PEDRO PABLO KUCZYNSKI GODARD “Quiero
una REVOLUCION SOCIAL para mi país. Anhelo que en cinco años el
Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario”
Discurso a la Nación
en la sede del Congreso de la República, 28 de julio de 2016
Buenos
Días a todos
Señora
Presidente del Congreso
Excelentísimos
Jefes de Estado que nos acompañan hoy, vicepresidentes de países que han
venido y embajadores, Congresistas y autoridades constitucionales, cardenal, majestad.
Conciudadanos:
Me
presento ante el país, según el mandato de nuestra Constitución, no a
rendir cuenta, como haré en los siguientes años, sino a inaugurar el
mandato que ustedes me han encomendado. Tengo, pues, un mensaje lleno de
esperanza.
Debo
agradecer a todos y todas. A los que votaron por mí en la primera
vuelta electoral y a los que se unieron a nuestra propuesta en la segunda.
Pero también a los que no votaron por nosotros.
A
todos los que están representados en este Parlamento símbolo de la democracia.
Quiero
asegurar a todos y todas mi agradecimiento y compromiso para que el
país entero llegue a la meta de la paz y la unión de los peruanos.
En
el Bicentenario de nuestra independencia que será en exactamente cinco años
mi deber es que podamos cumplir con los sueños de los fundadores de
nuestra República. Sí a la paz, sí a la unión, no al enfrentamiento,
no a la división.
¿Y
cuál es ese sueño que se convirtió en la promesa de la vida republicana?
Libertad e independencia del poder foráneo para construir un país
próspero bajo el imperio de la ley. Igualdad, equidad y fraternidad entre
todos los peruanos. Acceso a oportunidades; crecimiento, no sólo económico
sino también humano a través de una magnifica educación; una
prestación de salud sensible a las necesidades de las personas con acceso
a prevención, cuidado y atención integral de la salud individual
y colectiva; una justicia oportuna y predecible, así como las
condiciones de seguridad para alcanzar la anhelada paz en nuestras calles
y hogares.
En
casi 200 años el Perú se transformó y logró metas impensadas hace un siglo
como reducir drásticamente el analfabetismo o erradicar enfermedades
contagiosas y discapacitantes gracias a la vacunación. Los avances son
innegables, pero, todos los sabemos, se necesita más. Mucho más.
Debo
reconocer los esfuerzos de todos mis antecesores, pero sobre todo
quiero recordar a un gran demócrata, al presidente Fernando Belaunde Terry
a quien serví en sus dos gobiernos y a cientos de miles de hombres y
mujeres que sirvieron a la patria con honor y honestidad, durante toda la
vida republicana, debemos darles a todos un merecido reconocimiento.
Pero ahora debemos dar un gran salto. Sólo con ese salto llegaremos a la
modernidad que el Perú anhela un país justo para todos.
Quiero
una REVOLUCION SOCIAL para mi país. Anhelo que en cinco años el
Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario.
¿Qué
significa ser un país moderno? Significa que las desigualdades entre los
más pobres y lo más ricos deben resolverse levantando el ingreso de los
más pobres.
¿Cómo
poner más dinero en el bolsillo de los peruanos, en los hogares de
los peruanos?. Emparejando el acceso a servicios esenciales que hoy son
escasos o inexistentes y por tanto, extremadamente costosos para los más
pobres. Cerrando brechas en el acceso a la salud y la seguridad social y
poniendo el bienestar de las personas como el objetivo fundamental de
cualquier cambio o reforma. Buscando la complementariedad del sector
privado con el público. Conectándonos, usando tecnologías modernas de
información.
Ser
un país moderno significa ser un país honesto y no corrupto. ¿Y qué
significa ser un país sin corrupción? Primero, recuperar mucho dinero para
el presupuesto de todos. Pero también significa establecer una
agenda de prioridades fundada en el interés común y no en el de la
coima. Para lograrlo necesitamos un Presidente comprometido
totalmente en la lucha contra la corrupción. Por ello, no
permitiré especialmente a mis funcionarios y colaboradores más cercanos,
caer en la indignidad de la corrupción. Sepan todos que en eso no
tendré miramientos. Quien falle acabará ante la justicia, la cual debe ser
profundamente reformada.
Necesitamos
también una autoridad especial dedicada a luchar contra la
corrupción con toda la independencia y autonomía necesaria para poder
hacerlo. Y la tendremos con la colaboración de este Congreso. No
obstante, es indispensable una sociedad comprometida en la lucha
contra la corrupción para que la sociedad denuncie
la corrupción.
