero. En materia de política de petróleo
cumpliremos lo prometido reiteradamente. (Aplausos prolongados.) Los contratos
que fueron suscritos a espaldas de la ley y de los intereses económicos del
país serán anulados. (¡Muy bien! Aplausos prolongados.) Yacimientos
Petrolíferos Fiscales será -de acuerdo con la mejor tradición argentina- la
entidad rectora de nuestro desarrollo energético. Completa el cuadro de
nuestros propósitos en materia de infraestructura básica la idea del abastecimiento
siderúrgico. Sierra Grande, San Nicolás, Zapla, son nombres que cimentarán la
grandeza futura de nuestro país. Los Yacimientos de Río Turbio, como todos
nuestros vastos recursos de minerales, serán activados para que cumplan la alta
finalidad que fundamentó los ingentes esfuerzos que la Nación ha comprometido y
comprometerá en su desarrollo. Alentaremos e impulsaremos por todos los medios
los más altos niveles de producción industrial, con el consiguiente aumento de
la demanda efectiva de la población. Un vigoroso desarrollo industrial
constituye un imperativo de alto contenido social toda vez que, además de
permitir la plena ocupación, facilite una mayor productividad de la mano de
obra y demás factores de la producción, la afluencia de productos al mercado y
la disminución de sus costos con el consiguiente mejoramiento del nivel de
vida. Facilitará, así mismo, una adecuada política de sustitución de
importaciones, promoverá la exportación de productos manufacturados y,
adicionalmente, asegurará el equipamiento y la tecnificación agraria. El
mantenimiento de un ritmo de crecimiento económico compatible con las
posibilidades nacionales, compromete el impulso armónico de la producción en el
agro y la industria. El agro debe entrar en una etapa acelerada de su
productividad, para lo cual será necesario mejorar el nivel tecnológico actual
y modificar el régimen de la tierra de modo de facilitar el acceso a la
propiedad por parte de los auténticos productores (Aplausos), que gozarán de
una adecuada ayuda crediticia que asegure este objetivo. La mecanización
agraria, la utilización de abonos, herbicidas, vacunas, pasturas artificiales y
modernos mecanismos de intermediación serán -entre otras- las herramientas para
esta tarea. Por ello necesitamos realizar una acción continua en el agro, que
no escatime esfuerzos por parte del gobierno y los productores, para que sea
notablemente incrementada la oferta a fin de satisfacer las crecientes
necesidades del mercado interno y la obtención de mayores saldos exportables
que nos permitan obtener las divisas necesarias para completar nuestro
desarrollo industrial. Los estímulos a la producción serán complementados por
la adecuación de los mecanismos comerciales internos, a fin de permitir a los
productores la captación de los frutos de sus esfuerzos por la eliminación de
etapas innecesarias. El gobierno ha de orientar para ello su política
crediticia, cambiaria, comercial y fiscal, de manera tal que apoye la actividad
de los productores particulares en el esfuerzo que demandamos.
Se atenderá al sector privado por medio del mecanismo bancario,
destinando el crédito a la atención de las actividades productivas.
Consideramos conveniente la inmediata implantación del redescuento selectivo
dentro de un estricto orden de prioridades, absorbiendo posteriormente el
aumento de medios de pagos redundantes, conforme a coeficientes que
periódicamente fije el Banco Central. Dada la actual situación de nuestra
balanza de comercio externo y la tendencia de la balanza de pagos internacionales,
estimamos conveniente continuar con el actual sistema de mercado único, libre y
fluctuante. Las autoridades monetarias observarán muy atentamente los
movimientos en el valor de las divisas para evitar distorsiones que provengan
de acciones especulativas, cuya repercusión sobre el esfuerzo creador de la
Nación es siempre negativa. (Aplausos.) Se halla prácticamente colmada nuestra
capacidad de endeudamiento en el exterior, y gran parte de esa masa de deudas
es de corto plazo. Afortunadamente, la situación de nuestra balanza comercial
es favorable y la coyuntura actual del mercado internacional permite conjeturar
el mantenimiento de nuestra corriente exportadora. Confiamos en que una
prudente política en el manejo de nuestras divisas y un adecuado trato en
nuestras relaciones financieras permitirán sortear esta situación,
restableciendo el prestigio internacional en las plazas exteriores. Al mismo
tiempo, se colocarán las estructuras de nuestra representación exterior al
servicio de la ampliación constante de nuestros mercados, y en esta tarea no
excluiremos las relaciones comerciales con ningún país que ofrezca condiciones
ventajosas de intercambio (Aplausos), sin perjuicio del esfuerzo que debe
dedicarse a nuestros mercados tradicionales para acrecentar y diversificar
nuestras exportaciones, defendiendo el valor y la calidad de las mismas. En
especial, impulsaremos decididamente la integración del mercado
latinoamericano, para lo cual es fundamental propender a un mayor grado de
complementación regional a través de la Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio. La aparición de importantes mercados potenciales en el mundo
afroasiáticos abre promisorias perspectivas de intercambio que han de ser
debidamente consideradas en el futuro. El sector público ha sido actor
constante de perturbación en el proceso económico nacional, ya sea por la
aplicación de un sistema impositivo deficiente o por las distorsiones
provocadas por una inadecuada aplicación del gasto público. Pondremos orden en
las finanzas del país y para ello se procederá a la inmediata revisión del
régimen de impuestos que ha entrado en deterioro. Se han de ordenar los entes
administrativos de percepción con vistas a evitar la evasión fiscal y
posibilitar la baja de las cargas que gravitan en la actualidad sobre los
contribuyentes de buen cumplimiento. La más grave dificultad que afrontará el
país en el primer año de nuestro gobierno es el desequilibrio presupuestario,
que tiene un déficit potencial que aún no conoce la opinión pública pero que
seguramente no será menor de setenta mil millones de pesos. Comprometemos
nuestro más riguroso esfuerzo para reducirlo a límites compatibles con la
estructuración de la política de expansión económica que propiciamos. En este
sentido, la mayor recaudación fiscal proveniente del ordenamiento impositivo y
de la reactivación económica, permitirá una atenuación de dicho desequilibrio,
que será complementada por la disminución de los gastos e inversiones
prescindibles y la reducción del déficit de explotación de las empresas del
Estado mediante una administración eficiente de las mismas. Por otra parte, el
citado déficit de explotación, considerablemente agravado por la disminución de
los servicios, se reducirá a consecuencia de la reactivación del mercado
interno. La aplicación del plan de corto plazo que, como hemos afirmado hace un
momento, reactivará la economía hasta llevarla a los niveles de ocupación plena
de los factores, cuidará de no afectar la estabilidad del signo monetario y la
alteración del nivel de precios. El salario real de los trabajadores será
defendido tenazmente por el gobierno, ya que la reactivación económica está
basada en el aumento de la demanda efectiva de bienes y servicios, y cualquier
alza de precios que se produzca por la deficiencia de la oferta, neutralizaría
la política que se ha de emprender. (Aplausos.) El aumento del volumen de la
demanda efectiva tiene que ser traducido en un aumento continuo de la
producción y la consecuente baja de los costos unitarios por una menor
incidencia de los gastos fijos. En este sentido, el gobierno desea contar con
la comprensión y colaboración activa de los empresarios, a efectos de evitar la
acción que será necesaria en caso de distorsionarse el proceso. Pero toda esa
política económica poseerá el enfoque de la nueva actitud que desde hoy
estableceremos en el país, poniendo el énfasis en el desarrollo y la
integración equilibrada de todas sus regiones, en las cuales dormitan
insospechadas posibilidades de riqueza y de progreso. (Aplausos.) El nuevo estilo
social, la correlativa estabilidad política y el respeto a las normas jurídicas
que estableceremos, serán estímulo suficiente para promover una corriente de
inversiones del exterior, que, complementando al ahorro nacional, reanudarán
vinculaciones que históricamente ha tenido la República con las demás naciones
del mundo en esta materia. Estos aportes fortalecerán sin distorsiones la
acción creadora de la inventiva y del genio nacional, cuyas potencias
impulsaremos como un imperativo fundamental de esta hora. Es nuestra intención
sistematizar la legislación laboral y previsional mediante la sanción de un
código de trabajo y seguridad social (Aplausos) que afirme la participación
activa de los trabajadores en todos los niveles, asegure su integridad moral y
material, y contemple un sistema previsional justo. Desarrollaremos una
política gremial que posibilite la unidad del sindicalismo argentino y lo
preserve de la intromisión del Estado y de su instrumentación política.
