DANILO MEDINA “Cuando hablo de
gobernar con la gente y para la gente, hablo de cumplir las grandes
aspiraciones de nuestro pueblo y las grandes tareas pendientes para el
desarrollo del país”
Discurso al jurar ante la Asamblea Nacional, Santo Domingo, República Dominicana,
16,8,2016
Señoras
y señores,
Quiero
comenzar estas palabras recordando una vez más la fecha que conmemoramos en el
día de hoy. Como cada 16 de agosto, conmemoramos el aniversario del Grito de
Capotillo.
En
un día como éste, hace ahora 153 años, un grupo de hombres y mujeres heroicos
se levantó para alcanzar la mayor conquista que puede lograr un pueblo: La
conquista de su Patria.
Y
es en esta fecha tan significativa, cuando tengo el honor de estar ante todos
ustedes, representantes de todas nuestras instituciones y de las naciones
hermanas, para recibir nuevamente el mayor honor que se le puede conferir a un
ciudadano: ser elegido Presidente de su país.
Aquellos
héroes de 1863, con su valerosa hazaña, nos entregaron el mayor legado que
podíamos heredar: La Nación Dominicana.
Y,
junto a ese valioso legado, nos transmitieron también una gran responsabilidad:
La responsabilidad de cuidar esta Patria, de seguir construyéndola y de seguir
sirviéndola sin descanso.
Y
eso es lo que vamos a hacer. Ese es nuestro compromiso renovado con todos
ustedes,
Pueblo
dominicano:
Prometo
que dedicaré los próximos cuatro años a servir a nuestra Patria, a cuidar de
nuestra tierra y a hacer crecer cada día su grandeza.
Señoras
y señores,
No
puedo continuar estas palabras sin agradecer una vez más, a todos aquellos que
han hecho posible que yo esté hoy aquí.
Hoy
como hace cuatro años, vuelvo a repetir estas palabras: Me inclino humildemente
y agradecido ante Dios.
Para
pedirle de nuevo que me mantenga siempre en el camino de la justicia, del amor,
de la humildad, de la compasión y del equilibrio.
Pedirle
que nunca me deje conducir por la soberbia, el odio, la frialdad, la
insensibilidad, la vanidad, la indiferencia, la arrogancia y la prepotencia.
Agradecer
a mi familia, a mi padre Juan Pablo, a mi querida esposa Candy y a mis hijas,
Sibely, Vanessa Daniela y Ana Paula por apoyarme siempre en este camino de
servicio, que también supone muchos sacrificios para ellas.
Gracias
a mi compañera Margarita Cedeño de Fernández, a quien felicito por haber sido
elegida nuevamente como vicepresidenta de la República.
Gracias
a los compañeros del Partido de la Liberación Dominicana y a todos los partidos
aliados, por llevar a todos los rincones del país nuestro mensaje de unidad.
Gracias al sector externo, por su alegría y apoyo incondicional.
Pero
muy especialmente, y por encima de todo,
¡Gracias,
una vez más, al pueblo dominicano! Gracias por confiar en nuestra palabra y por
poner nuevamente en nuestras manos el timón de esta gran nación.
Hace
exactamente cuatro años que, de pie, en esta misma tribuna, les propuse
construir un sueño juntos.
Vivíamos
entonces tiempos de incertidumbre en todo el mundo y, sin embargo, el pueblo
decidió depositar su confianza en nuestro proyecto de desarrollo con equidad
social, democracia y paz.
Hoy,
con humildad, pero también con satisfacción, puedo decirles que he trabajado
sin descanso estos cuatro años para honrar la confianza que depositaron en mí.
Y, por supuesto, estoy decidido a honrarla cuatro años más con el trabajo.
En
todo este tiempo, hemos demostrado que, con esfuerzo y con unión, los sueños se
conquistan.
Paso
a paso, hemos hecho realidad nuestra promesa de renovar la política, de
transformar el país, de llevar esperanza a los lugares más apartados.
Estamos
muy cerca de lograr lo que parecía imposible, un crecimiento de 7% durante 3
años consecutivos. Si, como indican las previsiones del Banco Central, cerramos
el año así, eso significaría que el crecimiento promedio de nuestro país
durante el período 2013- 2016 ha sido 8 veces superior al crecimiento promedio
de América Latina estimado por la CEPAL!
En
estos cuatro años, nuestra economía ha crecido incluso más de lo que
esperábamos. Concretamente 1.5 veces más de lo que nos propusimos como meta en
el programa de gobierno 2012-2016.
Pero,
sobre todo, ha crecido el optimismo, la autoestima y la igualdad en nuestro
país. Porque ese crecimiento, está llegando cada vez a más personas.
Este
modelo nos ha permitido sacar a más de 900,000 dominicanos de la pobreza. Dicho
de otra forma, en ninguna otra gestión, en un período gubernamental de cuatro
años -desde la muerte del Tirano Trujillo- había disminuido tanto la pobreza
como en el pasado cuatrienio.
Y
este modelo nos ha permitido también superar con creces la cifra de 400,000
puestos de trabajo que nos propusimos. De hecho, al 30 de julio alcanzamos los
462 mil empleos.
Yo
he hablado muchas veces de la construcción de una sociedad de clases medias y
en estos cuatro años hemos trabajado juntos para que esa clase media creciera.
El
gobierno ha invertido en la gente y la gente ha respondido con esfuerzo y
superación.
El
resultado que hemos logrado es que nuestra clase media pasara de un 20.7% a
conformar el 30% por ciento de la población, según la medición hecha en abril
de este año 2016.
Y
a esta nueva clase media vamos a darle aún más impulso, porque necesitamos que
se consolide, que permanezca con ingresos dignos, que crezca y que abandone
para siempre la condición de vulnerabilidad.
Ese
es el resultado de la estabilidad económica. Y para que incorporemos cada vez a
más familias, es fundamental que continúen los excelentes indicadores
macroeconómicos que exhibe nuestro país en estos momentos.
La
expansión económica del país se ha logrado con estabilidad de precios y
reducción del déficit del sector público no financiero.
La
inflación promedio del período 2013-2016 se sitúa en torno al 2.5% anual, lo
que constituye el menor promedio histórico para un período gubernamental de los
últimos 46 años.
Además,
el déficit de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos del país se redujo en
casi 5 puntos porcentuales del PIB, al bajar de -6.6% a – 1.9% a finales del
año 2015.
La
Inversión Extranjera Directa, en el período 2012- 2015 mantuvo un flujo
promedio anual de US$2,400 millones, logrando que el país se consolide como el
principal destino de inversión extranjera directa en la región de Centro
América y El Caribe.
El
notable desempeño de la economía dominicana se reflejó en una caída
significativa del nivel de riesgo país, indicador por excelencia asociado a la
percepción de riesgo de los inversionistas internacionales sobre la seguridad
de una economía, situándose el mismo por debajo del promedio de la región.
Y
otro hecho relevante en materia económica es que hace apenas unos días la
República Dominicana saldó el total de los compromisos contraídos por el país
con el Fondo Monetario Internacional. Esto significa que desde 1975 a la fecha,
es decir en 41 años, es la primera vez que no tenemos deuda pendiente con el
FMI, como lo reconoce el propio organismo en su carta de felicitación al país.
Dominicanos
y dominicanas,
Todas
estas cifras y resultados son importantes por dos razones: la primera, porque
son la base sobre la que podemos construir un país estable, con empleo,
bienestar y progreso.
Y
la segunda, porque los beneficios de esas cifras llegan a la gente.
Este
crecimiento y el que esperamos seguir logrando en los próximos años, lo vamos a
seguir poniendo al servicio de las grandes mayorías, al servicio de todo el
pueblo dominicano.