Los
invito a todos a luchar conmigo contra este flagelo. Especialmente, a
esta representación de la sociedad que es el Parlamento, emblema de
la democracia.
Ser
un país moderno significa ser un país sin discriminación. Seamos conscientes
de que somos un país milenario y además cuna de civilización. 200 años de
República y miles de años de historia. Y una parte de esta historia,
nuestra raíz civilizatoria y cultural ha sido despreciada y marginada. Eso
debe cambiar. Está cambiando, pero debe cambiar más rápido y más
profundamente.
Ser
un país moderno significa tener igualdad de oportunidades para ambos
géneros. Esto significa respeto irrestricto a la dignidad de la mujer
y a sus derechos, respeto a una vida plena, a un pago igual ante un
trabajo igual, y a su integrada participación política en las decisiones y
en el gobierno.
Sueño
para mis hijos, para mi esposa que cumplió ayer 20 años de Aniversario de
matrimonio... un saludo... sueño para todos nuestros hijos, esta
nación moderna de mil valles dentro de un sólo país.
En
el año 2021, año del Bicentenario, todos los peruanos deberán tener acceso
a agua potable de calidad y a desagüe las 24 horas. Pero tengo que ser
realista, los programas de inversión pública toman tiempo y creo que
si lo hacemos en siete años eso ya será un gran logro. Invito a este
Parlamento, al Perú entero, a que proclamemos una política de Estado para
el saneamiento y la salud estén en todos los hogares del Perú.
Sé
lo que significa el costo, pero también sé lo que significa en bienestar,
calidad de vida, impacto en la salud y ahorro en los bolsillos de los
más pobres. El programa generará una tremenda actividad en construcción y
en el mismo servicio, lo que generará centenares de miles de puestos de
trabajo. Buscaremos las mejores alternativas tecnológicas dirigidas
por el Estado, para llegar a todos y todas lo antes posible.
El
país no tiene tiempo para discusiones ideológicas porque cinco años es un
plazo corto para una tarea titánica que debe comprometer a todo
peruano de bien.
Trabajaremos
intensamente en salud pública porque sin salud no hay desarrollo posible.
Queremos simplificar y hacer más eficiente los servicios de salud y
lo haremos. Hoy están fragmentados, no queremos más colas en los
hospitales y puestos de salud. Tendremos un Sistema Nacional de Salud
moderno con acceso universal.
En
el año 2021, año del Bicentenario, quiero que la urgencia de eliminar la
anemia en los chicos haya desaparecido por completo y que todo niño tenga
acceso al control de su salud y a su vacunación completa. Lucharemos para
seguir reduciendo las cifras de la mortalidad materno infantil. El país no
puede darse el lujo de perder ni un solo peruano o peruana, ni perder
una sola mente brillante porque no recibió lactancia materna, vacunas,
alimentación, servicios o porque se embarazó siendo adolescente y
lucharemos contra la tuberculosis, contra el Sida, contra los problemas de
salud mental, contra la violencia intrafamiliar y contra el cáncer,
que hoy, es prevenible en gran medida.
Ahí
están los heroicos médicos, enfermeras, obstetras y todo el personal de
salud pública, haciendo, a veces, trabajo en
condiciones dificilísimas, el trabajo de salvar vidas. Con ellos
estaremos, con la determinación de mejorar sus condiciones de trabajo
y sus remuneraciones y así poder contar con ellos en los lugares más
remotos de este gran país a donde el Estado a veces no llega.
Mi
compromiso con la salud pública que se presta en el área rural, en las
áreas remotas, viene desde mi infancia. El recuerdo de mi padre, un
médico de salud pública, ejerciendo la medicina en los lugares
más inhóspitos del país, devolviendo la dignidad a los enfermos
marginados, me ha acompañado toda mi vida, No puedo defraudar su legado.
No los defraudaré.
En
el año 2021, año del Bicentenario, todos los niños peruanos tendrán
acceso gratuito a educación inicial, primaria y secundaria de calidad
y oportunidades para seguir carreras universitarias y técnicas así
como post grados en instituciones educativas de prestigio. Y ahí veo
a mi futuro ministro de Educación, actual ministro y un aplauso para él,
por favor.
Las
artes, y en especial la música –a cuyo estudio tanto debe mi formación–
serán junto con el deporte y la educación cívica materia obligatoria
y promovida por el Estado, así como las ciencias, las humanidades y
el idioma extranjero. Las universidades serán de calidad y serán
acreditadas, contribuyendo a cerrar las brechas de profesionales que
necesita el país.