Comprendemos que la sola formulación técnica de planes económicos no es
suficiente para la solución de los problemas argentinos. Es imprescindible
comprometer el esfuerzo común de los factores decisivos de la producción,
trabajadores y empresarios, en lo que llamamos el pacto social, mediante el
cual deben articularse bases compromisorias para que en este campo tan delicado
de la actividad no se produzcan fricciones ni desencuentros estériles. Creemos
que se ha hecho ya bastante camino para lograr el entendimiento de estos
sectores, y estamos convencidos de que el país cuenta con una mano de obra
altamente capacitada, con cuadros de dirección sindical inteligentes y
responsables, y con una clase empresaria moderna e informada, los que
constituyen elementos suficientes para encarar seriamente esta apasionante
tarea de estructurar una sociedad moderna, donde esté asegurada la familia y se
excluyan toda clase de privilegios. (¡Muy bien! Aplausos.) Obreros y
empresarios han de aceptar el compromiso que tienen frente a la Nación de
resolver pacíficamente sus diferencias y ser uno de los sostenes principales de
un orgulloso sentimiento nacional de suficiencia para vencer las dificultades
que la República enfrenta. Cuidaremos a nuestras madres y a nuestros niños;
defenderemos la salud del ser humano en todos los ciclos de su existencia, con
suficiente y sana alimentación, erradicando endemias y previniendo epidemias,
aplicando científica y moderna medicina social, sanitaria y asistencial. Será
una de nuestras máximas preocupaciones arbitrar personal técnico y recursos sin
limitaciones para atender en forma total este irrenunciable deber del Estado.
(Aplausos.) Es principio fundamental que “el desarrollo económico debe ir
acompañado y proporcionado con el progreso social”. Coincidimos con el papa
Juan XXIII cuando afirma en su ya histórica encíclica que «la riqueza económica
de un pueblo no consiste solamente en la abundancia total de los bienes, sino
también, y más aún, en la real y eficaz distribución según justicia, para
garantía del desarrollo personal de los miembros de la sociedad, en lo que
consiste el verdadero fin de la economía nacional”. Tengamos siempre presente
que mientras no se acorten las diferencias, las desigualdades de hecho serán
mucho más efectivas que las ilusorias igualdades de derecho. (Aplausos.)
Salarios justos, con real valor adquisitivo; vivienda digna y techo para todos;
derecho a la salud, mediante un eficaz sistema asistencial que cubra a toda la
población; sistema previsional eficiente.
He ahí sintetizado el más ambicioso de los programas. Cumplirlo
será nuestro gran objetivo. «La clase obrera -recordamos a Crisólogo Larralde-
(Aplausos prolongados), la única clase, porque de su carne y de su sangre
nacieron el sabio, el descubridor, el estadista, el sacerdote, el guerrero, el pacifista,
el revolucionario y el verdugo, el poeta y el santo, y hasta el rico, esa clase
única está marchando, y si no se demora en tratos venales, ni en la faena
mercantil de su propio destino, llegará al campo abierto de la vida en
libertad, con derechos totales, con seguridad y fuerza para afirmar el
bienestar humano. Entonces todos seremos obreros de alguna cosa:” (Aplausos.)
Nuestra era asiste al desarrollo de la ciencia en términos inéditos pocas
décadas atrás. La facultad de producir y controlar nuevas energías califica la
época contemporánea, pero no es menos importante lo que se ha logrado en la
lucha contra las enfermedades o en la tarea de comunicar íntimamente al género
humano. Esos esquemas nuevos para la nueva coyuntura nacional se cruzan con los
esquemas del mundo. La segunda parte del siglo XX nos ofrece una ciencia
enriquecida, y debemos por ello, junto a nuestra conciencia nacional,
aprovechar los resultados modernos del progreso, y por medio del esfuerzo,
dejar nuestra demorada realidad superando el deterioro físico y moral,
económico y social, científico, técnico e intelectual que la inercia ha
provocado y recuperar tanto tiempo perdido. Nadie podrá ignorar que una gran
causa nacional argentina nos espera, y una fuerte voluntad no exenta de
suavidad y diálogo será el método por utilizar. La aplicación de la ciencia y
la tecnología supone la necesidad de dar constante impulso a la enseñanza,
haciéndola accesible a cantidades crecientes de habitantes y promoviendo la
especialización técnica de éstos. El pleno desarrollo de la personalidad moral,
cultural y física de nuestro pueblo supone una reforma de la educación que
garantice idénticas posibilidades a las nuevas generaciones, capacitándolas
para el cumplimiento de la responsabilidad nacional y humana que les compete.
Debemos acrecer el número de nuestros técnicos, procurar su estabilidad y
evitar su éxodo; estimular sus afanes de progreso, su imaginación creadora, su
responsabilidad ante el desafío que les lanza la angustia y la esperanza de los
hombres. El gobierno, como ha sido señalado antes, ha de remover los obstáculos
presentes y promoverá la necesaria infraestructura económica y social,
preservando el precioso bien de la libertad, sin el cual la ciencia no florece
ni cumple su destino trascendente. La vastedad de la tarea a cumplir en el
ámbito educativo compromete por sí sola un programa de realizaciones que
obligará a volcar en esta materia todos los recursos necesarios. Nos
pondremos así a crear sin miedo la nueva cultura, como meta larga y vieja
aspiración, jerarquizando al país ante nuestros descendientes, dando lugar a la
juventud para que ella se pueda realizar y componer una sociedad dinámica y
moderna, con un bien perfilado rumbo moral. Signos contradictorios se advierten
en América y el mundo. Mientras el alivio que ha creado el reciente pacto para
la desnuclearización afirma la idea de que la paz se abre camino en la Tierra,
recientes episodios de fuerza ensombrecen el panorama de nuestra América. Es
muy sensible que esto último ocurra, por cuanto afecta de manera notable las
posibilidades de Latinoamérica. Deben comprender las fuerzas gravitantes en
estos pueblos que cada uno de estos episodios constituye un paso atrás en el
camino del progreso de nuestras naciones, que sólo se podrá lograr cabalmente
el día que tengan consolidada democráticamente su paz interior. No puede
ignorarse que hay causas profundas que generan estos efectos perniciosos.
Removerlos tiene que constituir una de las grandes metas de nuestro tiempo y de
nuestro continente, que debe integrarse armoniosamente en la efectiva vigencia
de la democracia, Debemos tener en cuenta que la paz ya no consiste sólo en el
equilibrio del poder de las grandes potencias, sino tambIén en dar a las
naciones sin desarrollo las oportunidades y los medios para hacer desaparecer
la tremenda humillación de su desigualdad y de la miseria en que viven sus
habitantes Para universalizar la paz hay que universalizar el progreso y el
bienestar (¡Muy bien! ¡Muy bien! Aplausos.) América no puede ser únicamente una
nomenclatura geográfica, sino que tiene que ser una unidad activa orientada y
orientadora, complementaria de un orden universal. Volvemos, pues, a la
preocupación de Hipólito Yrigoyen (Aplausos) para afirmar «la emancipación de nuestros
gobiernos en cuanto a su política exterior» y para que «esta parte del mundo
pueda hacer sentir que, si se toma una decisión es por su propia voluntad
libre». (¡Muy bien! Aplausos. ) Debemos hablar con claridad de los motivos para
encontrar prontamente las soluciones. La OEA no se hizo para hacer el
desarrollo hacia adentro, sino para crear una defensa hacia afuera. Había
peligros evidentes que justificaron esa preocupación. Pero frente al problema
de América latina como existencia y crecimiento la Organización sufre la
heterogeneidad de su composición. En efecto, en ella se han reunido dos mundos:
un mundo hecho otro mundo por hacerse. Un mundo tiene la lógica preocupación de
su defensa; el otro tiene la perentoria necesidad de su crecimiento. (Aplausos)
El desarrollo, de esa manera conseguido en etapas tan
diferenciadas, posterga la solución que cada uno procura para su caso. No es
fácil comprenderse, aun existiendo la mejor buena voluntad de ambos mundos.
Consideramos que es la hora de que la dirección y ejecución del desarrollo en
América latina se latinicen. Nosotros creemos, con profunda fe, en los fines de
la Alianza para el Progreso. Podemos decir que el programa de la Alianza es el
programa que piensa realizar nacionalmente el gobierno que hoy se inicia.
Estamos totalmente dispuestos a hacer el esfuerzo propio. Por eso mismo
consideramos que si no se latiniza la dirección del desarrollo continental,
seguiremos dependiendo de un esfuerzo ajeno para llevar a cabo nuestro
desarrollo. (¡Muy bien! Aplausos prolongados.) No habrá, para nosotros, países
grandes que debamos seguir ni países chicos que debamos dirigir. (Aplausos.)
Habrá solamente pueblos y seres humanos igualmente respetables, a cada uno de
los cuales ofrecemos una amistad sin prevenciones. Pacífica, pero
incansablemente, seguiremos procurando la integración del territorio patrio.