La
estabilidad financiera y el manejo responsable de las finanzas es lo que nos va
a permitir seguir avanzando en nuestra revolución.
Esa
revolución pacífica y silenciosa, pero imparable, que está transformando el
país y lo va a seguir transformando.
Día
a día, proyecto a proyecto, estamos llevando soluciones y sumando voluntades,
en todo el territorio nacional.
Educación
de calidad, salud para todos, democratización del crédito, acceso a viviendas
dignas, empleo de calidad y seguridad social. Son conquistas esenciales, que
parecían imposibles y ahora se han vuelto irrenunciables para la gran familia
dominicana.
Soy
consciente de que los progresos alcanzados han hecho que las expectativas para
el nuevo período de gobierno sean altas.
La
gente vuelve a tener esperanzas y tienen mi palabra de que haremos todo cuanto
esté en nuestras manos para no defraudarlas.
Señoras
y señores,
En
este momento, si me lo permiten, quiero dirigirme brevemente a las miles de
personas y a las miles de familias que nos están viendo por televisión; desde
sus casas o sus centros de trabajo; desde sus barrios o sus pueblos.
Déjenme
decirles, con honestidad, que sé que aún nos queda mucho por hacer.
Y
sé también que, aunque me hayan dado una amplia mayoría de los votos para
gobernar, no me han otorgado un cheque en blanco.
Por
el contrario, me han dado la enorme responsabilidad de hacer más y mejor y de
seguir avanzando con paso firme.
Conozco
las dificultades por las que todavía pasan muchas familias y las demandas
insatisfechas que aún esperan respuesta.
Las
conozco bien y me duelen, porque he recorrido este país de punta a punta y,
sobre todo, porque soy igual que ustedes.
Soy
hijo de este pueblo, de sus alegrías y de sus sufrimientos.
La
lucha de ustedes es mi lucha. Siempre lo ha sido y siempre lo será.
Querido
pueblo dominicano,
Yo
nunca olvido de dónde vengo y, en días como hoy, menos que nunca.
Nací
en una familia sencilla del campo dominicano, fui alumno de nuestras escuelas
públicas y discípulo del profesor Juan Bosch.
Los
valores inculcados por mis padres me han protegido siempre de los malos pasos y
mi deseo de servir a este país me ha llevado, no sin sufrimiento, al lugar en
que me ven hoy.
Ha
pasado el tiempo, pero en mi interior no me siento distinto. Lo importante no
ha cambiado.
Da
igual si estoy en Arroyo Cano, en el Palacio Nacional, aquí en el Congreso, o
visitando cualquier comunidad en el lugar más apartado del país. Esté donde
esté, soy un hijo de nuestro pueblo.
Y
entiendo que muchos de ustedes me dieron su confianza porque saben que mientras
yo esté aquí, en este país está gobernando uno de los suyos.
Uno
que piensa y siente como ustedes. Uno que ama a su país como ustedes los aman
también y que cree en su potencial.
Y
no estoy gobernando solo. Lo estoy haciendo de la mano con todos los
dominicanos y dominicanas.
Hace
cuatro años les dije que mientras yo fuera Presidente, aquí se iba a gobernar
con la gente y para la gente.
Hoy,
con la mano en el corazón, renuevo mi promesa y les digo:
Hay
un momento para soñar y un momento para hacer realidad los sueños. Ahora no
estamos soñando, estamos trabajando. Y vamos a seguir trabajando juntos para
convertir los sueños en realidad!
Porque
como decía nuestro líder y compañero, el profesor Juan Bosch: “No basta con
tener ideas, hay que hacerlas realidad en lo grande y en lo minúsculo”.
Mi
único deseo, para los próximos cuatro años, es seguir sirviéndoles.
Mi
única razón para continuar en la política es, como les he dicho muchas veces,
que nuestro trabajo cambie las vidas de las personas.
Que
con nuestra labor diaria seamos capaces de llevar bienestar y felicidad a esas
familias que ahora nos escuchan y que aún esperan un futuro mejor.
Eso
fue lo que soñamos y aprendimos junto al profesor Juan Bosch y esa es ahora la
responsabilidad y el trabajo que debemos cumplir.
Construir
una Patria más justa y más solidaria. Hacer de la política un instrumento de
cambio y de servicio.
¡Vamos
a gobernar con la gente!
¡Vamos
a gobernar para la gente!
Señoras
y señores,
Cuando
hablo de gobernar con la gente y para la gente, hablo de cumplir las grandes
aspiraciones de nuestro pueblo y las grandes tareas pendientes para el
desarrollo del país.
Este
es un proceso que comenzamos en el año 2012, pero que hoy entra en una nueva
fase.
Hoy
comienzan cuatro años de profundización y aceleración de los cambios.
Cuatro
años de consolidación de un modelo de sociedad más justo, inclusivo y menos
desigual.
Cuatro
años de reducción sustancial de la pobreza, de afianzamiento de la clase media
y de creación masiva de empleos dignos.
Cuatro
años de modernización y universalización de los servicios públicos de calidad.
Cuatro
años para multiplicar nuestras conquistas y hacerlas irreversibles!
Cuatro
años en los que vamos a pisar el acelerador y asegurar que los avances lleguen
a todos los lugares del país!
En
definitiva, cuatro años para hacer más y mejor!! Amigos y amigas,
Tenemos
muchas metas trazadas. Metas ambiciosas, pero realistas, que están nuevamente
plasmadas en nuestro programa de gobierno 2016- 2020.
Hoy
no les hablaré de todas, pero sí de algunas áreas clave en las que queremos
marcar un antes y un después de nuestra gestión.
En
primer lugar, vamos a seguir reduciendo la pobreza, sin descanso.
Dicho
en números, esto significa que, adicionalmente a lo ya logrado, al menos otros
830 mil dominicanos más saldrán de la pobreza.
Y
nuestra meta para la pobreza extrema, que es aún más urgente, es reducirla a la
mitad. Es decir, que más de 350 mil personas superen para siempre la miseria.
Para ello centralizaremos varias iniciativas que nos permitirán ir en ayuda de
los que más lo necesitan.
Para
lograr estas metas vamos a poner en marcha un Plan Integral de Superación de la
Pobreza Extrema, no solo para combatirla a corto plazo, sino para combatir las
causas que la originan y romper la cadena de reproducción intergeneracional de
la misma. Es decir, para evitar que haber nacido en condición de pobreza se
transmita a la siguiente generación casi como una condición inevitable del
destino.
Por
supuesto, vamos a aumentar la cobertura de la tarjeta solidaridad y otros
programas de transferencias, pero sobre todo vamos a sumar esfuerzos para
atajar conjuntamente todas las dificultades que llevan a familias y comunidades
a recaer en la pobreza.
Dicho
plan incluirá intervenciones habitacionales y de mejoramiento del entorno,
incluyendo su seguridad, así como creación de empleos, programas de desarrollo
local y expansión de las redes de seguridad social, tanto a través del seguro
familiar de salud como de las transferencias condicionadas.
También
incluirá la creación de capacidades y desarrollo del capital humano y la
protección especial de grupos vulnerables.
De
la misma forma, expandiremos y consolidaremos la estrategia Quisqueya sin
Miseria a través de programas especiales dirigidos a la adolescencia, la
juventud, las mujeres, la población envejeciente y en condición de
discapacidad.
Y
junto a este esfuerzo, vamos a establecer estrategias de formación y creación
de empleo, para apoyar de cerca a nuestros jóvenes y nuestras mujeres en los
barrios y en los campos del país.
De
manera especial quiero destacar nuestro compromiso de alcanzar, en coordinación
con la Junta Central Electoral, un sistema universal de documentación civil
para toda la población dominicana, de modo que se facilite el acceso a la
seguridad social y los diversos programas sociales.