Un
pueblo educado no se equivoca. Un país de ciudadanos educados defiende
sus libertades, tiene oportunidades, respeta al otro, busca la paz. Ante
un joven educado, con calidad, se abren centenares de
oportunidades, de muchos caminos. Ese es el escenario que busco. Que
todos los niños y jóvenes entiendan lo que lean, que todos puedan
alcanzar estándares internacionales en matemática, que hablen un
idioma internacional científico, como, por ejemplo, el inglés, el chino,
el alemán, el japonés, el francés, y que conozcan nuestra cultura
milenaria y sus dos grandes idiomas, el quechua y el aymara.
Maestros,
¡cuento con ustedes! Sin ustedes, este sueño no es imposible. Pero con
ustedes, todo lo es.
En
el año 2021, año del Bicentenario, viviremos en un país seguro. Un país
donde una familia pueda salir a estudiar o trabajar sin temer que le
desvalijen su hogar. Ciudades donde no existan padres aterrados, vigilando
el camino de regreso a casa de sus hijos para evitar que los asalten o los
maten por robar un mero teléfono celular.
Quiero
compartir el sueño de vivir en ciudades menos enrejadas, menos
enjauladas, con más espacios públicos y parques que unan a
los ciudadanos en un ambiente libre y seguro. Les aseguro que no
quedará crimen impune. Los culpables serán entregados al sistema de
justicia reformado.
Tenemos
un buen plan y un excelente equipo para ejecutarlo. Un aplauso para
los miembros del Gabinete, levántense para que los vean.
Necesitamos
que la policía sepa que todas las reformas se harán para hacer
más honorable esa institución y que también sepa que tenemos fe en el
policía profesional a quien reconocemos y agradecemos por sus servicios.
Como lo prometimos en la campaña, sus bonificaciones y los de las Fuerzas
Armadas serán adelantados a partir de setiembre de este año, en dos meses,
y formarán parte de su sueldo pensionable. Eso fue mi promesa de
campaña y la cumpliremos.
Debo
agregar que respetaremos siempre la institucionalidad, tanto en las
Fuerzas Policiales como en las Fuerzas Armadas.
En
el año 2021, año del Bicentenario, se habrá construido infraestructura para
el desarrollo como nunca se anticipó. No quiero hacer largas
enumeraciones que están en nuestro plan de gobierno. Pero anuncio que
tendremos mucha más construcción, ampliación y modernización de
aeropuertos, puertos, carreteras nacionales, regionales y locales,
trenes, el tren de cercanías alrededor de Lima, gaseoductos y
no olvidaré a Iquitos, la ciudad de mi infancia, hoy aislada a la cual
conectaremos por tierra al resto del Perú. Estas grandes
inversiones generan trabajo. ¡Todo ésta listo para empezar!
Regiones, sus demandas por obras y progreso son las mías.
Sin
embargo, los proyectos, a veces están atascados en problemas burocráticos
que debemos destrabar en los próximos seis meses, así como vamos a
eliminar los múltiples obstáculos a la inversión privada, a la cual el
Perú recibe y espera con brazos abiertos. Regulamos y exigimos el
cumplimiento de toda norma ambiental y recogemos y respetamos la opinión
de todos los ciudadanos respecto al impacto de un proyecto.
Sin
embargo, buscaremos persuadir y explicar, incluso con mi propia
presencia, comunidad por comunidad, los costos y beneficios que la
inversión en industrias básicas y extractivas trae en el empleo y en los
tributos para bien del país. Necesitamos entendernos como país, enfrentar
los conflictos con diálogo, no con enfrentamiento.
No
nos iremos contra la voluntad del pueblo. Así lo dije en la campaña y esa
es mi promesa.
En
el año 2021, año del Bicentenario, pagaremos menos tributos pero
recaudaremos más. Nuestro plan de formalización del país abre las puertas
a todos, sobre todo a las pequeñas empresas, que son la gran mayoría en el
Perú con facilidades para dar acceso a beneficios que hoy no tienen. No es
sostenible que dos de cada tres peruanos sean trabajadores informales, sin
beneficios.
No
sólo es ilegal, es profundamente injusto e inmoral que millones de
peruanos, dignos trabajadores, no puedan tener acceso ni siquiera a
prestaciones de seguridad social o salud de calidad. Sé que es difícil
formalizar, pero tenemos un plan para hacerlo por tramos. El programa Tu
Empresa generará una verdadera revolución de acceso al crédito formal reduciendo
los altos costos que enfrentan las empresas que hoy generan la mayor parte
del trabajo en el Perú.