Queremos que la geografía nacional sea efectiva en las Malvinas y en la
Antártida Argentina (Aplausos prolongados.) La soberanía nacional tiene que
quedar afirmada como un imperativo irrenunciable. No puede escapar a nuestra
preocupación de gobernantes, la importante función que corresponde a las
fuerzas armadas en el proceso de la recuperación nacional. Custodias de la
soberanía argentina, son las depositarias de una tradición que compromete con
sentido trascendente su tarea, que no ha sido solamente la de llevar sus armas
para la hazaña de ganar medio continente a la causa de la libertad, sino que
han cumplido, en todos los tiempos, fecunda acción civilizadora. En este
aspecto de su quehacer, no menos importante que el considerado como específico
de las fuerzas armadas, siempre estuvieron identificadas con los grandes
objetivos del progreso nacional. Ayer consolidaron nuestras fronteras, yen los
lejanos lugares y mares del Sur cumplieron y cumplen una encomiable labor de
afirmación argentina, complementada con manifestaciones de alto valor
científico Defendieron el patrimonio de la Nación afirmando una política
emancipadora que vincula el nombre de uno de sus más ilustres jefes a la gesta
del petróleo argentino. Otro ilustre militar promovió el desarrollo siderúrgico
elaborando un plan, cuya concreción definitiva sigue constituyendo una gran
aspiración para impulsar nuestra industria pesada. En la actualidad, las fuerzas
armadas cumplen tareas que representan un positivo aporte a las más diversas
manifestaciones de la vida nacional, acción que deben intensificar y que debe
conocerse para un mejor esclarecimiento de la opinión pública. (Aplausos.)
En los últimos años, el desencuentro argentino las llevó a
enfrentamientos dolorosos y a desenvolver una tarea que no era la propia y que,
en nuestro ordenamiento institucional, no es la prevista para las fuerzas
armadas. Pero ellas comprenden al igual que los civiles que es necesario volver
a la normalidad, al área de la Constitución; porque hay demasiado por hacer en
la Argentina, para que esta institución fundamental se comprometa en episodios
que están reservados al poder civil. (Aplausos prolongados.) En este proceso de
reparación nacional, las fuerzas armadas incorporadas naturalmente a la tarea
común, deben armonizar esfuerzos para consolidar la paz interior y contribuir
al bienestar general de la patria. Este Poder Ejecutivo tiene confianza en el
pueblo argentino todo y fe en el porvenir. Participan de esa confianza y de esa
fe las fuerzas armadas. Ellas también podrán sentirse confiadas y seguras,
porque todas sus dificultades serán superadas con gran espíritu de
imparcialidad y justicia, que permanentemente alentará el nuevo gobierno.
(Aplausos.) Implantaremos en la administración pública un sentido moral y
normas de austeridad que restablezcan la fe y la confianza del pueblo en sus
gobernantes. Proyectaremos, colaborando con vuestra honorabilidad, una
legislación que castigue severamente el enriquecimiento ilícito de los
funcionarios públicos (Aplausos prolongados) ya quienes sean instigador es o
cómplices de tales hechos. Señores: el odio y la violencia son vacíos por sí
mismos, porque los que se lanzan a la violencia o a la inescrupulosidad, no
tienen que vencer nada, ni en su corazón, ni en su inteligencia. Debemos luchar
por el hombre mismo, porque es la evidencia humana la que hace bambolear los
tiranos y falsos dioses y si no sabemos con seguridad que nuestra verdad es la
verdad, sabemos bien, en cambio, dónde está la mentira. Si nos esforzamos en
formar una conciencia nacional, con justo sentido moral, no nos desesperaremos
nunca, ni nos agotará cualquier encarnizada adversidad, porque sabemos también
las razones fundamentales de por qué luchamos, y desterraremos el temor y será
superada cualquier acción psicológica que pretenda desnaturalizar nuestras
rectas intenciones. En este obstinado combate para lograr una justa convivencia
nacional, no asumimos el poder para dominar nuestro país, sino para servir a su
grandeza, no apartándonos jamás de la Constitución y de la ley, asegurando a
todos nuestros conciudadanos iguales derechos y responsabilidades. (Aplausos
prolongados.) Nos moderaremos constantemente para no ceder a los agravios
contra las virtudes republicanas, y acompañaremos y comprenderemos a nuestro
pueblo para que todos cumplamos con nuestro deber: sentir la patria, y servirla
en profundidad y con sencillez. (Aplausos.) Somos conscientes de la
responsabilidad que importa el honor con que el pueblo y los partidos políticos
generosamente nos han honrado, así como también de la multiplicidad y
complejidad de los problemas que deberemos afrontar; pero tenemos la firme
convicción de que con la ayuda de la divina Providencia y de todos los sectores
de la nacionalidad, el país podrá ver concretado un porvenir venturoso de paz y
justicia. Señores embajadores: agradecemos vuestra presencia en esta Asamblea y
os rogamos llevéis a vuestros países las seguridades de nuestra vocación
democrática y nuestros deseos de poder ser útiles, en alguna medida, a la causa
de la humanidad. Dicha concepción tiene valor universal, y al afanarnos por
concretarla, estamos trabajando no sólo para la Argentina o América, sino para
el mundo. Señores legisladores: es tiempo nuevo el que empieza. Levantemos bien
alto las divisas precursoras, congregando a todos para la hazañosa faena, como
en las horas liminares. El país retomará su puesto de prestigio entre los
pueblos libres del mundo. Hay una meta fijada que debemos alcanzar: la
felicidad de la patria. (Aplausos prolongados. Los señores legisladores y el
público, puestos de pie, aclaman al excelentísimo señor presidente de la
Nación.)
Mensaje
al Congreso Nacional, del 1 de mayo de 1965.
Señores senadores, señores diputados: la prescripción
constitucional que me impone declarar inauguradas las deliberaciones de vuestra
honorabilidad, me ofrece la tribuna de este recinto para el mensaje al pueblo
de mi país, representado por los señores legisladores. La Nación trabaja en paz
y vive en el orden propio y natural de una comunidad evolucionada y culta. Es
la normalidad bajo el imperio de la norma jurídica común, sin regímenes de
excepción que la violenten. Toda idea puede expresarse. Por primera vez, en
mucho tiempo, en la instancia soberana del sufragio, sin desigualdades, el
pueblo de la Nación se ha encontrado en la cita libre de las urnas, y después
de 35 años los actos precomicial, comicial y poscomicial fueron normales. Es la
ciudadanía votando la que marca los rumbos, reflejando en los matices de la
opinión nacional las consignas por las cuales está dispuesta a bregar. y nadie
puede reemplazar, cualquiera sea el método que se emplee, el mandato de un
pueblo, consagrado por el sufragio libre. Hombres y mujeres expresaron sus
preferencias sin hesitaciones, y estas últimas, que han demostrado una evidente
madurez política, madre, hija, esposa, lo hicieron con la serena tranquilidad
de quienes saben que Ia paz es la suprema conquista que propicia el progreso
cierto. El texto constitucional por el cual la Nación garantiza a las
provincias el goce y ejercicio de sus propias instituciones, tiene una larga y
cruenta historia de raíces profundas en nuestro pasado. Las experiencias
vividas en la aplicación -y muchas veces en la desnaturalización- de este
instituto, imponían la necesidad de refirmar su vigencia y su auténtico sentido
para volver a un efectivo federalismo político y económico. El Poder Ejecutivo,
que lo vive y lo siente con profunda vocación, puso su más decidido empeño en
restaurarlo. Los poderes nacionales, provinciales y municipales ejercitan
libremente sus facultades, en equilibrio armonioso, en recíproco respeto y en
mutua comprensión que facilita la complementación y coordinación de jurisdicciones
encaminadas al bien común y en los conflictos que pudieron suscitarse, el
gobierno procuró su solución dentro del libre juego de las instituciones
locales. No se hace el progreso sumando negaciones, sino bajo el signo positivo
de las coincidencias, y éstas se producen cuando el quehacer político tiene el
cauce de organizaciones vigorosas, responsables y representativas de la opinión
pública que son intérpretes leales de su sentir y de su necesidad. El
fortalecimiento de los partidos políticos es requisito indispensable para la
integración de la democracia. La ley de los partidos políticos, aprobada por el
Honorable Congreso, es una contribución lógica. La elaboración de este
instrumento vital resultó del estudio de los antecedentes doctrinarios, jurisprudenciales
y legislativos y de la necesaria consulta a los diversos organismos políticos,
para que fuera un aporte con sentido permanente con el interés de la República
como único destinatario, que se tutela afirmando las instituciones y afianzando
a los partidos políticos que le dan vida, en la elaboración y análisis de ideas
y doctrinas. La República tuvo así un estatuto honesto, bajo cuyas normas se
realizaron las elecciones del 14 de marzo, y el pueblo refirmó su vocación
democrática en el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos. La consecuencia
natural será la intervención de sus representantes en las deliberaciones y
decisiones para afianzar el régimen republicano, representativo y federal.