Un
niño sin documentación es un niño sin identidad y sin futuro. Nuestro
compromiso es alcanzar un 100% de registro oportuno y disminuir sensiblemente
los niveles de sub-registro tardío.
Como
ven no nos vamos a conformar con soluciones parciales cuyos efectos se
desvanecen al poco tiempo.
Actuando
al mismo tiempo sobre todas las dificultades que tienen a nuestra gente
encerrada en la pobreza, conseguiremos liberar a comunidades enteras de esas
cadenas, para que puedan desarrollar todo su potencial con verdadera libertad.
Amigos
y amigas,
Como
ya hemos demostrado en estos cuatro años, la mejor forma para que una familia
salga de la pobreza para siempre es haciendo que la gente tenga un trabajo
digno.
Por
eso, el empleo será nuevamente un eje fundamental de nuestras políticas y en
los próximos cuatro años crearemos, como mínimo, otros 400 mil puestos de
trabajo.
Lo
haremos apoyando a los sectores productivos, a los emprendedores y dando
facilidades para la formalización de empresas.
Lo
haremos mejorando aún más el acceso al
financiamiento,
pero también avanzando en la
agenda
por la competitividad y el desarrollo que mantenemos con todos los empresarios,
desde el
más
grande al más pequeño.
Solo
tenemos que volver la vista atrás brevemente para ver todo lo que hemos logrado
en un sector como el campo. ¡Nuestros productores agropecuarios están viviendo
un verdadero resurgir!
Otorgamos
más de 57 mil millones de pesos en créditos a los productores.
Quintuplicamos
el número de seguro agrícolas y mejoramos las infraestructuras, con miles de
kilómetros de carreteras, caminos vecinales, canales, lagunas y pozos.
Como
resultado, la pobreza rural se redujo en 11% y se produjeron 132,4 millones de
quintales de alimentos, lo que constituye un récord histórico.
Por
supuesto, en los próximos cuatro años seguiremos apostando por el campo.
Para
eso, ampliaremos hasta 70 mil millones de pesos el acceso al crédito,
manteniendo las tasas especiales y dedicaremos 15 mil millones adicionales a un
fondo para la introducción de nuevas tecnologías.
Nuestra
meta es llegar a 2020 con un aumento de las áreas de producción agrícola de un
10% y un 48% en las áreas bajo ambiente protegido.
A
solicitud de la ciudadanía, expandiremos el Programa de Visitas Sorpresa y
continuaremos compartiendo sus experiencias con los países amigos que sigan
interesándose por nuestros avances.
Vamos
a ampliar también el crédito para los exportadores agropecuarios, a través del
nuevo Banco Nacional de Exportaciones.
Y
vamos a continuar los programas de trazado de bovinos, y todas las iniciativas
de erradicación de plagas.
Construiremos
y rehabilitaremos cientos de kilómetros de caminos vecinales y carreteras
rurales, permitiendo que nuestros productores puedan, fácilmente, transportar
sus productos a los principales centros de consumo del país.
Amigas
y amigos,
Por
supuesto, también hemos apoyado al conjunto de nuestros productores en los
demás sectores, no solo en la agropecuaria.
Y
muy especialmente a los pequeños, que son los más numerosos y generadores de
empleo.
Por
eso hemos establecido también una alianza permanente con las pymes, a través de
la Iniciativa Presidencial para el Apoyo, Promoción y Desarrollo de las Micro,
Pequeñas y Medianas Empresas.
Y
vamos a continuar implementando políticas públicas que permitan a nuestros
pequeños y medianos emprendedores un mejor acceso al crédito y ser cada vez más
competitivos, productivos e integrados en las cadenas globales de valor.
Hemos
abierto las puertas del crédito, con más de mil millones de dólares canalizados
al sector en el pasado período de gobierno.
Estamos
impulsando, además, distintas leyes que incentivarán que el dinero de la banca
privada fluya a las Mipymes. Como la ley de Garantías Recíprocas, o la ley de
Garantías Mobiliarias, que corresponde a una de las iniciativas más innovadoras
en materia de inclusión financiera en América Latina y el mundo.
A
lo largo de los próximos cuatro años otorgaremos al sector al menos 300 mil
créditos en condiciones favorables a través de Banca Solidaria y el Banco de
Reservas.
Reduciremos
a la mitad los trámites actuales de constitución de una empresa micro o
pequeña, para que el plazo no sea mayor de 24 horas y su costo no sobrepase los
500 pesos.
Implementaremos
30 Centros Pymes, para beneficiar a más de 30 mil empresas con servicios de
capacitación, asesoría empresarial y asistencia técnica.
Fortaleceremos
la Red Nacional de
emprendimiento,
apoyando las iniciativas de sus
actores
para beneficiar a más de 25 mil personas
del
ecosistema emprendedor.
Capacitaremos
al menos 12 mil nuevas MIPYMES y emprendedores en gestión y administración de
sus empresas y finanzas.
Y
aquí habrá, además, un enfoque especial en nuestra juventud. Con programas para
que logren
su
primer empleo, realicen pasantías, y reciban capacitación técnico-profesional.
Porque
este país solo tiene futuro si logramos formar una nueva generación de jóvenes,
bien preparados, sanos, con valores y con un puestos de trabajo bien
remunerado.
Señoras
y señores,
Ustedes
ya han visto cómo ha cambiado la educación en nuestro país.
En
cuatro años hemos acometido una labor que llevaba décadas pendiente. Con la
inversión del 4% del PIB, la firma del Pacto Educativo, las miles de aulas
construidas y la jornada extendida, hemos convertido la educación en un
verdadero derecho.
También
realizamos significativos aumentos al salario de los docentes, llegando a un
incremento promedio de 60% e invertimos como nunca en su formación.
A
todo este proceso lo hemos llamado revolución educativa y esta revolución
educativa va a continuar y mejorar!
Vamos
a construir sobre los logros ya alcanzados y vamos a incluir al 100% de los
estudiantes en la jornada extendida.
Expandiremos
también la educación en la primera infancia, con el Plan Quisqueya Empieza
Contigo, hasta llegar a 1,200 unidades de servicio.
Vamos
a garantizar atención integral a más de 730,000 niños y niñas, para seguir
cuidando y protegiendo la nueva generación de dominicanos.
Y
seguiremos apostando por la excelencia en nuestra educación.
En
los próximos cuatro años no vamos a construir tantas aulas, pero sí vamos a
poner toda nuestra atención en que estas aulas estén llenas de profesores
motivados y bien formados.
Es
por eso que nuestra prioridad en términos de educación pre universitaria será
la formación de docentes de excelencia en nuestras aulas universitarias.
A
quienes estudien magisterio, les daremos becas para el pago de la universidad,
pero también un
estipendio
mensual para que puedan estudiar a tiempo completo.
Para
este programa seleccionaremos los mejores estudiantes del país, quienes
cursarán un programa de estudio con profesores universitarios nacionales e
internacionales del más alto nivel.
También
reforzaremos a nuestros directores: buscaremos los candidatos de todo el país
con mayores habilidades de liderazgo, comunicación y pedagogía y les
ofreceremos maestrías en dirección en programas nacionales e internacionales.
De
igual forma, para la capacitación de los maestros en servicio, ampliaremos el
programa de formación en la escuela, para que cada escuela tenga su propio plan
de mejora atendiendo a sus condiciones específicas.
En
resumen, los maestros y maestras van a recibir todo el apoyo que necesitan para
ser los protagonistas de esta segunda fase de nuestra revolución educativa.
También
reforzaremos como nunca la educación superior. Para ello, estaremos ofreciendo
al menos 20 mil becas nacionales para distintas carreras de
grado
y posgrado, tomando en consideración las áreas de mayor necesidad para nuestro
desarrollo productivo.