He
prometido que para el término de mi mandato por lo menos 6 0% de los
puestos de trabajo, en vez de 30 % hoy, estarán formalizados. Ojalá sean
más. Sé que el compromiso es muy difícil de cumplir, pero comenzaremos
reduciendo el IGV en 1 punto porcentual desde enero del 2017 con un
tratamiento tributario especial a la pequeña y mediana empresa que se
formalice. (...) Eso es poner dinero en el bolsillo de la gente. Que
entienda el informal que lo hacemos para acercarlo en la ruta hacia la
prosperidad.
En
el año 2021, año del Bicentenario, el agro, el sector rural, donde está la
mayor cantidad de pobres del Perú, se habrá transformado. El agro
aporta las dos terceras partes de los alimentos que consumimos los
peruanos y da empleo a un tercio de la fuerza laboral. Apoyar a los
hombres y mujeres del campo significa llevar la verdadera justicia
social a los más pobres del país.
Por
eso me comprometo a que nadie que ha salido de la pobreza vuelva a
ella. Eso es impensable. Nuestros programas sociales son importantes
y van a continuar, pero necesitan mejoras y ampliación. Debemos, por
consiguiente, implementar programas de desarrollo productivo para
asegurarnos que ningún peruano o peruana vuelva atrás, a la pobreza
que ya dejó.
En
el año 2021, año del Bicentenario, nuestro país será reconocido en el
mundo como una democracia en donde se respetan los derechos humanos, en
especial los derechos de las minorías y en donde se cumplen
los deberes de los ciudadanos.
Cumpliremos
los compromisos pactados a favor de las víctimas de todo tipo
de violencia. Queremos ser, ante el mundo, un país serio, un Estado con
palabra, que tiene el mejor clima de negocios del continente y
a donde todos quieran venir. Ya sea para invertir, construir,
colaborar con nuestros programas sociales o revitalizar el turismo que
puede ser, en muchos lugares del Perú, un motor para el desarrollo local.
Quiero
que el Perú sea un faro de civilización en el Pacífico y Sud América
al que todos miren con admiración. Un país que asuma el liderazgo en
la cooperación e integración regional, que se vincule con las necesidades
y el bienestar de la población de zonas fronterizas, de las cuales no nos ocupamos
suficientemente, y que se ocupe, también, de las necesidades de la
emprendedora comunidad peruana de migrantes.
Para
el año 2021, esta es la última referencia al año 2021 para que estén
tranquilos, año del Bicentenario, el Perú será miembro de la Organización
de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Nuestro Plan de Gobierno
coincide totalmente con los objetivos de desarrollo sostenible de la
Agenda de las Naciones Unidas para el año 2030.
Estos
son pues, en resumen, mis compromisos de Estado:
1. Llevar
agua y desagüe a todos los peruanos.
2. Prestar
un servicio de educación pública de calidad, que abra el mundo a millones
de jóvenes.
3.Prestar
un servicio de salud pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz.
4. Formalizar
el país, hasta el máximo posible.
5. Construir
infraestructura para el desarrollo que con tanta
urgencia necesitamos.
6. Liberar
a nuestra patria de la corrupción, de la discriminación, de
la inseguridad, del delito, luchando con toda transparencia contra estos
flagelos históricos.
En
pocos días mi Presidente del Consejo de Ministros y su Gabinete se
presentarán ante este Congreso de la República para solicitar su confianza
en base a nuestro plan de gobierno. Este plan requiere algunas medidas
legislativas para reactivar el crecimiento sostenido de la economía, poner
las bases para nuestro programa de saneamiento y salud pública, combatir
la inseguridad ciudadana y crear un sistema anticorrupción en el Estado y
en la Sociedad.
Estoy
seguro que el Congreso escuchará con atención estas propuestas simples
y que yo considero sensatas, y que apoyará los aspectos legislativos de un
programa que hemos explicado al país a lo largo de la campaña.
Estos
son los sueños que se permite tener un Presidente el día de su
juramentación. Mi anhelo es que todos estos sueños sean una realidad
compartida con los 32 millones de peruanos que gozarán de sus beneficios.
Sé
que puedo hacerlo, pero también sé que lo no puedo hacerlo solo.
Necesito tu ayuda y necesito la ayuda de este Congreso emblemático de la
democracia.
Necesito
que todos y cada uno de los peruanos y peruanas sepa que no les pido
un compromiso con éste gobierno, ni con éste Presidente, que pasará, como
todos. Lo que les pido, lo que urge hacer, es comprometerse con la patria,
con los conciudadanos, con el sueño republicano que hace casi 200 años
tuvieron para todos nosotros los fundadores de la independencia del Perú.
Repito aquí hoy la frase que fundó nuestra patria:
Una
sola república, firme y feliz por la unión.
¡Viva
el Perú!
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