La Defensa Nacional
Vuestra honorabilidad tiene a estudio el proyecto de la nueva
ley de Defensa Nacional. No dudo habrá de merecer la urgente preocupación le
los señores legisladores. Necesitamos de este instrumento legal, porque él nos
posibilitará la incorporación de nuevos conceptos que en esta materia imperan
en el mundo y la modificación de las estructuras que constituyen el basamento
en la defensa nacional. Se posibilitará la acción conjunta del pueblo en la
defensa y la acción armónica y eficiente de las fuerzas armadas de la Nación,
sin superposiciones que esterilizan esfuerzos. Destacamos en nuestro anterior
mensaje la falta de material con que deben desenvolver su acción Ejército,
Marina y Aeronáutica, y dijimos que era propósito del gobierno facilitar,
dentro de los constreñidos límites a que nos obliga la situación económica y
financiera del país, el reequipamiento, incluyendo los adelantos técnicos
científicos que la modernización de las fuerzas exige. Puedo anunciar a vuestra
honorabilidad la concertación de un acuerdo de ayuda reciproca con los Estados
Unidos de Norte América, que ha permitido la obtención de valiosos equipos para
las fuerzas armadas, sin que implique desembolso alguno para el país ni que la
República asuma compromisos adicionales ni decline de los derechos que posee
como nación soberana. Complementaremos el equipamiento de las fuerzas armadas
mediante un plan coherente y racional de adquisiciones, valorando en conjunto
las necesidades de las tres fuerzas con las sumas incluidas en los actuales
presupuestos y con un marcado ahorro. De esta manera, sin sacrificios para la
economía nacional y sin angustias para nuestras finanzas, contaremos con el
material indispensable para el adiestramiento y capacitación de nuestras
fuerzas, al par que afianzaremos la indispensable seguridad en la defensa del
país. El Ejército Argentino ha programado su reestructuración general para
adecuarlo a las nuevas técnicas y conceptos. El plan de reestructuración ha
sido estudiado por las autoridades militares competentes. La capacidad y
eficiencia de los jefes y oficiales que lo han concebido ha llevado al Poder
Ejecutivo a prestarle su aprobación y apoyo. Me complace destacar que esta
reestructuración, que tiene por objetivo alcanzar una mayor perfección en la
organización de nuestro Ejército, importa trabajo e incomodidades que él mismo
se ha impuesto. Es más relevante el esfuerzo realizado si se advierte que para
su ejecución no se demandan mayores sacrificios al erario público, pues se
financia con sus propias economías. ……………………………………………………………………………………………………………….
Este ha sido el año de la Siderurgia Argentina.
Desde el 12 de octubre de 1964 hasta el 31 de marzo próximo
pasado la producción de acero crudo llegó a alrededor de 1.300.000 toneladas, y
la de laminados terminados a 1.275.000 toneladas. En octubre del mismo año
inauguramos la ampliación de los Altos Hornos Zapla, con lo cual quedó
completada la primera unidad siderúrgica integrada del país que cumple un
objetivo de desarrollo regional de indudable importancia. La Sociedad Mixta
Siderurgia Argentina, prosiguiendo su plan de expansión, obtuvo un crédito del
Banco de Importación y Exportación que le permitirá elevar su capacidad de
producción anual de acero a 1.100.000 toneladas, y está terminando las
especificaciones del proyecto correspondiente a la segunda etapa que le
permitirá alcanzar una capacidad de producción de 2 millones de toneladas Se ha
dado aprobación definitiva a importantes proyectos del sector.
privado que han recibido apreciables financiaciones del Banco
Internacional de Reconstrucción y Fomento y del Banco Interamericano de
Desarrollo lo que permitirá ampliar sustancialmente la’ capacidad productiva de
los establecimientos favorecidos. Tanto la producción alcanzada como la
materialización de sus importantes proyectos justifican la afirmación de que
éste ha sido el año de la siderurgia argentina. Bajo la responsabilidad
de Fabricaciones Militares se encuentran en sus últimas fases las tareas de
prospección minera del plan cordillerano, debiendo destacarse que, como
consecuencia de estas labores, ha sido establecida en la provincia de Mendoza
la existencia de condiciones geológicas que típicamente corresponden a las que
constituyen las acumulaciones minerales llamadas de cobre diseminadas. Este
hecho reviste especial significación, por cuanto abre favorables perspectivas
para la eventual localización de importantes yacimientos comerciales. Bajo la
supervisión de Fabricaciones Militares, se ha cumplido la primera etapa de los
estudios de los planes de explotación de Sierra Grande. La Fábrica Nacional de
Aviones de la Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones
Aeronáuticas ha pasado por momentos difíciles de evolución, pero se han tomado
todas las medidas necesarias para su afianzamiento económico y financiero, a
fin de que sus esfuerzos se vuelquen, fundamentalmente, en la industria
aeronáutica, que es la razón de su existencia. En el sector de la industria
naval, Astilleros y Fábricas Navales del Estado ha continuado sus tareas de
promoción y actividades productivas, entregándose diversas unidades que han de
proseguir a ritmo creciente en el plan de construcciones navales.
Contrataciones en trámite aseguran una actividad permanente y el progreso de la
industria naval, que mi gobierno está dispuesto a alentar. Las fuerzas armadas
no sólo han cumplido con eficiencia y vocación sus funciones castrenses, sino
que también han puesto particular empeño en la acción civil, cooperando con
numerosas obras. Así, han incorporado nuevos tramos de caminos y líneas de
comunicaciones alámbricas e inalámbricas; han cooperado con servicios de
sanidad en beneficio de la población civil; construido nuevos aeródromos;
perfeccionado los medios de apoyo a la navegación aérea comercial; contribuido
con rápida y eficaz colaboración en !os casos de catástrofes, incendios e
inundaciones; y continúan resolviendo el problema del transporte y de las
comunicaciones en las lejanas zonas de la Patagonia. La cooperación de las
fuerzas armadas en las actividades de la educación, la cultura, las artes,
etcétera, es elocuente muestra de preocupación en pro de la difusión de todas
las manifestaciones del espíritu. Las experiencias en lanzamientos de cohetes
han excedido el campo de la experimentación estrictamente militar, para
canalizarse, en colaboración con la Universidad de Tucumán y otros centros
científicos del país, en el estudio de la atmósfera mediante lanzamientos de
exploración, coordinados con centros científicos de los Estados Unidos y de
Francia. Estas manifestaciones de alta tecnología constituyen una auténtica
expresión del nivel de un país que aspira a ocupar un lugar destacado en las
disciplinas científicas y en la investigación como instrumento de paz y de
colaboración entre los pueblos.
………………………………………………………………………………………………………………
Afirmar nuestra personalidad internacional
La política cumplida ha procurado afirmar nuestra personalidad
en el campo internacional favorecer la presencia del país en el exterior.
ajustándose a sus formas tradicionales de conducta, de respeto por todas las
naciones, igualdad de trato y no intervención en los problemas internos y
autodeterminación de los pueblos, contribuyendo a la seguridad mundial,
mediante una política apta para mantener la paz y defender y promover su
concepción de vida, sin pretensión de imponerla a país alguno. Dentro del
ámbito regional actuamos fraternalmente con los demás pueblos de América, a
cuya unidad aspiramos, y hemos defendido la Organización de los Estados
Americanos como instrumento regional indispensable; contribuiremos al
mejoramiento de su mecanismo con iniciativas recomendadas por la experiencia.
En la Primera Conferencia Interamericana Extraordinaria se aprobó la iniciativa
argentina de admisión de nuevos Estados miembros para que ella se enriqueciera
con el aporte racial, cultural y político de nuevas nacionalidades surgidas en
nuestro continente, a condición de que fueran países realmente libres e
independientes y no comprendieran territorios disputados por algún Estado
miembro a un país extracontinental. En la Segunda Reunión Extraordinaria, a
realizarse en el mes de mayo en Río de Janeiro, es nuestra intención proponer
una reunión anual de cancilleres para que América cuente con un cuerpo
permanente y oportuno para la dilucidación de todos sus problemas. Este consejo
sería complementado por una organización americana del trabajo en la que, sin
perjuicio de las facultades asignadas y eficientemente cumplidas por la
Organización Internacional del Trabajo, se ponga en contacto a los trabajadores
americanos para igualar y mejorar las condiciones de existencia sobre la base
firme de la unidad de los pueblos de América. Hemos dado nuestro apoyo a la
aplicación del contrato americano de asistencia recíproca, pero pensamos que si
la asistencia merece darse en todos los casos de agresión o amenaza de
agresión, también debe darse para corregir los males económicos y sociales que
afligen a nuestros pueblos. Por eso es que la Carta de Alta Gracia y la Alianza
para el Progreso deberán integrarse en un tratado de asistencia
recíproca. En las relaciones extracontinentales ofrecimos nuestra buena
voluntad para todos los pueblos, convencidos de que la convivencia pacífica no
sólo es una imposición de este proceso de acortamiento de las distancias en el
mundo que nos ha vuelto vecinos a todos, sino también una actitud indispensable
para asegurar la paz y el bienestar. Tenemos una preocupación permanente por la
paz. Estamos dispuestos a contribuir para la eliminación de todo tipo de guerra
atómica convencional o revolucionaria. También llamamos la atención sobre la
existencia de un factor provocador permanente de la guerra, cual es la agresión
subversiva o la guerra revolucionaria. Es que, evidentemente, disfrazada de
revolución o de mera actividad política, desde el exterior puede llevarse a
cabo una agresión que, aunque no armada o propiamente militar, es políticamente
subversiva. La Cancillería argentina presentó en la IX Reunión de Consulta
realizada en 1964 la fórmula por la cual deben considerarse como ataque armado,
que da derecho a la legítima defensa propia o colectiva, los casos de agresión
subversiva. Con esta fórmula, aceptada ya por los países americanos, se ha dado
al derecho de no intervención un eficiente mecanismo defensivo. Con ese
realista sentido de que la intervención que debemos impedir no sólo está en los
hechos evidentes, sino también en los hechos ocultos o causantes, juzgará
nuestro representante ante la Organización de Estados Americanos los dolorosos
sucesos en Santo Domingo. Señalará la responsabilidad correspondiente, sea
quien fuere, a quien deba atribuirla y hará todos los esfuerzos para la paz
entre los hermanos dominicanos, y en defensa de sus derechos a darse las
instituciones, los sistemas y los gobernantes que libremente elijan. (Aplausos
prolongados.)