Además,
ofreceremos 10 mil becas internacionales de maestrías y doctorados para jóvenes
profesionales, en ramas prioritarias para el futuro de nuestro país.
Y
ampliaremos el exitoso programa de inglés por inmersión, ofreciendo becas para
más de 150,000 jóvenes, tanto en la educación secundaria como universitaria,
para que puedan insertarse en la sociedad del conocimiento y mejoren sus
oportunidades de encontrar empleo rápidamente.
Quiero
además, dedicar unos minutos a hablar de nuestro Plan Nacional de
Alfabetización.
Hasta
la fecha, fruto del esfuerzo llevado a cabo por todo el país, hemos logrado
alfabetizar a cientos de miles de dominicanos.
Esta
es sin duda una excelente noticia y nos llena de satisfacción haber coordinado
este esfuerzo sin precedentes.
Sin
embargo, aún no estamos por debajo del 5% que nos permite declarar a nuestro
país libre de analfabetismo.
Esto
es así, en buena medida, porque cuando nos encontrábamos inmersos en la
implementación del programa cambiaron los criterios de medición de la población
considerada analfabeta. Fruto de esa nueva medición, realizada por la Oficina
Nacional de Estadística y el Banco Central, el total de personas que debíamos
alfabetizar aumentó y eso nos alejó del porcentaje de cumplimiento que habíamos
alcanzado.
Son
cosas que ocurren, que escapan a nuestra voluntad y que deben ser explicadas
con honestidad.
Sin
embargo, entendemos que en vez de dejarnos vencer por estas dificultades,
tenemos la obligación de superarlas y trabajar más que nunca para alcanzar
nuestra meta. Se lo debemos a todos los hombres y mujeres de nuestro país que
aún esperan su oportunidad de aprender.
Por
tanto, aceptando esta realidad, la Junta de Alfabetización tomó las medidas
necesarias y trazó
un
plan de acción que será nuestra hoja de ruta para los próximos 2 años.
De
acuerdo a este plan, redoblaremos nuestros esfuerzos, y enseñaremos a no menos
de 135,000 personas que aún faltan por aprender a leer y escribir! No cejaremos
en nuestro esfuerzo hasta lograr que nuestro país sea declarado libre de
analfabetismo!
Señoras
y señores,
Otra
área que es vital para la formación de capital humano y el desarrollo de
nuestro país, es la salud.
En
los últimos años hemos multiplicado los centros de atención, hemos extendido la
cobertura del seguro, y hemos abaratado los medicamentos.
Pero
nuestro objetivo va más allá. Queremos una reforma integral del sistema.
Ha
llegado el momento de que juntos, gobierno y sociedad, asumamos el reto de
transformar nuestro Sistema de Salud. No será un camino fácil, pero
debemos
emprenderlo si queremos llevar verdadero bienestar a la gran familia
dominicana.
Vamos
a poner en marcha un plan completo para garantizar servicios oportunos y con
calidad, además de reducir sustancialmente el gasto familiar. La atención de
salud no puede seguir siendo un factor de empobrecimiento y de angustia para
miles de dominicanos y dominicanas. Vamos a trabajar para que la seguridad
social ofrezca verdadera protección del derecho a la salud y la previsión
social para todos y todas.
Comenzaremos
por desarrollar el Sistema Nacional de Salud, con la integración de todos los
servicios del Ministerio de Salud Pública y del Instituto Dominicano de Seguro
Social en una Red Única de Servicios Públicos de Salud.
De
la misma forma, vamos a fortalecer el Ministerio de Salud Pública como órgano
rector del Sistema de Salud. Así, profundizando la separación de funciones y la
descentralización, vamos a avanzar hacia un verdadero Ministerio de Salud.
También
como parte de esta transformación institucional, quiero anunciar hoy la firma
de un decreto que elimina la comisión de reforma del
sector
salud, cuyas funciones damos por completadas.
Paralelamente,
desarrollaremos un nuevo modelo de atención con servicios de primer nivel y
Atención Primaria de calidad cercanos a las familias y comunidades, para que la
salud llegue a todos por igual.
Completaremos
la remodelación y reequipamiento de los hospitales y transformaremos su modelo
de gestión, con más autonomía hospitalaria y mayor profesionalización.
Seleccionaremos el personal asistencial y directivo mediante concursos y
aplicaremos una política salarial que reconozca los méritos y el buen
desempeño, que reduzca las injusticias salariales acumuladas y garantice a los
trabajadores de la salud las pensiones dignas que merecen.
Desarrollaremos
una Red de Emergencias de Salud Integrada, que garantice la atención de los
pacientes con situaciones de emergencia y su traslado ordenado y seguro, cuando
deban ser referidos a otros centros hospitalarios.
Vamos
a fortalecer y extender progresivamente el sistema 9-1-1 por el territorio
nacional, a fortalecer
los
Centros de Coordinación de Emergencias (CRUED) y a realizar un esfuerzo
conjunto entre el sector público y el sector privado, para que nunca más un
paciente tenga que ver su vida en peligro por no ser aceptado en el centro
médico más cercano porque no dispone de los recursos necesarios.
Completaremos
la Red de CAIDS. En los próximos
4
años, además de los 3 Centros de Atención Integral a la Discapacidad ya
existentes, pondremos en marcha dos centros más y completaremos la articulación
con la red del INAIPI y la red del Servicio Nacional de Salud.
Así
mismo, desarrollaremos el programa de Tamizaje de Recién Nacidos para detección
temprana de posibles enfermedades congénitas, para todos los niños del país.
Nuestra meta es que todo niño y niña nacidos en la República Dominicana tenga
la oportunidad de ser tempranamente diagnosticado y adecuadamente atendido si
tiene una enfermedad congénita que afecte su desarrollo.
Además,
fortaleceremos la atención infantil
articulando
las Estancias Infantiles a la Red de
establecimientos
del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia.
Para
garantizar el acceso a medicamentos de calidad a precios justos para todos,
realizaremos un esfuerzo coordinado entre la seguridad social, PROMESE, el
Servicio Nacional de Salud con los productores, importadores, dispensadores de
medicamentos y proveedores de servicios, bajo la rectoría del Ministerio de
Salud Pública.
Vamos
a seguir avanzando hacia la cobertura universal del seguro familiar de salud.
Hemos logrado que cerca del 70% de la población ya esté afiliada, incluyendo
prácticamente a la totalidad de la población más vulnerable. Impulsaremos
reformas que permitirán que al menos el 90% de toda nuestra población sea
afiliada a la Seguridad Social, incluyendo a los pensionados, y a las personas
con discapacidad.
De
esta forma, el Plan Básico de Salud cubrirá las principales necesidades y
problemas de salud, y así reduciremos el gasto familiar en medicinas.
Paralelamente,
vamos a mejorar la previsión social. Nuestro sistema de pensiones necesita
garantizar un retiro digno a nuestros trabajadores. El ahorro en
las
cuentas de capitalización individual debe asegurar a los ahorristas un
rendimiento que haga posible los niveles de pensión que la población necesita y
espera. Simultáneamente impulsaremos el sistema de pensiones de reparto del
Estado y respaldaremos iniciativas para mejorar los subsidios y pensiones
laborales.
Vamos
a garantizar pensiones dignas y seguros de salud a los trabajadores públicos y,
además, otorgaremos al menos 50,000 pensiones solidarias para envejecientes
pobres en todo el país.
Todas
estas medidas tienen un único objetivo: mejorar el día a día de nuestra
población.
Desarrollar
un sistema de salud y de seguridad social más efectivo, con más calidad y más
accesible, que brinde los servicios que nuestra gente necesita.
En
resumen, pondremos al alcance de las grandes mayorías la atención, la
protección y el bienestar que todavía no alcanzan a todos por igual.