Malvinas: nuestro deseo reivindicatorio se ha internacionalizado.
En celosa custodia de nuestra soberanía, ponemos especial empeño
en la defensa de nuestra integridad territorial. Es por eso que la recuperación
de Las Malvinas ha tenido, en el proceso ininterrumpido de la vocación
argentina, una característica trascendente y nueva. La cuestión de Las Malvinas
ha dejado de ser un planteamiento entre el país ocupado y el país ocupante.
Nuestro anhelo reivindicatorio se ha internacionalizado, y gracias a la
justicia de nuestra causa, al respeto de los pueblos hermanos, al esfuerzo
universal de nuestra defensa y al mérito de los antecedentes históricos y
jurídicos que han servido para formularla, hemos encontrado una acogida
decidida y completa de los gobiernos representados en la Organización de los
Estados Americanos. y hemos logrado que la Comisión de Descolonización de la
Organización de las Naciones Unidas, por unanimidad, aconseje a la Asamblea
General se resuelva que habiendo un conflicto entre el país ocupante y el país
ocupado, ambos deben entrar en conversaciones para resolverlo. Por primera vez,
el Reino Unido, al expresar los fundamentos de su actitud, pone de manifiesto
la injusticia de su causa y las razones morales y jurídicas para una pronta
rectificación. Fundado en razones científicas, jurídicas y políticas de
universal acogimiento, hemos promovido ante vuestra honorabilidad el propósito
argentino de declarar, categórica y definitivamente, que corresponde en forma
plena y absoluta a la soberanía territorial argentina la plataforma continental
y el mar epicontinental hasta la isobata de 200 metros. (Aplausos.) No podemos
consentir indiferencia ante una Patagonia sumergida y en la cual la expresión
de nuestra soberanía no se hubiese hecho presente. Hemos declarado que, aun
consecuentes y cumplidores de las obligaciones internacionales contraídas por
la Nación, no nos sentimos cómodos dentro del Tratado Antártico, salvo en lo
referente al fomento de una comunidad científica. Mientras tanto, sigue el
esfuerzo y el sacrificio argentino en el territorio antártico. Siempre habíamos
ejercido soberanía en el espacio aéreo; porque consideramos como formando parte
del territorio nacional, no sólo el espacio plano, sino también el espacio
volumen. Pero la utilización del espacio ultraterrestre con fines científicos,
ha ido creando un criterio jurídico internacional que puede resultar peligroso
para la seguridad y los derechos de nuestras naciones. Hemos llamado la
atención a ese respecto en la última asamblea de las Naciones Unidas.
…………………………………………………………………………………………………………….
Educación, 100% mas presupuesto
Desde el comienzo de nuestra existencia institucional ha sido
tradición argentina el afianzamiento de la educación. Esta responsabilidad no
admite atenuaciones ni desfallecimientos. La preocupación conjunta del Poder
Ejecutivo y de vuestra honorabilidad determinó que para 1965 se incrementara
más del ciento por ciento el presupuesto total de la rama de educación. Fue así
posible actualizar el nivel salarial de los educadores y ello se realizó en dos
oportunidades desde que hace un año declarara inaugurado el anterior período
legislativo. Este núcleo tan numeroso de servidores públicos, así como millones
de alumnos de todo el país, desarrollan sus actividades en edificios que en
escasa proporción son propiedad del Estado y sólo en reducida cantidad pueden
ser considerados funcionales y adecuados. Para la enseñanza media se incluyeron
en el presupuesto mil cien millones de pesos con destino a construcciones y
reparaciones, estructurándose un plan para la construcción de nuevos
establecimientos por cinco mil millones de pesos. Con este mismo fin se remitió
a vuestra honorabilidad un proyecto de fondo escolar permanente, que cuenta con
la sanción del Honorable Senado y que admite también la cooperación de
esfuerzos con los poderes provinciales, municipales y entidades de bien
público. Varias universidades nacionales, mediante convenios, recibieron fondos
para invertir en obras, sin perjuicio del refuerzo de sus presupuestos en mil
doscientos sesenta y cuatro millones de pesos para atender gastos generales y
planes de reequipamientos. Para la consecución de todos estos fines se ha
contado también con el aporte de la enseñanza privada. Su presencia en el país
y su contribución se han evidenciado en una labor efectiva, realizada en común
con la educación pública. En resguardo de los intereses de los destinatarios de
la enseñanza privada, el Poder Ejecutivo ha dictado este año normas sobre
nuevas exigencias de incorporación al sistema oficial. El constante crecimiento
de la población estudiantil en los distintos niveles ha requerido, no obstante
el ya señalado déficit edilicio, la creación de nuevos colegios y de cursos,
grados y divisiones. En la rama primaria se habilitaron nuevos edificios
escolares, casi en su totalidad en el interior del país, y se crearon nuevas
escuelas. Lo que preocupó, esencialmente, fue asegurar la asistencialidad
escolar, para lo cual se instalaron 1.431 comedores escolares y se dotó a
50.000 niños con equipos de vestimenta ya 500.000 con equipos de útiles y ropa,
y se habilitaron sólo en los alrededores de la Capital Federal doce nuevos
centros médico-odontológicos y se atendió a la preservación de la sanidad del
alumnado. Así como se ha alentado el incremento de la concurrencia escolar, se
ha promovido el perfeccionamiento docente. En distintos niveles se ha logrado
un creciente interés en el magisterio y el profesorado, por la actualización de
métodos y conocimientos. Una estrecha relación con la UNESCO ha sido detalle
destacable en este campo. El país ha sido lanzado a un intensivo programa de
alfabetización. Sobre la base de los organismos encargados de la educación y
las Fuerzas Armadas trabajando de consuno, se ha dado iniciación a una labor
que se extenderá durante los próximos años, para erradicar el analfabetismo y
el semianalfabetismo. El firme propósito de estimular la educación técnica
ofrece sus primeros frutos. Sus talleres, laboratorios y material escolar
recibieron en 1964 inversiones que incrementaron en el 620 por ciento las del
año anterior, proporción que superará el mil por ciento, de acuerdo a las
previsiones para 1965. Se crearon y organizaron nuevos establecimientos y se
aumentó en el 320 por ciento respecto de 1963 lo invertido en comedores
escolares e internados para estudiantes técnicos del medio rural. El Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas ha continuado desarrollando
sus tareas de promoción, orientación y coordinación científica, con la
cooperación de sus comisiones asesoras y regionales que le permiten desenvolver
su obra en todo el país. Uno de sus principales objetivos fue ayudar a la
formación de investigadores, para lo cual se acordaron 130 becas en el país y
78 en el extranjero, para que perfeccionaran sus conocimientos bajo la
dirección de maestros acreditados. Los que demuestren capacidad creadora y
realicen obra original tienen la posibilidad de ingresar a la carrera del
investigador científico, en la que pueden permanecer mientras persista su
actividad. El Consejo contribuye, así mismo, a la realización de
investigaciones mediante subsidios, con los que también apoya congresos,
publicaciones y otras actividades científicas. Ha establecido varios institutos
propios y promovido diversas medidas favorables al progreso de la ciencia en el
país. Todo ello ha significado un cambio importante en las condiciones para el
trabajo de investigación en la Argentina. La reciente creación de la
Subsecretaría de Cultura ha permitido reunir orgánicamente la actividad
cultural a cargo del Estado. Esas manifestaciones se difunden en amplios
sectores populares. Si bien la Capital de la República, por su cosmopolitismo y
vastedad, constituye su caja de resonancia, ha sido preocupación del Poder
Ejecutivo que todo el territorio de la Nación alcance sus beneficios. Consideramos
tan demostrativo como auspicioso, en ese orden, el hecho de haber establecido
en la Antártida Argentina una biblioteca pública, avanzada cultural primera en
su género y al inmediato servicio del personal científico y armado allí
destacado. ……………………………………………………………………………………………………………….
Justa retribución del trabajo y pleno empleo
Asegurar la paz social y crear un clima de colaboración en el
campo del trabajo, constituyen el objetivo más importante de nuestra política
laboral. Para servirlo se declinaron todas las impaciencias, con la íntima
esperanza de que la sensatez y los anhelos de tranquilidad de los trabajadores
habrían de superar en definitiva consignas espectaculares, que no tienen en
cuenta casi nunca que sólo el trabajo ordenado y eficaz es capaz de acrecentar
el bienestar en forma permanente. La determinación del gobierno de forjar un
instrumento legal que, reglando con honestidad la vida de los partidos
permitiera la integración del cuerpo electoral de la Nación, asegurando a todos
los bienes de la libertad política, estuvo también presente en la recta
aplicación de las leyes que reglan la vida de los sindicatos para que estas
asociaciones, que asumen tanta responsabilidad en el Estado moderno estuvieran
al margen de las luchas partidistas. Debe entenderse definitivamente que el
sindicato es instrumento de todos los trabajadores, que tampoco allí debe haber
proscripciones y que no es lícito utilizarlo en beneficio de las parcialidades,
sobre todo cuando está expedito el camino de los partidos políticos y
aseguradas las libertades (Aplausos prolongados.) Hemos dicho, y lo reiteramos,
que mantendremos y aplicaremos la ley de asociaciones profesionales (Aplausos),
en tanto sea un instrumento de progreso y de concordia, y hasta tanto no
encontremos, a través de la controversia fecunda, los mecanismos que la
perfeccionen. Su reglamentación, que concluirá a la brevedad, ha de servir para
precisar sus alcances y garantizar el ejercicio más amplio posible de la
libertad sindical. No puede perderse de vista que nuestra legislación establece
privilegios especiales para las entidades con personería gremial reconocidas
por la ley, tanto que las otras que no la poseen, no pueden ejercer
prácticamente representación sindical alguna. Y esto exige que el sindicato que
goza de esos privilegios, sea el órgano representativo de los intereses de
todos los trabajadores de la respectiva actividad, para lo que no podrán
hacerse discriminaciones filosóficas, políticas, raciales o religiosas y mucho
menos instrumentaciones para que sirvan al Estado, a las empresas o a las
facciones. Esto está en la letra y en el espíritu de la ley; está, además, en
nuestra filosofía de gobierno, y como las leyes deben ser cumplidas por todos,
advertimos que quien viole sus obligaciones no podrá esperar sus beneficios.
(Aplausos prolongados.) De este modo y con esta claridad, refirmamos lo que
dijimos a vuestra honorabilidad el 12 de octubre dc 1963 “Desarrollaremos una
política gremial que posibilite la unidad del sindicalismo argentino y la
preserve de la intromisión política.” La política laboral cumplida ha mantenido
la necesaria coherencia con el manejo de las cues tiones económicas, cuyos
objetivos no pueden desentenderse de las cuestiones sociales. Los grandes
lineamientos en esta materia, han sido: una mejor distribución de la riqueza,
basada en una justa retribución del trabajo, política de pleno empleo, respeto
de la libertad sindical y de la independencia y autonomía de las asociaciones
profesionales de trabajo, participación de las mismas en el planeamiento del
desarrollo económico. La ley 16.459 de salario mínimo vital y móvil, sancionada
por el Honorable Congreso de la Nación -que concretó una justa aspiración de
los trabajadores-, puso en funcionamiento el Consejo Nacional de Salarios en el
que representantes de los trabajadores, de los empresarios y del Estado, en
diálogo permanente, echaron las bases fundamentales de esta nueva institución.
La experiencia recogida en este consejo ha de permitir su extensión a otros
organismos de la vida económica y social donde resulte indispensable idéntica
conformación. El Consejo Nacional del Salario Vital Mínimo y Móvil ha fijado
recientemente por segunda vez el nivel que corresponde al salario mínimo en
16.500 pesos para la familia tipo. Ha jugado en la oportunidad debida el
mecanismo de la ley para compensar la elevación del costo de la vida, lo que al
par que restituye el salario al nivel fijado con anterioridad, prueba que las
previsiones de vuestra honorabilidad han sido cumplidas sin demora, lo que
despertará la confianza de los trabajadores en una ley tan trascendente. Como
consecuencia de la ley de salario vital mínimo y móvil y de los aumentos
establecidos por el régimen de convenciones colectivas. el nivel general de
salarios en el año 1964 creció con relación al periodo anterior en un 28,9 %,
mientras que el índice de costo de vida lo hizo en menor medida, con el 22,1%.
Esta diferencia de crecimiento determinó que el salario real en el año 1964
alcanzara un incremento positivo del 6,8 % con respecto al año anterior.
Proteger a la familia en todas las circunstancias ha sido y será preocupación
primordial y constante de mi gobierno. Defender la familia de todas las
asechanzas es el modo más eficaz de preservar al ser nacional. Esto no ha sido
solamente una actitud espiritual, sino que se ha resuelto en actos concretos de
mi gobierno, procurando complementar el sueldo del trabajador para ponerlo en
mejores condiciones de solventar las necesidades del núcleo familiar. Prueba de
mis afirmaciones es la evolución del salario real en los últimos quince años,
considerando agregada la asignación familiar, que en el caso del peón
industrial decrece en el quinquenio 1950-1954 en 4,5 %. en el período 1955-1959
en 5,7 %, para aumentar en el comprendido entre los años 1960-1964 en 4,5 %,
crecimiento éste determinado por el aumento del 16,8 % del año 1964. y que para
los cinco primeros meses de este año alcanza al 30,5 %. En el caso de los
trabajadores agropecuarios el progreso realizado es aún más significativo y me
place señalarlo a vuestra honorabilidad, pues recién a partir de la sanción de
la ley de salario vital, mínimo y móvil llegan estas prestaciones a los
trabajadores del campo en un acto de justicia indudable. Así, el salario real
para el trabajador agropecuario integrante de la familia tipo se incrementa en
el 81,5% en el año 1964 y en un 80 % para los cinco primeros meses de este año
comparados con igual período del año anterior. Me place señalar también a
vuestra honorabilidad que con la reciente creación de la Caja de Asignaciones
Familiares para el personal de la estiba se incorpora en forma efectiva a los
trabajadores portuarios hasta ahora al margen de esta protección por la
modalidad de su trabajo. Un adecuado nivel de relaciones entre trabajadores y
empresas se puso de manifiesto a través de la celebración de 397 convenciones
colectivas desde el 19 de mayo del año pasado a la fecha. Cabe destacar que más
de un 60 % de las mismas fueron formalizadas antes o durante el mes inicial de
su vencimiento, como así también que salvo en muy contadas oportunidades
durante su tramitación no se recurrió a medidas de acción directa. Todo ello no
solamente creó una relación favorable entre las partes, sino que también evitó
perjuicios a la economía del país y de los trabajadores. Cuando no fue posible
que las partes se pusieran directamente de acuerdo se logró que sometieran sus
diferencias al arbitraje, por cuyo medio se alcanzaron adecuadas soluciones a
través de laudos en las siguientes actividades: textiles, bancarios, petroleros
privados, seguro, fibrocemento y laboratorios. Así no sólo se puso fin a
disputas sobre salarios, sino que se dio nacimiento a instituciones de avanzada
en el derecho laboral. El laudo que benefició a los trabajadores textiles creó
un sistema asistencial que dará, cuando se establezca definitivamente,
asistencia médica a todos los trabajadores de la actividad, con la
participación responsable del sector empresario. Consecuentemente, se formó una
comisión integrada por representantes sindicales, empresarios y del gobierno
encargada de estudiar la coordinación del organismo asistencial textil con los
demás existentes, públicos y privados, para evitar superposiciones onerosas
que, además, resienten su eficacia. El Banco Sindical Mercantil, surgido del
laudo ministerial de febrero de 1964, es ya una realidad. Funcionará en forma
similar a cualquier entidad bancaria del país, otorgando ayuda a los
trabajadores y crédito a los pequeños y medianos empresarios mercantiles. La
reactivación industrial operada en el país contribuyó a una disminución notable
en la tasa de desocupación. De las encuestas realizadas conjuntamente por el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Consejo Nacional de Desarrollo
para el área de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, surge una
disminución de la tasa de desempleo del 8,8 % en julio de 1963 al 5, 7 % en
octubre de 1964, pudiendo destacarse a título de ejemplo, que en las industrias
metalúrgica y textil las tasas de desocupación descendieron del 10,9 % al 3,2
%.. y del 13, 7 % al 7,2 %, respectivamente. Estos resultados confirman el
proceso de recuperación económica que está viviendo el país con más elevados
índices de empleo y una mayor producción reflejada en el crecimiento del
producto bruto nacional. Dentro de la organización política, basada en el
sistema representativo republicano y en el que está garantizada la libertad de
asociarse con fines útiles, las organizaciones sindicales libres y
democráticas, interesadas por derecho propio en los grandes objetivos políticos
nacionales, pero alejadas e independientes de las banderas partidistas, tienen
un importante papel que cumplir en la elaboración y confección de los planes de
desarrollo económico-social.
……………………………………………………………………………………………………………….
Crecimiento económico y distribución de riqueza: la
planificación del desarrollo.