Honorables
miembros de esta Asamblea:
En
el período de gobierno que recién finaliza, especialmente en los dos últimos
años, la vivienda ha tenido un lugar importantísimo.
Esto
ha sido en gran parte gracias a la implementación de la ley 189-11 para el
Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso, que no sólo ha hecho
posible la construcción de 35,000 viviendas en Ciudad Juan Bosch -Santo Domingo
y en Ciudad Juan Bosch- Santiago, sino que también ha estimulado como nunca la
iniciativa de los desarrolladores privados.
Las
cifras lo muestran claramente: hasta ahora el sector privado construía en su
mejor año unas 10,000 viviendas y más del 80% de ellas de alto costo, es decir,
muy por encima de 50,000 dólares.
Ahora,
sin embargo, solo el sector privado tiene aprobados 63 fideicomisos para la construcción
de viviendas de bajo costo, que suman más de 27,000 viviendas con costos que
oscilan entre 20 mil y los 50 mil dólares.
En
definitiva, cuando todos estos proyectos culminen tendremos más 62 mil
viviendas nuevas a disposición de la ciudadanía.
Pero
esto es solo el principio.
En
los próximos cuatro años estamos decididos a impulsar el derecho a una vivienda
digna con todos las herramientas a nuestro alcance y con diferentes soluciones
de acuerdo a las necesidades de las familias.
Por
una parte, continuaremos profundizando nuestra alianza con el sector privado,
impulsando la creación de nuevos fideicomisos, tanto mixtos como privados.
Multiplicaremos
el modelo de Ciudad Juan Bosch en diferentes puntos del país. Por el momento,
lo vamos a llevar a La Vega y San Francisco de Macorís.
Pero,
además, para aquellos que aún no pueden comprar, revisaremos el marco
institucional del sector vivienda para facilitar el alquiler social en
condiciones dignas para familias de escasos recursos.
Paralelamente,
apoyaremos a aquellos cuya vivienda se encuentra en malas condiciones, para
acondicionar y mejorar el hábitat en las áreas con mayor incidencia de pobreza
y hacinamiento.
Asimismo,
seguiremos apoyando a comunidades que estén en asentamientos de alta
vulnerabilidad ambiental. Al igual que hicimos con La Barquita, la Mesopotamia,
El Riíto y Boca de Cachón, impulsaremos proyectos de recuperación integral de
estas comunidades, de la mano con sus pobladores.
Somos
conscientes de que el acceso a una vivienda digna es uno de los factores que
más influyen en el desarrollo de las personas, y estamos decididos a hacer de
él, un motor de creación de clases medias en nuestro país!
Amigas
y amigos,
No
puedo hablarles de nuestras prioridades en este segundo mandato, sin poner
especial énfasis en la protección y la seguridad de la población.
Soy
consciente de que muchos creen que aún no hemos alcanzado las metas necesarias
en este ámbito. Sin embargo, es necesario resaltar que en los últimos cuatro
años hemos sentado las bases para las transformaciones de fondo que
necesitamos
en materia de seguridad ciudadana. Dicho de otra forma, trabajamos en “ordenar
la casa”.
Entre
otras cosas, esto nos ha permitido contar ya con un marco legal más moderno y
eficiente, que incluye la ley para la reforma de la Policía Nacional y otras
iniciativas esenciales, como son la ley de tenencia de armas, la de extinción
de dominio y la ley que creó el 9-1-1.
Estamos
convencidos de que estas leyes y sus reglamentos van a posibilitar, por fin,
los cambios largamente esperados por nuestra gente.
Así,
por ejemplo, la ley de Reforma de la Policía nos permitirá tener una policía
renovada; más formada, más disciplinada y más cercana a la ciudadanía a la que
debe servir.
Y
como parte de esa transformación, firmaré muy pronto el reglamento que dispone
la forma en que gradualmente se irán reasignando esos miles de policías que
quedarán a disposición de la institución, para que se integren y fortalezcan
las labores
esenciales
de la Policía: el patrullaje preventivo y las investigaciones criminales.
El
patrullaje preventivo priorizará su enfoque en una policía comunitaria o de
proximidad. Y la dejaremos instalada de forma permanente en las zonas que ya
hemos identificado a través del sistema de información georreferenciado como de
mayor incidencia de los delitos y los crímenes.
Quiero
que sepan que la relación entre la cantidad de policías y los habitantes
aumentará considerablemente en esos territorios priorizados. Tendremos así,
mayor presencia, más cercanía y más capacidad disuasiva.
Conjuntamente,
en materia de investigación criminal, como lo dispone la nueva Ley Orgánica de
la Policía, habrá una efectiva diferenciación entre la prevención y la
investigación, y pondremos énfasis en hacer efectiva la dirección funcional de
las investigaciones bajo la dirección del Ministerio Público, como disponen la
Constitución y las leyes.
Señoras
y señores,
Por
supuesto, vamos a complementar este marco legal con mejor entrenamiento,
equipamiento y dignificación salarial para nuestros agentes.
Pero,
además, vamos a hacer una fuerte apuesta por el uso de la tecnología para hacer
más eficiente tanto la labor policial, como la denuncia de delitos.
Completaremos
la digitalización de los archivos de la Policía Nacional y pondremos en
funcionamiento el depósito nacional de información de seguridad pública.
Implementaremos
un sistema automático de
identificación
dactilar, común a todas las
dependencias
de seguridad, para tener más certeza en la identificación de personas en
conflicto con la
ley.
Asimismo,
implementaremos el Botón Antipánico del que ya les hablé y que ha probado tener
existo en otros países a la hora de evitar casos de violencia contra las
mujeres.
Expandiremos
el 9-1-1 a las regiones Norte, Este y Sur del país. Y con él extendemos no solo
la tranquilidad a la población, sino también una nueva concepción del servicio
público.
Mejoraremos
la red de video vigilancia y las
capacidades
a las unidades tácticas y de
investigación,
incorporando drones y adoptando
capacidades
de visión nocturna, así como de comunicación encriptada.
Y,
por supuesto, implementaremos la Ley de Armas, de forma que personas con
antecedentes o casos pendientes con la ley no tengan acceso a licencias y porte
de armas.
Sin
embargo, lo que hagamos a nivel institucional para combatir el crimen y la
violencia no puede ser aislado, hace falta un compromiso de todos los actores.
Dicho
de otra forma, la seguridad ciudadana no le concierne únicamente a la policía.
Por
eso, quiero anunciarles que estamos apostando por un abordaje integral y
buscando fórmulas para que, a través de una acción coordinada de los servicios
sociales, el sector privado y la ciudadanía,
reduzcamos
los patrones que permiten perpetuar la exclusión y potenciemos aquellos que
generan inclusión.
Nuestro
deseo es que el desarrollo de la políticas de seguridad sea el resultado de una
gran concertación; que tenga como base las estadísticas, la inteligencia y la
participación conjunta y activa de todos los sectores de nuestra sociedad.
Aprovecho
también esta oportunidad para hacer un llamado de atención a la opinión
pública, al Poder Judicial y a este Congreso Nacional para que nos abramos a un
diálogo sincero sobre nuestro modelo de proceso penal y evaluemos como se está
aplicando en la práctica.
Yo
comparto la frustración que siente la gente cuando ven que un crimen ha sido
cometido por un individuo que ya había sido detenido múltiples veces.
Esto
no es aceptable. Y debemos trabajar juntos para eliminar esas rendijas en el
sistema y que los criminales tengan claro que su destino es la cárcel.
En
definitiva, ahora que contamos con los cimientos que necesitábamos, vamos a
acelerar la implementación de nuestro Plan de Seguridad, para llevar
tranquilidad a las familias dominicanas.
Vamos
a conquistar, día a día, la seguridad en nuestras ciudades, en nuestros barrios
y en el interior de los hogares dominicanos.
Amigos
y amigas,
Además
de estas áreas clave en las que estamos decididos a hacer más y mejor, hay otra
en la que nos hemos propuesto marcar un antes y un después. Me refiero al
manejo del agua.
Necesitamos
un cambio sustancial en el uso de este recurso, que es vital para nuestra salud
y también para el combate contra la pobreza. Porque déjenme decirles que el
cambio que se da en la vida de una familia que tiene acceso al agua potable es
radical.
Por
eso, este va a ser, lo dije durante la campaña pero hoy lo digo ya
oficialmente, el cuatrienio del agua.
Tenemos
un plazo de 4 años para poner en orden el sector, en torno a una estrategia que
descansa en 4 pilares.
Vamos
a empezar por organizar y fortalecer nuestras instituciones, diferenciando bien
los roles de cada una y mejorando las capacidades técnicas del personal.
Con
ello las instituciones que construyen obras o proveen servicios de agua dejarán
de tener funciones normativas y reguladoras, concentrándose en sus funciones
productivas y comerciales.
Facilitaremos
la participación comunitaria a través de los consejos de cuenca como mecanismos
de administración y de solución de conflictos.
En
segundo lugar, vamos a ampliar la cobertura del suministro en un 83% para el
año 2020, incluyendo un 88% en la zona urbana y un 70% en la rural.
Incluiremos
también infraestructura y tecnologías para una mayor eficiencia del uso de este
recurso en actividades agrícolas y turísticas. Para ello disminuiremos las
brechas de cobertura,
minimizaremos
las pérdidas y extenderemos y ampliaremos el diámetro de las redes.
Garantizaremos
además un 100% de cloración de las aguas que se transportan por tuberías.
El
tercer pilar será una Estrategia Nacional de Saneamiento. Si quieren tener una
idea de lo importante que es este apartado, consideren solo el dato de que más
de la mitad de las consultas médicas se derivan de problemas relativos al agua
y al saneamiento.
Vamos,
por tanto, a preservar la salubridad en el suministro, con mejor manejo de las
aguas residuales, garantizando el acceso al alcantarillado y acabando con el
vertido incontrolado de basura en las calles.
Y
por último, continuaremos los proyectos de gestión integral de las cuencas de
los ríos, siguiendo la experiencia del proyecto Cultivando Agua Buena, que está
siendo muy positiva y extendiéndola a las cuencas de los ríos Ozama e Isabela.
Esto
incluye también la reforestación: tenemos que comenzar con tiempo a proteger
las cuencas de los ríos, si queremos tener en el futuro agua para nuestro
consumo y nuestro desarrollo.
Señoras
y señores,
Durante
los cuatro últimos años nos pusimos como meta orientar las infraestructuras a
las necesidades primordiales de la gente.
Esto
ha significado que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones haya
intervenido miles de kilómetros en trabajos de construcción y reconstrucción de
vías en todo el país.
Esto
incluye más de 3,200 kilómetros de carreteras, 3,400 kilómetros de
reconstrucción de calles y 2,275 kilómetros de caminos vecinales y carreteras
rurales.
Y
en el próximo cuatrienio, entre otros proyectos, está prevista la conclusión de
10 importantes obras:
La
circunvalación de Baní, la circunvalación sur de San Juan, la circunvalación de
Azua, la circunvalación de Cabarete, la prolongación de la circunvalación norte
de Santiago, la carretera Navarrete – Puerto Plata, el tercer tramo de la
Circunvalación Juan Bosch en Santo Domingo, el paso a desnivel de la Avenida
Isabel Aguiar, en Santo Domingo Oeste, la carretera Hato Mayor- El Puerto-
Bayaguana y la Circunvalación de San Francisco de Macorís.
Paralelamente,
seguiremos trabajando con brigadas en todo el país para seguir mejorando los
caminos vecinales y asegurar que nuestras comunidades tienen vías dignas para
el transporte de personas y mercancías.
Amigos
y amigas,
No
les quepa duda, vamos a seguir modernizando nuestro país y uniéndolo de norte a
sur y de este a oeste. Para que ningún dominicano quede fuera del tren del
progreso.
Y
para lograrlo, otro ámbito en el que estamos decididos a dar pasos de gigante
es el transporte.
Y
lo hacemos porque, como les dije al principio, nuestra prioridad son las
grandes mayorías y sus necesidades diarias.
Sabemos
que, para las familias que cada mes tienen que destinar entre un 20% y un 25%
de sus ingresos para poder ir al trabajo o llevar a sus hijos a la escuela, la
mejora del transporte es una urgente necesidad.
Por
eso reduciremos el gasto que representa el transporte en cada familia
dominicana hasta un 30%. Esto lo lograremos integrando la tarifa del transporte
público, en un sistema de pago único, que permita regular los costos dentro de
un Sistema Integrado de Transporte Público, que comenzaremos a implementar en
el gran Santo Domingo para luego continuar con las demás ciudades del país.
A
partir de los corredores troncales, se desarrollará el Sistema Urbano de Buses
Alimentadores, integrando a los operadores privados en un nuevo modelo de
negocio, que garantice las inversiones y promueva un servicio de calidad para
los usuarios.
El
Gobierno promoverá la formación de empresas de transporte, a través de una capacitación
y
formalización
del sector, convirtiendo los actuales operadores independientes en empresas
organizadas que garanticen el servicio y la calidad de vida para los choferes.
Los
choferes pasarían así de trabajar 16 horas al día a un horario de trabajo
organizado, que les permita compartir con su familia y tener su sustento de
vida garantizado a través de un trabajo digno y los beneficios que brinda la
seguridad social.
Al
mismo tiempo lanzaremos el Plan Nacional de Seguridad Vial para la prevención
de accidentes de tránsito, mediante la creación del Consejo Nacional de
Seguridad Vial, que coordine a todos los organismos involucrados en resolver
esta gran asignatura pendiente.
Todas
estas medidas van a estar coordinadas, a nivel institucional por el nuevo
Instituto del Transporte, que centralizará las competencias de las antiguas
instituciones, posibilitando así el principio de una auténtica política de
transporte público en el país.
Es
por esto, que como medida transitoria y de inmediato, estaremos emitiendo en
las próximas
semanas
un decreto para la creación de la autoridad única de transporte.
En
espera de la aprobación de la nueva ley de transporte, vialidad y seguridad
vial, este decreto contribuirá a mejorar la coordinación interinstitucional,
integrando las competencias en un único órgano regulador.
De
esta manera, la autoridad única comenzará a trabajar con las instituciones y
los operadores privados. Y veremos así el principio del fin del problema del
transporte en el país.
Señoras
y señores,
En
materia energética también firmaré otro decreto puente encaminado a la
transformación y modernización del sector.
Este
decreto establece que tanto la Comisión Nacional de Energía como la Dirección
de Minería pasarán a ser viceministerios del Ministerio de Energía y Minas, lo
que permitirá mejorar la coordinación entre las diferentes áreas.
Este
es el primer paso para el cambio institucional, que se completaría con la
desaparición de la CDEEE en el año 2018, tal como establece la Ley.
El
Ministerio de Energía y Minas será así el órgano que trazará las políticas y
estrategias del sector eléctrico y el responsable de la tutela de todas las
empresas de propiedad estatal o mixta del sector. Y las empresas del sector
eléctrico público pasarán a ser coordinadas por un Holding o corporación a
cargo de la actividad empresarial pública.
Siempre
en el marco del Pacto Eléctrico, aplicaremos un calendario de reducción de
pérdidas que permita pasar del 31% actual a un 15%, así como una estrategia de
mejora de la eficiencia de las empresas distribuidoras.