Hacia fines del primer decenio después de la guerra había
empezado a producirse una industrialización en profundidad más sólida,
especialmente en los campos del papel y celulosa, del laminado de acero y de la
industria de producción de maquinarias. En 1956 se puso la piedra angular a una
nueva etapa de la industrialización argentina al dar comienzo al montaje de la
planta de Sociedad Mixta Siderurgia Argentina. Más tarde se pretendió
incentivar la inversión mediante una política de desgravaciones impositivas
indiscriminadas que favoreció un sobreequipamiento en algunos sectores e hizo
difícil la determinación del impuesto, creando de hecho un debilitamiento de
las finanzas públicas. Si en el primer decenio (1945-1955) se consumieron las
reservas de divisas, en el segundo a partir de 1955, se estimuló el
endeudamiento externo, sin consideración a nuestra capacidad futura de pago. Ya
hacia el fin de este segundo decenio después de la guerra, en 1963, mi gobierno
debió afrontar las consecuencias económicas, sociales y políticas determinadas
por una profunda recesión, una inflación persistente y tensiones sociales que
ponían en peligro nuestras instituciones democráticas. Dije que la acción a
desarrollar tenía por meta final alcanzar en un más corto plazo dos objetivos
básicos: el mantenimiento de un proceso continuo de crecimiento económico y la
participación activa del pueblo trabajador en una más justa distribución de la
riqueza, que le permitiera su completo desarrollo material y espiritual. Fue
menester emprender una doble tarea: la recuperación de la economía a corto
plazo con la eliminación de la desocupación, mientras se preparaba un plan de
gobierno. En mi anterior mensaje manifesté a vuestra honorabilidad que «el
proceso de recuperación de la economía permitía prever un crecimiento de un 6
por ciento en valores reales». Hoy podemos señalar que el mismo ha sido de 8,4
por ciento. La desocupación se redujo considerablemente y continúa
disminuyendo, y se ha dado fin a la preparación del plan de gobierno. Podemos
afirmar también que hemos avanzado firmemente por todos los caminos que
señalamos.
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La transformación agraria: tecnología y modificación de las
relaciones de tenencia de la tierra.
En el sector agrario, para movilizar nuestros recursos naturales
de una manera más completa y eficiente, se ha desarrollado un esfuerzo para
mejorar la productividad rural a cargo del Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria, de institutos de investigaciones, estaciones experimentales y
agencias que han completado una proficua tarea y aportado nuevas técnicas.
Mejores praderas y sembrados, así como la intensa labor experimental en
problemas de ganadería bovina emprendidas en las principales regiones del país
han dado nuevas oportunidades a los productores para mejorar sus explotaciones
El Banco de la Nación Argentina, en colaboración con la Secretaria de Estado de
Agricultura y Ganadería y en cumplimiento de una de la metas del plan de
gobierno, puso en ejecución un programa especial de créditos para praderas
perennes que encontró la respuesta más positiva de parte de nuestros
productores” Este programa se continuará hasta cubrir cinco millones de hectáreas
en la zona pampeana. Las investigaciones sobre administración rural que
facilitan un mejor y racional uso de los recursos dieron motivo a un programa
de créditos orientados a través de la Comisión Nacional de Promoción
Agropecuaria para facilitar el logro de un mejor rendimiento del crédito
agrario. Toda esta tarea comienza a dar sus frutos, ya que el año 1964 se ha
caracterizado por una notable expansión de la producción agropecuaria,
habiéndose llegado a una cifra de exportación de 9.100.000 toneladas de granos,
no alcanzada desde hace veinticinco años” Mirando retrospectivamente se
comprueba un aumento en la producción de cereales, especialmente trigo y maíz.
En 1945 se lograron cuatro millones de toneladas de trigo; en 1955, 7.700.000,
y en 1965, más de nueve millones” En maíz se produjeron 2.9650.00 toneladas
en1945; en 1955. 2.546.000, y se espera mejorar sustancialmente esta cosecha en
1965. Los precios compensatorios asegurados al agricultor y la baja de los
precios internacionales demandó un gran esfuerzo financiero del Estado en apoyo
de los productores y de la economía del país A pesar del volumen alcanzado por
estas cosechas excepcionales, se obtuvo la ordenada colocación de los
productos, tanto en el mercado interno como en el externo, mediante la eficaz
labor de la Junta Nacional de Granos. Desafiando pronósticos más bien
pesimistas, se vendieron los saldos de la cosecha 1963/64 y en estos momentos
se realiza una acción vigorosa para la venta de la cosecha 1964/1965. La
producción pecuaria, particularmente de carne bovina, ya superadas las
dificultades derivadas de la intensa sequía que obligó a la liquidación de
haciendas en 1963, entró en un franco proceso de recuperación. A ello condujo
la política de desarrollo del gobierno a través de la Junta Nacional de Carnes,
el ordenamiento de las exportaciones, lo que significó que con volúmenes más
restringidos se alcanzaran valores no registrados hasta ahora en ingreso de
divisas” En 1964 se exportó carne refrigerada por 240 millones de dólares contra
207 millones de 1963″ Los precios promedios, que fueron de 387 dólares en 1963,
llegaron a 570 en 1964, con tendencia a ser superiores en el corriente año, en
el que es muy probable se concrete una exportación de carne refrigerada de
392.000 toneladas, cifras que demuestran un sensible progreso. Mi gobierno no
ha sido insensible ante el esfuerzo que debió realizar la población por la
disminución de las existencias ganaderas, y así prestó su mayor respaldo
técnico y crediticio para expandir la producción avícola, pesquera y porcina
para sustituir la ausencia de carnes rojas en cantidades suficientes para
abastecer a todo el mercado interno y externo. La producción avícola avanza en
forma extraordinaria y su expansión en el último año ha sido continua y
dinámica, estimándose que ya se producen alrededor de 60 mil toneladas de
carnes blancas, sin tener en cuenta las provenientes de otros tipos de aves. La
producción porcina ha adquirido también un gran incremento debido a la
utilización de razas recientemente importadas ya la aplicación de nuevas
técnicas de alimentación y manejo de las piaras. La producción pesquera
experimentó un aumento del 30 por ciento. que ha de crecer a un ritmo superior
aún, apenas entren en actividad numerosas embarcaciones que se están
construyendo en astilleros navales nacionales. Además. durante este año se
realizará. con la colaboración de organismos de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación, un estudio muy completo de las posibilidades
productivas del mar argentino, apoyado financieramente por el Fondo Especial de
las Naciones Unidas. Esta vasta labor, que ha de continuarse con intensidad
durante el corriente año, se completa con el proyecto de ley de arrendamientos
que hemos sometido al juicio de vuestra honorabilidad. con el objeto de
producir un régimen que transforme las relaciones de tenencia de ]a tierra e
incremente la productividad.
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Energía, un vigoroso impulso en todos los órdenes
En el orden energético hemos seguido la orientación anunciada
ante vuestra honorabilidad, de otorgar prioridad a la terminación de obras
empezadas, a fin de asegurar un máximo rendimiento en la inversión. Durante el
año 1964 se dio un vigoroso impulso al plan de obras de Agua y Energía, y se
incorporó al servicio a las centrales térmicas de Mar del Plata, con 30.000
kilovatios, la de Godoy Cruz, en Mendoza, con 31.500 kilovatios, y la estación
transformad ora de San Lorenzo, de 15.000 kilovatios. En materia de obras
hidráulicas se aceleró la construcción del dique compensador del Valle Grande,
sobre el río Atuel, que será inaugurado en julio próximo, y que permitirá
lograr el me jor aprovechamiento de la central eléctrica de El Nihuil, con
85.000 kilovatios, que será completada con una segunda etapa que se espera
terminar en 24 meses. El dique frontal de Río Hondo ha sido también objeto de
un gran impulso, y será concluido en e] primer semestre de 1966. Se prevé
terminar para dentro de 12 meses la central hidroeléctrica Florentino Ameghino,
de Chubut. La construcción de canales de riego para completar obras existentes
mereció preferente atención, destacándose las del dique Las Pirquitas, en
Catamarca, que permitirán aprovechar 10.000 hectáreas de tierra; las redes de
desagüe y riego de Conesa y Choele Choel, en Río Negro, que beneficiarán a
3.500 y 22.000 hectáreas, respectivamente; el canal Ajume-Esquina, de Santiago
del Estero, que comunicará los sistemas de riego del río Dulce y río Salado.