Esto
permitirá que cuando entre la planta de Punta Catalina se aproveche mejor la
inyección de 720 MV que entrarán al Sistema Único Interconectado.
Al
mismo tiempo incrementaremos la instalación de medidores prepago para los
sectores de menores ingresos y aquellos favorecidos con el subsidio de Bono
Luz.
Mantendremos
los 412,000 clientes favorecidos con el bono luz y el Ministerio de Hacienda se
comprometerá a transferir directamente a las distribuidoras el monto mensual
total correspondiente al Bono.
Finalmente
el gobierno llevará a la mesa del dialogo con los diversos sectores de la
sociedad que participan en la discusión del Pacto Eléctrico su punto de vista a
cerca de la tarifa técnica y el desmonte gradual del subsidio cruzado.
Señoras
y señores,
Si
hablamos de apuestas novedosas, hay una iniciativa que sin duda será clave para
la modernización de nuestro país. Me refiero al programa que hemos llamado
República Digital.
Desde
el momento en que anuncié esta nueva propuesta, nuestros equipos técnicos se
han puesto a trabajar para diseñar la hoja de ruta que nos permitirá dar este
salto cualitativo y crear oportunidades de empleo y desarrollo, especialmente
para las nuevas generaciones.
Hay
una cita conocida en el mundo de las tecnologías, que dice: el futuro ya está
aquí, pero está desigualmente repartido. Con República Digital, aseguraremos
que el futuro llegue por igual a cada dominicano y cada dominicana.
Coordinando
a nuestras instituciones, en los próximos años nos proponemos lograr el acceso
a internet de Banda Ancha en todo el país, logrando además una reducción
significativa en el costo de los servicios de banda ancha.
Está
previsto que en diciembre de este año 2016 se hayan cableado cerca de 1,000
kilómetros de fibra óptica, para seguir avanzando en la Red Nacional de Fibra
Óptica con los esfuerzos de INDOTEL y la Empresa de Transmisión Eléctrica
(ETED).
En
el ámbito educativo, proveeremos de una computadora a 950,000 estudiantes y a
decenas de miles de profesores de la educación pública a partir del año escolar
2017- 2018.
Formaremos
a decenas de miles de jóvenes en tecnología aplicada en los próximos años
incluyendo diplomados en desarrollo de software.
También
está previsto que al final del año 2017 miles de niños y jóvenes se hayan
beneficiado del programa de formación en TICs denominado Nativos Digitales.
Por
supuesto, como parte de la estrategia República Digital Productiva, apoyaremos
a nuestras mipymes a adaptarse al cambio digital, propiciando el uso de
computadoras a pequeños empresarios, quienes serán capacitados en el uso de las
TIC´s como herramienta de fortalecimiento de sus negocios.
A
su vez, a través del portal formalizate.gob.do, estaremos automatizando los
servicios de certificación, registro sanitario y medioambiental de mipymes e
instalaremos centros de asesores TICs que darán servicio a pequeños
empresarios.
Sin
olvidar, por supuesto, los excelentes avances que ha logrado ya la Dirección de
Compras y Contrataciones con la puesta en marcha del Portal Transaccional que
ha abierto las puertas a las compras públicas a miles de proveedores, sin salir
de sus oficinas.
Facilitaremos,
además, todo tipo de trámites gubernamentales, reduciendo la burocracia y los
tiempos de espera.
Antes
de que termine este año, será lanzado el servicio de legalización de documentos
en línea utilizando la firma digital, gracias a los esfuerzos de la
Procuraduría General de la República.
A
su vez, Proconsumidor, pondrá en marcha el sistema dominicano de información de
precios, que permitirá comparar los precios en línea de los productos de la
canasta familiar básica, iniciando con las informaciones del Gran Santo
Domingo.
En
el año 2017, pondremos en funcionamiento la ventanilla única para solicitudes
de permisos para el área de la construcción, la aplicación móvil para
solicitudes de asistencia vial y el sistema de consulta de permisos y planos de
plantas de gas, entre otros servicios.
Amigas
y amigos,
Durante
cuatro años hemos luchado por extender la transparencia y el imperio de la ley
en el conjunto de las instituciones públicas. No voy a repetir aquí todo lo
logrado en este terreno, puesto que ya lo he expuesto en otras ocasiones.
Sin
embargo, sí quiero repetirles algo muy importante que no ha cambiado ni
cambiará: en lo que se refiere a rectitud y a voluntad de hacer las cosas bien,
yo estoy del mismo lado que el pueblo dominicano. Del lado de la gente honrada.
Y
quiero aprovechar esta ocasión, esta fecha sagrada del 16 de agosto, para
renovar este compromiso con una patria en la que reinen la honestidad y la
transparencia.
Yo
creo en un país con igualdad de oportunidades para todos. Con un Estado
eficiente que no tolera privilegios ni exclusiones.
Por
eso, en un permanente diálogo con la sociedad dominicana, vamos a llevar a cabo
un vigoroso programa de fomento de la transparencia, la institucionalidad y la
lucha contra la corrupción.
Promoveremos
junto al Poder Judicial y este Poder Legislativo el relanzamiento de un proceso
de reformas para alcanzar un sistema judicial más efectivo.
En
estos mismos momentos estamos impulsando, junto al resto de partidos
representados en el Congreso, la ley de partidos políticos y la ley electoral.
Para establecer unas reglas que sean de obligado cumplimiento para todos y con
ello salga ganando la democracia.
Implementaremos
la Ley de Extinción de Dominio para que el Estado decomise y recupere de manera
ágil los bienes adquiridos por actos de corrupción y otros ilícitos.
Extenderemos
por ley el sistema de veedurías en todas las dependencias del Estado.
Promoveremos
los sorteos como mecanismo de adjudicación de obras poco complejas y en todos
los sectores en que sea posible. Y haremos de uso obligatorio el Portal
Transaccional de compras y contrataciones para todas las instituciones.
Simplificaremos
los procesos en las oficinas que otorgan licencias y permisos, para que sean
expeditos, de bajo costo y más transparentes.
Incrementaremos
la capacidad operativa de la Contraloría General de la República, para que se
asuma plenamente en todas las instituciones del Estado, incluyendo
ayuntamientos.
Pueden
estar seguros, en este nuevo periodo de gobierno, mi compromiso con el
cumplimiento de la ley y con las buenas prácticas es más fuerte y más firme que
nunca.
Estoy
totalmente decidido a cerrar las puertas a los abusos y las arbitrariedades.
Estoy
dispuesto a empeñar todos los esfuerzos que sean necesarios para asegurar que
cada peso de los fondos públicos se invierte de forma eficiente donde se tiene
que invertir: en las necesidades del pueblo dominicano.
Señoras
y señores;
Son
muchos los retos que debemos enfrentar todavía, para alcanzar las metas que nos
establecimos como país en la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Entre
otras cosas, vamos a tener que alcanzar acuerdos que permitan aumentar los
sueldos de los trabajadores y con ellos su capacidad de compra.
Por
nuestra parte, como gobierno, estamos decididos a mejorar la eficiencia en el
gasto público y a seguir garantizando la racionalidad.
Sin
embargo, es necesario que se conozca la realidad presupuestaria que vivimos.
Lo
cierto es que el presupuesto actual de la mayoría de las instituciones aún es
el mismo que tenían en el año 2011. Salvo excepciones como educación, la
mayoría de las instituciones continúa con las mismas partidas, desde hace más
de 5 años.
Dominicanos
y dominicanas,
El
desarrollo que deseamos debe ser financiado. Y debemos lograr que se financie
con justicia social, con equidad y con transparencia.
Estoy
convencido de ello, por eso vamos a redoblar los esfuerzos para garantizar que
todas las instituciones alcancen las metas de transparencia que nos hemos
propuesto.