Durante este periodo se reinició la construcción de la red de riego del río
Colorado, que permitirá un aprovechamiento integral de 16.500 hectáreas. Dentro
del progresivo avance de la energía nuclear, el año 1964 señala la culminación
de una etapa iniciada en 1961 cuya resultante permite emprender ahora una
acción efectiva, basada en realizaciones de interés nacional, tales como la
comprobación de la existencia de una reserva de uranio que asegura la
independencia energética en este campo; capacidad para producir combustibles
nucleares y para reactores; capacidad científica y tecnológica para resolver en
cuanto al aprovechamiento de la energía nuclear se refiere, respaldada por
realizaciones ya experimentadas, y también posibilidad para actuar en
salvaguardia de la población respecto de peligros por radiaciones. Culminado
así el periodo de obtención de la propia experiencia, podemos este año comenzar
un programa de objetivos definidos. Mediante los recursos de competencia de la
Comisión Nacional de Energía Atómica se estará en condiciones de incorporar la
energía nuclear al desarrollo energético nacional. La comisión de referencia se
halla trabajando con un grupo de expertos argentinos en el estudio para la
instalación de un reactor nuclear afectado al suministro de energía eléctrica a
la zona del gran Buenos Aires-Litoral. En Ezeiza se construye un centro atómico
integrado por el reactor RA-3 y los laboratorios y anexos correspondientes, que
permitirán satisfacer la demanda nacional y del cono Sur del continente, en
materia de radioisótopos, y a la vez desarrollar un programa tendiente a
solucionar problemas en el campo de la esterilización, conservación de
alimentos, eliminación de plagas, etcétera. Los progresos en ]a investigación
sobre energía atómica permiten ubicar a la Argentina entre los países más
evolucionados en el aprovechamiento de la energía nuclear con fines pacíficos.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha dado pasos positivos hacia su recuperación
definitiva. Después de la nulidad de los contratos petroleros, sometida la
cuestión a la justicia, constituyó nuestra preocupación llegar a acuerdos
extrajudiciales con las compañías afectadas, para determinar el monto de sus
inversiones y liquidar sus cuentas dentro de los conceptos de equidad y respeto
a las normas legales vigentes. Ya se ha llegado a perfeccionar acuerdos con
algunas compañías, y estamos tratando en estos momentos de dar solución
definitiva a este problema, para que, eliminados los obstáculos del pasado,
proyectemos una política petrolera tendiente a una creciente producción y consumo
dirigida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales y con el aporte del capital
privado nacional y extranjero en auténticos contratos de locación de obras y
servicios obtenidos por licitación pública local e internacional. Si bien las
compañías contratistas cesaron prácticamente en sus actividades de desarrollo,
la producción de las respectivas áreas registró un aumento de 278.710 metros
cúbicos -6 por ciento- con respecto al periodo anterior, pues totalizó
4.944.790 metros cúbicos. Durante el periodo mayo 1964-abril 1965, mediante la
utilización de 50 equipos, Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha terminado en
las distintas zonas de explotación 431 pozos con 758.105 metros perforados, de
los cuales 100 fueron realizados en las áreas de los contratos anulados por
decreto 744/63. Las cifras consignadas constituyen de por si una elocuente
demostración de la importante tarea cumplida. La producción de petróleo en
dicho lapso ascendió a 15.375.500 metros cúbicos, de los cuales corresponden
4.944.790 metros cúbicos a las áreas recuperadas. Con respecto a ]as
perspectivas inmediatas relativas a la elevación de estos valores, cabe
destacar que se hallan en plena ejecución importantes obras de almacenaje y
transporte de petróleo en Río Negro, las que permitirán iniciar la explotación
de los yacimientos de esa provincia en el segundo semestre del corriente año,
con lo que se logrará incrementar la producción total actual en más de un 10
por ciento. En cuanto al gas natural la producción total de ese fluido aumentó
en 6.075.370.000 metros cúbicos, superando en 115.575.000 metros cúbicos a la
registrada en el período anterior. Las entregas de gas natural a Gas del Estado
han sido de 2.890 millones de metros cúbicos, cifra también mayor en
287.000.000 de metros cúbicos a la obtenida anteriormente en el mismo lapso.
Las destilerías de Yacimientos Petrolíferos Fiscales procesaron en total
10.542.600 metros cúbicos de petróleo crudo, lo que representa un 5 por ciento
de aumento con respecto al período anterior. Dicho aumento ha permitido
incrementar proporcionalmente la elaboración de los distintos subproductos para
satisfacer la creciente demanda del mercado. Se ha completado la planificación
de los proyectos que en materia de elaboración deberá llevar a cabo Yacimientos
Petrolíferos Fiscales dentro del plan de gobierno que comprende la remodelación
y ampliación de las destilerías de La Plata y Luján de Cuyo y la construcción
de una nueva destilería de gran capacidad en la zona Sur del país. Yacimientos
Petrolíferos Fiscales ha suministrado durante dicho período a las empresas
privadas que operan en el mercado 5.748.715 metros cúbicos de petróleo crudo,
cifra ésta superior en 223.490 metros cúbicos a lo entregado en igual lapso
anterior. La flota petrolera de Yacimientos Petrolíferos Fiscales transportó
8.900.000 metros cúbicos de crudo y subproductos. El transporte aludido ha
significado para el Estado una economía en concepto de fletes del orden de los
400 millones de pesos moneda nacional. Se encuentra en pleno desarrollo el programa
de expansión de la flota, previéndose la próxima terminación de un buque-tanque
y de un remolcador, estando contratada la construcción de otro buque-tanque en
astilleros nacionales, continuando la construcción de tres buquestanques en
astilleros españoles. La evolución comercial operada por Yacimientos
Petrolíferos Fiscales a partir de mayo de 1964, denota una firme y paulatina
consolidación de la empresa petrolera estatal, como demuestran los volúmenes de
venta realizados, que ascienden a un total del orden de los 9.148.000 metros
cúbicos, volumen éste superior en más de un 14 por ciento al del período
anterior. En el orden laboral se ha desarrollado una adecuada política de
conducción, consolidando las buenas relaciones con el personal, pudiendo decirse
que están dadas las condiciones para que la empresa pueda desenvolverse sin los
inconvenientes propios de los conflictos de trabajo. Finalmente, debe
destacarse que Yacimientos Petrolíferos Fiscales ha experimentado en su último
ejercicio una firme consolidación económica y financiera. Su balance general da
una utilidad de 8.117 millones contra 3.068 millones del ejercicio anterior y
afianzando la liquidez de la empresa sus deudas han disminuido en 9.310
millones de pesos. En el período comprendido entre el 19 de mayo de 1964 y la
fecha, debe destacarse por su significado y trascendencia, la inauguración del
nuevo gasoducto del Sur que vincula los yacimientos en explo tación de la
provincia de Santa Cruz con los centros de consumo de Bahía Blanca, Olavarría y
parte de la ciudad de Buenos Aires, que en estos momentos está transportando
dos millones de metros cúbicos por día, que se elevarán a cinco millones una
vez cumplida la primera etapa del plan de terminación de las instalaciones
auxiliares de la red de captación y de la planta de bombeo de cabecera. Cabe
también una mención especial a las obras de refuerzo y de captación de la red
de Buenos Aires, destinada fundamentalmente a asegurar la prestación correcta
del servicio. Además de la expansión que se lleva a cabo en la red de
distribución existente se habilitarán otras nuevas, con lo que durante el año
se incorporarán al servicio 350 kilómetros de cañerías. En lo referente a gas
licuado, Se hicieron ampliaciones de los conductos para su transporte, así como
también ampliaciones en la planta de almacenaje, a lo que deben agregarse las
obras civiles complementarias, Actualmente están en ejecución el tendido del
gasoducto de captación, transporte y distribución de varias zonas del país, así
como el de acceso a Buenos Aires, que representa más de 100 kilómetros de
cañerías terminadas ya en un 95 por ciento, y dos gasoductos dentro de la
Capital Federal, que forman parte de una remodelación de la redistribución.
Prosiguen también los trabajos de instalación, renovación y ampliación de redes
en diversos lugares del país, Con un plan general de 1.400 kilómetros. La
expansión de las instalaciones aumentó el número de usuarios atendidos dando
también un mayor volumen de gas vendido. En el período comprendido entre el 1º
de mayo de 1964 y el 30 de abril de 1965, se estima un volumen vendido de 2.700
millones de metros cúbicos de gas, de 9.300 calorías, que representa un
incremento del 10 por ciento con respecto a igual período del año anterior, y
410 millones de kilos de gas licuado, con un incremento del 40 por ciento. La
cantidad de usuarios es estimada al 30 de abril de 1965 en 1.010.000,
conectados a las redes para el Consumo de gas de 9.300 calorías, y 650 mil
consumidores de gas licuado atendidos directamente por la empresa, cifras que
deben compararse con 984.173 y 646.626, respectivamente, del ejercicio
anterior. El plan de acción cumplido por Yacimientos Carboníferos Fiscales,
fundado como en las otras empresas y reparticiones, en la continuidad de los trabajos
iniciados y en la aceleración de su terminación, se concreta con la
habilitación de la nueva planta depuradora de Río Turbio, habiéndose llevado la
extracción del carbón a una cifra de 462 mil toneladas brutas, superior a todos
los períodos anteriores. Se ha procedido a una política de aumentar el consumo
de carbón nacional, a fin de que se pueda alcanzar un nivel de explotación
económica que compense los costos. Algunos de los grandes consumidores han
realizado en sus instalaciones las transformaciones necesarias para el uso más
eficiente del carbón argentino. Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires
duplicará, con las modificaciones hechas, el consumo de nuestro mineral.
Empresa Ferrocarriles del Estado Argentino está transformando calderas para utilizar
este carbón, y se ha formalizado un convenio con Agua y Energía para modificar
una de las calderas de la superusina de San Nicolás, con la posibilidad de
transformar después otras. Se ha firmado un contrato Con la Sociedad Mixta
Siderurgja Argentina para la provisión de 65 toneladas anuales para la planta
siderúrgica General Savio. Debe destacarse el hecho auspicioso de que en
noviembre del año pasado se efectuó la primera exportación del carbón argentino
a una empresa de la ciudad de Montevideo, exportación que si bien fue de
pequeña magnitud, fue seguida de nuevos pedidos y gestiones de otros
interesados en exportar carbón a la República Oriental del Uruguay.
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