Ya
he instruido al ministerio de la Presidencia para que ponga en marcha un
mecanismo de medición y monitoreo que dé seguimiento riguroso a las
instituciones públicas, haciendo énfasis en el efectivo desarrollo de sus
planes y proyectos, el cumplimiento con las normativas y la satisfacción de los
usuarios con la calidad de sus servicios.
Este
esquema incluye una serie de indicadores claves de la gestión institucional a
nivel estratégico, operativo, financiero y de usuario, que permitirá tener un
control y monitoreo constante del desempeño de cada entidad responsable y que
contará con un espacio abierto de consulta ciudadana a través de la web.
Con
esta herramienta, se incrementará no solo la eficiencia del manejo de los
recursos públicos, sino también la transparencia y la confianza ciudadana en
las instituciones.
Mientras
tanto, vamos a redoblar nuestros esfuerzos para mejorar la eficiencia en la
administración tributaria, para incrementar el cobro de los impuestos, pero muy
especialmente para combatir la elusión y la evasión fiscales.
No
es justo que el grueso de la tributación siga en los hombros de los ciudadanos
y especialmente sobre la clase media, mientras que los que más deben y pueden
contribuir aprovechan resquicios legales para no contribuir de forma solidaria
al desarrollo del país.
Necesitamos
más inversión en salud, más inversión en infraestructuras, más inversión en
vivienda, en transporte y en servicios públicos de calidad.
Por
eso, a la vez que trabajamos para mejorar la calidad de la inversión pública y
la recaudación, nos sentaremos con todos los sectores de la sociedad dominicana
para discutir, de forma responsable, los mecanismos para mejorar el
financiamiento del Estado.
Ha
llegado el momento de buscar soluciones duraderas y justas, para garantizar la
consolidación del Estado de bienestar que tanto no está costando construir.
Ha
llegado el momento de mostrar nuestra capacidad para mirar a largo plazo y de
poner los intereses del país por encima de los intereses particulares, para
alcanzar un nivel adecuado de nuestro desarrollo.
Señoras
y señores,
Estas
medidas que les he adelantado no son más que una pequeña parte de lo que vamos
a lograr trabajando juntos.
El
resto de las acciones que nos proponemos llevar a cabo en las diferentes áreas
de gobierno están descritas con detalles en nuestro plan de gobierno 2016-2020.
Sin
embargo, no quiero despedirme sin decirles estas palabras finales:
De
una cosa pueden estar seguros: En el año 2020, cuando vuelvan la vista atrás
para ver como era nuestro país en el año 2004, a muchos les será difícil
reconocer la República Dominicana que teníamos entonces.
Estamos
trabajando para lograr un cambio, profundo y duradero.
Un
cambio que nos permita dejar atrás para siempre el estigma de la desigualdad y
el subdesarrollo.
Y
cuando digo estas palabras, quiero que se entienda bien a qué me estoy
refiriendo, porque no son palabras vacías, son cambios en el día a día de
nuestra gente. Cambios reales y trascendentales.
Les
daré un ejemplo sencillo, pero que me tocó el corazón.
Hace
poco en una actividad de inauguración de una escuela en el municipio de
Barahona, el sacerdote Ronny Stephan que le tocó bendecir ese plantel dijo
estas palabras: “Ahora a los niños de las escuelas públicas les brilla el
cabello”.
¡Qué
cosa tan pequeña!, dirán algunos. Pero yo pensé entonces en el significado
profundo de esas palabras.
Detrás
de ese brillo en sus cabellos y de esas sonrisas infantiles nosotros sabemos
que hay una alimentación adecuada, una madre tranquila, un hogar en paz, un
futuro de educación y una vida en transformación.
Detrás
de ese brillo en sus cabellos hay una generación distinta de dominicanos y
dominicanas.
Una
generación que no sabrá lo que es el hambre, que no conocerá el miedo de
quedarse solo en casa, que no aprenderá en las calles. Una generación que
siempre sabrá que en caso de emergencia el 9-1-1 está cerca y que tendrá un
centro de salud al que acudir cuando lo necesite.
Esa
generación, que ahora comienza en la tanda extendida y que tiene a sus hermanos
pequeños en una estancia infantil, no recordará en unos años la República
Dominicana que dejamos atrás.
Con
el trabajo que nos proponemos completar en los próximos 4 años, esa generación
de niños y niñas no se acordará de los apagones, ni se imaginará un país sin
internet en cada lugar.
No
caminará por caminos de polvo, ni pondrá su vida en peligro subiendo a un
transporte colectivo precario.
No
sabrá lo que es vivir en un hogar sin baños y en el que comparten una
habitación hermanos y padres.
No
conocerá la humillación de ser excluido, ni la tristeza del desamparo.
Muchos
de esos niños y niñas serán en unos años universitarios excelentes,
trabajadores con dignidad, empresarios exitosos, líderes de nuestro nuevo país.
¡Ese
será nuestro verdadero legado!
Una
generación de hombres y mujeres que viven en igualdad, sanos, preparados y
felices.
Una
generación que camina orgullosa de la Patria que los ha hecho libres!
Este,
amigas y amigos, es nuestro nuevo grito de Capotillo!!
El
que liberará todo el potencial de nuestra gente, para hacer posible una nueva
República Dominicana. Más grande, más fuerte, más justa y más solidaria.
Ese
fue el verdadero sueño de los padres de la Patria.
Esa
fue la tarea que nos propusimos desde el primer día de vida política junto al
Profesor Juan Bosch.
Esa
es ahora la misión que nos da el pueblo dominicano.
Y
tienen mi palabra de que no descansaré un solo día hasta cumplir esa misión!
No
vamos a desaprovechar ni un solo minuto de los próximos cuatro años.
No
dejaremos espacio al cansancio, a la rutina ni a la mediocridad.
Si
los dominicanos nos concedieron la mayor
victoria
democrática de las últimas décadas,
nosotros
vamos entregarles a los dominicanos el
mejor
cuatrienio de nuestra historia reciente!!
No
les quepa duda: Vienen tiempos gloriosos para la República Dominicana.
Tiempos
de conquista, de orgullo nacional, de esperanzas que se alcanzan, de sueños que
se hacen realidad. Tiempos de amplias sonrisas, de cabellos brillantes, de
cabeza erguidas.
Tiempos
de compromisos cumplidos y de alegría en los corazones.
Este
es el camino que comenzamos juntos y que vamos a continuar juntos.
Este
es el gobierno de todos, con todos y para todos.
Necesitamos
de cada uno de los dominicanos y dominicanas que aman esta Patria!
De
los que nos votaron y de los que no.
De
los que están satisfechos y de los espíritus críticos.
De
los prudentes y de los audaces. De los soñadores y de los realistas.
De
todos los que saben que nuestro país está llamado a un destino glorioso y están
dispuestos a trabajar por él!
Aquí
no sobra nadie. Nadie puede quedarse fuera.
Porque
cuando ustedes están de nuestra parte, nada puede detenernos.
Nada
puede detener la energía imparable de un pueblo decidido a conquistar su
destino y de un gobierno que lo acompaña.
Nada
es más fuerte que nuestra fe y nuestro entusiasmo,
Dominicanos
y dominicanas.
Ya
lo demostramos muchas veces en la Historia, y lo volveremos a hacer.
No
lo duden: ¡Lo mejor de nuestro país está en su futuro!
¡El
futuro que estamos construyendo juntos!
¡Vamos
por más y mejor!
¡Que
viva la República Dominicana!
¡Que
vivan los Padres de la Patria!
¡Que
vivan los héroes de la Restauración!
¡Que
Dios derrame bendiciones sobre todo el pueblo dominicano!
¡Muchas
gracias!
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